Dos años, siete meses, dos días. Ese fue el lapso que el heptacampeón mundial de Fórmula 1 Internacional, Lewis Hamilton, debió esperar para celebrar otra victoria, la 104º en su palmarés, y nada menos que en el circuito de Silverstone.
Allí, ayer consiguió llegar antes que todos en el Gran Premio de Gran Bretaña, la carrera en donde se fortalece ante sus fanáticos, y concretó otro notable resultado que le permitió alcanzar el noveno triunfo en esta carrera y ser el sexto ganador de la temporada.
Luego de recibir el banderazo final, y tras bajarse del auto, se abrazó con sus padres y con Peter Bonington, el ingeniero de pista, festejando haber conseguido una de las últimas victorias con el equipo de Toto Wolff, el cual dejará a fin de temporada para recalar en 2025 en Ferrari.
Hamilton consiguió prevalecer luego de intercambiar la vanguardia con su compañero George Russell (abandonó en el giro 33) y los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri, y consiguió mantenerse -a pesar de un leve despiste- en las trayectorias correctas cuando el piso se puso húmedo.
La clave del británico fue controlar las diferencias sobre Verstappen quien, luego de superar al joven de McLaren (Lando Norris), intentó con el Red Bull acortar la brecha de dos a tres segundos, pero no le alcanzó.
En el cuarto puesto arribó Piastri, con buen margen sobre la Ferrari de Carlos Sainz, quien llegó quinto. Luego cumplieron con el total de las 52 vueltas el Haas de Nico Hülkenberg, los Aston Martin de Lance Stroll y Fernando Alonso, el Williams de Alex Albon y el RB de Yuki Tsunoda.
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