Para noviembre de 2000 Argentino desandaba el camino del TNA 1, una zona de privilegio que en ese entonces otorgaba el Torneo Nacional de Ascenso para los mejores equipos de la fase regular del campeonato y que dejaba a los clubes cerca de la máxima categoría.
El diez de noviembre el Turco recibió en El Fortín de las Morochas a Deportivo General Roca, equipo que representaba a la provincia de Río Negro.
En esos tiempos, Roca recibía un apoyo gubernamental para poder jugar al básquetbol. Entonces armó un gran equipo dirigido por Mario Spada –quien con los años luego vino a dirigir a Ciclista Juninense- y que tenía como figura estelar al Tigre Aguilar, quien también después pasó por el Verdirrojo. Además jugaban Federico Sureda y el Pitu Neme (los dos vinieron a Argentino más tarde), Vasino , Chiappero, Castelli y un potente Americano como Carl Amos.
Pero Argentino necesitaba ganar. Estaba acariciando la punta del TNA 1 y eso era un privilegio soñado para festejar en un estadio donde no cabía un alfiler.
El partido
El dilema era cómo ganarle a Deportivo Roca y encima con dos árbitros infranqueables en la cancha.
Le llevó un tiempo suplementario a Argentino poder sacar adelante el juego y lo ganó 105-104.
Y eso que se le presentó favorable el trámite del juego. De movida lo pasó por arriba con la contundencia de Mazzella y el orden que marcaba en la cancha Pirulo Malchiodi.
Lentamente en el complemento el americano Carl Amos comenzó a equiparar las acciones, Argentino no tuvo las mismas libertades ofensivas que en el primer tiempo y se empiojó el partido.
Los magros 13 puntos que logró el Turco en el último cuarto solo sirvieron para mandar el partido a tiempo suplementario esperando una dosis de suerte para los cinco minutos finales.
Habían empatado en 101.
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