Nací en pleno Barrio de Las Morochas, Alsina 465. Soy fanática de Argentino. Fui a la escuela Santa Unión de los Sagrados Corazones y después al Marianista.
Cursaban conmigo Pierina Cirigliano. Sofía Borsalino, Francina Restelli. De chica jugué varios deportes.
Practiqué tenis, gimnasia artística, básquetbol, vóleybol y natación. Todo en el club Junín.
En gimnasia artística no me fue bien, era un queso. En tenis no era mala, pero no me gustaba como deporte individual.
En vóley llegué a jugar un sudamericano con la Selección Argentina, fue en Perú. Como nadadora andaba bien, pero comencé con muchos problemas de oídos y debí dejar.
Y después jugué al básquetbol hasta los quince años en club Junín. Luego me llamaron de Buenos Aires. Directamente pasé a Sunderland y luego a Vélez Sarsfield.
El básquet de Sunderland era de muy buen nivel, pero todavía la cancha era de baldosas porque en realidad es un club de tango, se baila mucho allí. El nivel era bueno, competíamos en la A1 que era la máxima categoría.
Me fui a probar a Vélez Sarsfield un verano y quedé. Salí campeona en mi último año de juveniles, después ganamos un par de ligas. Jugaba con Ornella Bachino, Ornella Santana que después fuimos compañeras de selección, Sandra Pavón, Marina Cava que dejaron de jugar pero fueron íconos del básquet. Paula Gatti de la selección Argentina, Florencia Fernández, Paula Reggiardo.
Cuando terminé la facultad que me recibí de licenciada en actividad física, me dio una mano Guillermo Tamburini para irme a Chieti, Italia. Hice mi primer año en la A1 de allá y el resto de las temporadas en la A2 en Ferrara, luego medio año en Alemania.
El año pasado hice medio año en Alemania y medio en Venecia. No me adapté a la sociedad de Alemania. Por una parte el idioma y otra la sociedad que en si es gente muy fría. Vivía con una familia, gente muy buena, pero muy cerrados. Hablaba en inglés, pero igualmente era difícil la comunicación porque como ellos hablaban muy seguido en alemán quedaba demasiado colgada y era feo para mí. Entonces me la pasaba encerrada en mi pieza. Dentro de la cancha, bárbaro, pero afuera muy mal. Me volví a Italia y de ahí directamente a Vélez y la selección Argentina.
Vengo de jugar la Americup 2017 con la selección donde conseguimos el pasaporte al Mundial de España 2018.
Enfrentamos en la zona a Colombia, Venezuela, Islas Vírgenes, Brasil, cruzamos contra Puerto Rico en las semis y Canadá en la final.
Empezamos de menor a mayor. El debut fue contra Islas Vírgenes, muy duro porque eran campeonas de la Centrobasquet. A partir de ahí fuimos creciendo día a día, mejoramos en la defensa. Le ganamos bien a Venezuela, luego ampliamente a Colombia, a Brasil que le ganamos pro 20 y terminamos primeras en la zona, donde demostramos nuestro poderío desde el inicio.
Por las semis y la clasificación al Mundial enfrentamos a Puerto Rico. Difícil porque no entraba una, pero apareció nuestra Pivot Agustina Burani que la rompió con más de 25 puntos. Ganamos por cuatro y nos quedamos con la llave para ir al Mundial de Tenerife, España, el año que viene. Una pena que perdimos la final por poco contra Canadá.
Yo no pude jugar el de Tailandia. Me lesioné en la gira previa, en Francia. Tuve que volverme a recuperar la rodilla. Este mundial es mi asignatura pendiente.
Ahora cada una de las jugadores nos separamos, pero creo que si seguimos con la química de grupo que logramos en este torneo, podemos llegar a desempeñar un buen papel.
El básquet femenino en el país está muy bien. Con la última Liga Argentina y con toda la gente que nos fue a ver a Obras creo que es un primer paso como para que nos den un poco más de bolilla. Pudimos demostrar que a pesar de ser mujeres, podemos brindar un muy buen espectáculo.
Me voy el domingo (por ayer) a España. Me contrató el Cadila Seu. Es un nuevo desafío porque nunca estuve allí. Se que son las últimas campeonas europeas, es una Liga muy buena, son muy profesionales.
¿La mejor jugadora del país? Melisa Gretter. Desde el primer sudamericano que jugué con ella sostengo lo mismo, no tengo dudas.
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