José Vildoza enfrenta a Lucas Saiz.
José Vildoza enfrenta a Lucas Saiz.
LIGA NACIONAL DE BÁSQUETBOL

San Lorenzo y San Martín definen esta tarde el segundo clasificado a la final

Están 1 a 1 y juegan a las 18 en El Templo del Rock. El ganador enfrentará a Quimsa por el título.

San Lorenzo y San Martín de Corrientes definen esta tarde el segundo pasajero a la final de la Liga Nacional de Básquetbol. Juegan a las 18 en El Templo del Rock, de Obras Sanitarias de la Nación.
 
El empate Azulgrana
“Acá estoy yo, el campeón”. San Lorenzo dijo presente. Pero no solo a través de las figuras de su riquísimo plantel, sino desde su carácter, su oficio y su defensa… Intangibles que también le pertenecen. San Martín, en el primer partido de la semifinal, lo había hecho ver mal. Tantas estrellas perdiendo por 17 (90-73) contra un rival con menos nombres y presupuesto. No podía ser. O, al menos, no podía volver a pasar. Aun cuando las cosas no fluyeran como pueden en ataque, el mejor de la competencia por variantes y estadísticas… Y así fue esta tarde de viernes en Obras. El Ciclón se puso el overol y le mandó un mensaje a este duro rival que quiere sacarle el sueño de ser el primer pentacampeón de la historia: “Yo también puedo defender muy bien, tanto o mejor que vos”.
Claro, Sanmar ha sido el más eficaz en este apartado durante la temporada, pero en el Juego 2 de esta serie el cuatro veces campeón de la Liga mostró un gran bloque, intenso, concentrado y disciplinado. Un trabajo colectivo y, a la vez, individual porque a ninguna figura de CASLA se le cayó el anillo por trabajar a destajo en su aro. No fue lindo, pero valió mucho. Así, San Lorenzo maniató a la gran sorpresa de la temporada y el boleto para la gran final –espera Quimsa- se definirá el domingo, a las 18, en este mismo estadio, en Nuñez.
Fue una trituradora San Lorenzo y, a medida que trascurrió el partido, apretó cada vez más torniquete para desbaratar la siempre ordenada ofensiva del rival, que terminó con apenas 61 puntos y un 33 % de campo. Muy lejos de los 90 y 60% del primer juego. Fue tan eficaz su bloque defensivo que el partido ya estaba resuelto después de tres cuartos. Los correntinos terminaron ese tercer parcial con solo 42 tantos –y 32% de campo- y prefirieron empezar a dosificar esfuerzos pensando en el tercer y decisivo juego.
En el segundo tiempo, cuando San Lorenzo sostuvo la intensidad y apretó aún más, quebró a su rival. La gran defensa colectiva, en el perímetro y en el juego interior, trabó de tal forma a Sanma que ni los libres entraron y el período terminó con un abrumador 27-9. Apareció Vildoza con un par de maniobras para el 50-35 a los cinco minutos y ya después prácticamente no hubo juego. Porque Sanmar, con una rotación más corta, no encontró respuestas en el banco y el Ciclón, confiado, no le sacó nunca la mano de la yugular. Romano, un relojito, por intensidad y oportunismo, terminó de hacer un gran partido (20 puntos y siete rebotes) y el resto acompañó para recuperar la confianza colectiva y no detener este sueño que tiene un solo nombre: pentacampeonato.

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