Denver Nuggets pudo por fin torcer el rumbo y cantar victoria por primera vez en la temporada 2020-2021. Abandonó el último puesto de la Conferencia Oeste al derrotar 124 a 111 a Houston Rockets en el penúltimo turno de ayer en el Ball Arena.
Primer cuarto muy poco movido entre ambas franquicias. Tanto Denver como Houston apostaron al triple -nueve triples combinados- y eso hizo crecer el goleo de ambos. Nikola Jokic en la pintura era lo mejorcito de los Nuggets en la pintura y en el juego con 12 puntos y tres rebotes.
Por el lado de Houston, Christian Wood, llegado en este mercado, marcó tres triples consecutivos y culminó con 14 tantos. James Harden, por su parte, anotó siete unidades con 100% de eficacia. La única mala posesión fue cuando ingresó Facundo Campazzo por escasos 17 segundos, cuando lo obligó a dar mal el pase -con falta- en la penúltima posesión. Así, Denver logró ganar 36-26 el primer cuarto.
En el segundo cuarto, Denver llegó a tomar una ventaja tranquilizadora con muy buenos pasajes de Jokic y de la aparición en el perímetro de Jamal Murray (14 tantos), como así también un buen pasar de Paul Millsap -ocho unidades- pero todo se complicó cuando Harden empezó a dominar el juego de Houston. Marcó 21 tantos en donde la metió a distancia -tres conversiones-, desde media -tres más- y también sumó varios desde la línea de los libres (6-6).
De esa manera, Houston logró mantener la ventaja de diez puntos para que no se escape Denver (70-60), mantuvo su buen porcentaje en triples (56%) y logró que el serbio Jokic solo marque seis tantos -18 en total en la primera mitad-.
En el tercer cuarto, a los Nuggets les costó entrar en razón. Houston consiguió ponerse a ocho puntos (79-87) con una volcada fenomenal de Jae’Sean Tate con 5:33 por jugar, pero el ingreso de Monte Morris por un golpe en la cabeza de Murray fue decisivo para reencausar al equipo. En total agregó siete tantos a la ofensiva, sumado a cinco de Millsap y otros cuatro de Harris.
Harden, a diferencia del cuarto anterior, se vio bien defendido y con ello el peligro de Houston disminuyó y quedó atado a algunas individualidades del equipo. Aun así, se reflejó momentos llenos de errores por parte de ambos, pero salió airoso Denver con un parcial 36-23 que lo puso arriba por la máxima de 23 puntos (106 a 83).
En el final del juego, Houston vio que no había lugar para remontada y optó por darle lugar a jóvenes de la banca. El entrenador de Denver, Michael Malone, a su vez optó por la misma variante. Facu volvió a la cancha para disputar los últimos cinco minutos de juego, cuando pudo darse el lujo de sumar desde la línea cuatro puntos para sellar la victoria 124 a 111.
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