Estos cinco partidos que fuimos a jugar fueron muy positivos. Estuvimos frente a rivales de mucha jerarquía, como Regatas de Corrientes que va a estar peleando muy arriba, y pudimos hacer un muy buen juego con las bajas de Jonny y Vicens. El planteo fue bueno, los chicos estuvieron a la altura de las circunstancias y lo hicieron a la perfección para quedarnos con dos puntos muy valiosos.
Yo creo que la victoria ante Regatas pasa por una cuestión de convencimientos, de darle las herramientas al jugador y que esté convencido que son las ideales para poder competir y ganarle a un equipo como Regatas que tiene intensidad, y mucho gol en las distintas líneas. Pero sabíamos que teníamos que hacer las cosas a la perfección y los chicos la cumplieron a rajatablas y entregaron un montón. Lo que si estoy convencido es que ya no se gana más con huevos o con la camiseta. Hay que darle a los jugadores los útiles suficientes para afrontar este tipo de juegos. Obviamente que hay noches que sale y otras que no. Ese día tuvimos una efectividad muy alta en lanzamientos externos, que sabíamos que la íbamos a tener por una cuestión defensiva del rival. Éramos conscientes que si nos prestábamos la pelota íbamos a encontrar los tiros y fuimos efectivos.
Al día siguiente contra San Martín hicimos un muy buen juego pero tuvimos una efectividad muy baja en tiros de tres puntos. No tengo dudas que era un partido ganable, pero no se pudo dar. Metimos 8 de 34 lanzamientos en triples. Esto hizo que San Martín, con lo prolijo que es y te lleva a jugar a tanteador bajo, se quede con el triunfo. Encima nosotros sin Jonny, con el agravante que Juanchi salió lesionado enseguida en el primer cuarto.
Es raro el campeonato, totalmente atípico. Pero es lo que nos toca jugar y hay que estar preparados.
Ahora los chicos tuvieron unos días de descanso para ir a ver a sus familias, despejar la cabeza y cargar las pilas para estos siete partidos que nos quedan en marzo y que van a ser fundamentales para cumplir con el primer objetivo que es salvar la categoría.
La recuperación de los jugadores son cosas que por ahí la gente no sabe. Son tareas del profe Ilacqua, de Molteno y Ciotta, más el cuerpo médico.
Más allá de que cuando termina el partido hacen un baño de hielo que es importante para recuperarlos, el trabajo del cuerpo técnico y médico es espectacular.
Si bien hemos tenido bajas por lesiones, no han sido importantes que hagan a la acumulación. Sí fueron cargas de juego como lo de Jonny, lo de Vicens que se quedó duro en una oportunidad de la espalda.
Un día nuestro tiene horarios estipulados. No es que todo el mundo va militarmente a desayunar a las 7.30 Tienen tiempo hasta las 10 y cada uno elige. Luego si hay video post partido nos juntamos a la mañana o hemos metido el video antes de ir a la cancha, como también hemos hecho la charla en el club. Esto se hace para darle tiempo a los profes para recuperarlos y no cansarlos tanto. Se va viendo sobre la marcha.
Almorzamos, están los que se acuestan a hacer una siesta, otros leen, otros toman mate, otros charlan. El grupo humano hace que esto sea mucho más llevadero. Hay un muy lindo grupo.
Está la merienda que también tiene un horario pero no es obligación.
Sigue la cena donde nos encontramos todos y quedan libres para irse a descansar.
Filipetti se fue para tener una muy buena chance de ser titular en una buena categoría, de encontrar ese ruedo y tiempo en cancha que a todos los chicos les hace falta. Más allá que en la rotación este año había entrado un tiempo más, creo que le va a venir muy bien pisar la segunda categoría para disfrutar de lo que hace. No tiene que demostrarle nada a nadie.
La última parte del campeonato tiene siete juegos. Son siete finales, eso lo sabemos.
En realidad fueron 38 finales. La fase regular era partido tras partido y siempre el que jugábamos era el más importante y era una final. Eso es parte de lo que uno tiene que convencer al jugador que nosotros íbamos a pelear la parte baja.
Es el segundo año que estoy a la cabeza del equipo con Diego y con Mariano y no se habla en Junín del descenso. Eso me pone muy contento, me enorgullece por una cuestión de que se dan los resultados. Contento por la gente que sabe que siempre es un dolor de cabeza. Por los directivos que hacen un esfuerzo enorme, por la familia que está siempre preocupada y eso me pone muy bien.
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