Historia diferente. San Lorenzo dejó atrás aquella deslucida imagen que había mostrado el miércoles de la semana pasada, y en el segundo y tercer juego, acorralado y obligado a ganar, mostró sus garras y se encontró una versión más acorde a la que nos tiene acostumbrados. Le ganó por 89-61 y 72-69 a San Martín con un despliegue defensivo notable. Nico Romano, el ala pivote juninense, resultó esencial por su trabajo en ambos costados, finalizando con 20 puntos (6-8 en tiros de campo y 7-8 en libres), siete rebotes y 28 de valoración. En diálogo con Prensa AdC, la figura del triunfo azulgrana contó:
-Claramente hubo un cambio muy drástico respecto al primer partido. Otra energía, otra determinación, otro juego... Casi un equipo diferente.
-Mirá, creo que lo que nos pasó a todos es que San Martín nos sorprendió muchísimo por la manera en la que encaró el primer juego. Pensábamos que iban a jugar de otra manera y salieron muy decididos a querer robar el partido, a ganarlo, y decididos en que quieren jugar una final. Veníamos de jugar contra un rival que defiende de una manera distinta y donde nos sentimos más cómodos jugando (NdR: en cuartos eliminaron a Instituto), y acá nos encontramos contra un San Martín que es una de las mejores defensas del torneo, que supo aprovechar todas las ventajas que tuvo. En ese primer cuarto del partido pasado no nos salió nada y ellos estuvieron excelentes, tanto en lo defensivo como lo ofensivo, nos obligaron a correr de atrás todo el partido y se nos hizo muy cuesta arriba. Cuando nos metimos en partido, ya nos habían sacado una diferencia grande. Lo que cambió ahora es que nosotros encaramos los partidos con mucha actitud, sabiendo que no había mañana. Cuando pasa eso uno trata de jugar bien, dejarlo todo en la cancha y eso ayudó a que nosotros ganemos. Hicimos un partido defensivamente muy bueno, nada que ver con el primero.
-¿Los puso muy contra las cuerdas el 0-1?
-Cuando se armó este equipo creo que todos los jugadores, tanto los que siguieron como los que incorporamos, cuerpo técnico inclusive, llegamos a San Lorenzo con el objetivo de jugar las finales. Entonces nos encontramos en la final con un partido que San Martín nos gana muy bien, y como que todo lo que uno hace en el año si no lo hacés bien en los playoffs parece que lo tirás a la basura. Por eso creo que sacamos un poco de amor propio y también decir "Estamos acá porque queremos jugar las finales".
-Hablame de ese planteo defensivo que hicieron.
-Creo que para poder jugar finales o ganar un partido de semifinal hay que dejarlo todo, algo que yo lo relaciono mucho con la defensa. Estuvimos muy concentrados y se notó. Sacamos ese amor propio, eso de decir "¡Estamos en San Lorenzo, queremos jugar finales, queremos ir por todo!". De ninguna manera esto podía terminarse así, la única manera que se iba a terminar era sacándonos a los 12 jugadores en una camilla por haberlo dejado todo. Y se ganó, por una diferencia muy grande el segundo, que no es la real entre uno y otro, y el tercero más ajustado, pero nos deja muy conformes. Pisamos fuerte, pudimos decir "Acá estamos, podemos hacerlo mucho mejor". Ahora hay que trabajar y pensar en que todavía se pueden mejorar algunas cositas, seguir haciendo lo que venimos haciendo para encarar la finalísima.
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