Al igual que el león, cuando prueba a su presa, la saborea, quiere repetir el bocado y darse otro festín, así está Carlos Sainz esperando su próxima participación en el Dakar 2017 que se largará el 1 de enero en Asunción del Paraguay, y continuará camino hacia Bolivia, tras recorrer parte de Argentina adonde retornará hacia la parte final, que será el 14 de enero en Buenos Aires.
El piloto español ofreció una conferencia de prensa en Madrid, antes de emprender ayer viaje hacia la capital guaraní, junto a su navegante Lucas Cruz, para referirse a esta nueva edición de la competencia más difícil del mundo, y en donde volverá a tripular uno de los Peugeot 3008 DKR.
Ganador del Dakar en la prueba disputada en 2010 (Buenos Aires - Antofagasta - Buenos Aires), el madrileño cuenta además con 29 preseas en etapas. Esa victoria, es un sabor que quiere tener nuevamente y sabe que con esta nueva unidad de la marca francesa puede concretarlo. "Una vez que logré ganarlo; con sinceridad, después ser segundo, tercero o cuarto me da igual", sostuvo el bicampeón mundial de Rally en 1990/92.
"Vamos a intentar ganarlo de nuevo. Estoy con el ánimo al tope. Sólo me ilusiona eso", indicó "El Matador" que sabe de festejos en lo más alto del podio en tierra sudamericana, al hacerlo tres veces en el Rally de Argentina (1991/2002/2004), y ahora está enfocado en ser otra vez el referente en los caminos del Dakar 2017.
"Peugeot hizo todo lo posible. El coche evolucionó, con una nueva geometría, suspensiones mejoradas, y se trabajó en el motor para adaptarlo a la nueva brida. Además se puso mucho empeño en contar con mayor fiabilidad", expresó refiriéndose al trabajo que realizaron en Peugeot para tener en el 3008 DKR un vehículo con potencial ganador.
Sus chances reales
En cuanto a sus chances reales, Sainz dejó en claro que las modificaciones en el aspecto técnico que ha dado la organización del Dakar perjudican en algún punto a la marca del León.
"Lo más problemático es que a Toyota le dieron dos milímetros de más en la brida del motor y a nosotros (Peugeot) nos limitaron. Ya vimos que en la Baja Aragón o Marruecos que con 70/80 caballos de más la tarea se complica", avisa Sainz.
A la faz técnica, que será el centro de atención en la competencia, se suma el nivel de pilotos que tienen sus rivales. "Toyota se reforzó con (Nasser) Al-Attiyah y Nani (Roma); y en Mini están fuertes también con (Mikko) Hirvonen y (Orly) Terranova", analizó el madrileño.
Consultado por la exigencia de esta nueva edición dakariana, Sainz expuso que se ha preparado para tener buenos reflejos al momento de transitar las etapas bolivianas, que se disputarán sobre los cuatro mil metros de altura. "Hice sesiones con una mascarilla de hipopsia y dormí en una tienda de campaña que simula altitud", amplió el piloto español.
En cuanto a la navegación, Cruz anticipó que las nuevas reglas (la distancia entre Way Point) serán vitales para elaborar una estrategia en la carrera. "En algunas de Argentina con ríos anchos puede haber mucho juego en este aspecto", expuso el segundo tripulante del 3008 DKR.
Dentro de unos días, cuando el nuevo año se inicie todas estas conjeturas se develarán y "El Matador" pondrá su garra para conseguir un nuevo Dakar, la carrera que crea leyendas.
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