En pocos lugares del mundo pasa lo que ocurre con el rally y Córdoba. No importa si es en el medio de las sierras o en plena ciudad. La muchedumbre se deja caer ante el embrujo que generan esos bólidos y deja en baja todas las defensas contra el asombro. Aplausos, gritos y los teléfonos que no paran de filmar. En El Panal, un enjambre de 48 mil personas se llegó hasta la zona del Centro Cívico para darle una marco imperial al desarrollo del primer súper especial con el que se abrió una nueva edición del Rally Argentina, válido por el Campeonato Mundial de la especialidad.
El particular circuito de 1.750 metros, que combinó asfalto y tierra, se transformó en una nueva apuesta de la organización y la cuestión funcionó bastante bien. El trazado, dibujado en buena medida con bolsas de arena, en algunos tramos “sufrió” el paso de algunos autos, que fueron maltratando el recorrido.
Igual, no hizo más que ponerle otro condimento a la cosa, que fue celebrada por el público, sobre todo con el paso de los principales animadores del certamen.
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