TURISMO CARRETERA

Ponce de León se abre camino en Rosario

Gabriel Ponce de León, el juninense que corre con Ford, ganó la serie más rápida del TC en Rosario. Las restantes quedaron en manos de Rossi y Aguirre, respectivamente.

Rossi demostró que el potencial de su Ford, alistado por el Nova Racing, no sólo era bueno en piso seco sino que, además, era eficaz en pista húmeda. En ese contexto, largó bien y rápidamente le hizo diferencia a su inmediato perseguidor, Jonatan Castellano.

Leonel Pernía, a bordo del Torino del Maquin Parts, largó quinto y, al finalizar la primera vuelta, ya estaba tercero: primero dio cuenta de Juan Martín Trucco, y luego aprovechó un trompo de Juan Manuel Silva para ponerse detrás del Pinchito Castellano. Nada cambió en los puestos de vanguardia después de ese primer giro, Rossi manejó con tranquilidad, se aseguró la batería y cuidó su Ford, teniendo en cuenta la clara posibilidad de sumar puntos en función del campeonato.

La segunda batería se vio favorecida por el fuerte viento que, poco a poco, comenzó a secar la pista. Aguirre, con la Dodge del JP Carrera, se abrió camino desde el liderazgo y nadie pudo convertirse en su amenaza.

El show de sobrepasos se dio en la mitad del pelotón: Canapino, el campeón, que había largado séptimo, dio cuenta de Werner, Ardusso, Fontana y Ebarlín, y culminó cuarto. En esa frenética lucha de varios pilotos, Fontana se rozó con Ebarlín en la última vuelta, maniobra que terminó con el despiste del nacido en Benito Juárez y el ingreso del auto de seguridad.

La neutralización le jugó en contra a Aguirre, quien terminó su batería con un tiempo más elevado al de la comandada por Rossi.

La tercera batería fue la más lineal de las tres. Ponce de León, con su propio Ford, se afianzó en la punta de la prueba y Ledesma, el escolta, nunca pudo acercarse para poder sobrepasar al juninense.

Manuel Urcera, el rionegrino que lidera el campeonato del TC, largó tercero, pero no pudo mantener su ritmo y perdió ante Ortelli y De Benedictis, respectivamente, para retrasarse al quinto escalafón.