Sarmiento sigue sin una consolidación y no pudo como local ante Central Córdoba

La frustración de los simpatizantes de Sarmiento quedó reflejada al término del encuentro con los gritos de reprobación hacia el entrenador Jorge Ginarte. Porque si bien el equipo hace seis encuentros que no pierde, no logra una consolidación futbolística y la historia se volvió a repetir ayer. Fue el tercer empate consecutivo de local, con una actuación que fue de más a menos y terminó confundido, sin ideas, ante un equipo que le faltaban jugadores de importancia en sus filas (entre ellos Pablo Bezombé, Gastón Liendo y Maximiliano Raschetti Sánchez).
Teniendo en cuenta las limitaciones, Central Córdoba trató de plantear un partido mostrándose prolijo y ordenado. Se paró con cuatro en el fondo, tres mediocampistas (Miño por derecha, Delmastro por el medio y Canuto por izquierda), Matías Caserio como en enganche y dos delanteros, Mario Pierani y Javier López. Un conjunto que, por momentos, exhibió flaquezas para la marca, no siempre aprovechadas por Sarmiento, pero que en ofensiva tuvo esporádicamente peligrosidad cuando salió por los costados, tanto sea por Miño o Canuto, éste último a la postre el mejor jugador del encuentro, y las aisladas apariciones de Pierani. Así generó algunas llegadas. Miño tiró desviado en dos ocasiones y Javier López pateó débil, permitiendo la contención de Burela, después de una linda jugada de Pierani.
Sarmiento tuvo pasajes interesantes cuando puso la pelota en el piso y sobre todo cuando llegó a los pies de Zuleta, que se encontró en un par de oportunidades con Toledo y también otra alternativa válida la aportaba Villalba con sus subidas por la izquierda. Hubieron llegadas de peligro con acciones bien hilvanadas, donde Toledo no pudo definir con precisión en dos ocasiones y en una restante se lo tapó el arquero Santilli a Zuleta. Asimismo, tras la salida de un tiro libre, Francisco Martínez cabeceó apenas alto.
Sobre el final del primer período, Sarmiento encontró el gol de Zuleta y que, en cierta manera, premiaba al equipo que se fue algo superior.

La pobreza del complemento

La segunda etapa comenzó con un Central Córdoba más adelantado en el campo de juego y Pierani se perdió el empate al minuto de juego al tirar afuera ante el golero Rodrigo Burela. Esa acción fue un preludio de lo que ocurriría en la etapa. Porque Sarmiento no logró crecer en su nivel de juego pese a la advertencia de esa jugada, se comenzó a desordenar y el equipo rosarino lo complicó con poco.
Precisamente la visita empató tras Canuto ejecutar con perfección un tiro libre.
El equipo dirigido técnicamente por Jorge Ginarte llegó solo dos veces con claridad en toda la segunda parte. Un disparo que el golero visitante le rechazó con una pierna a Toledo y otra llegada donde este mismo jugador no alcanzó a conectar en el área chica tras un centro de Cigogna que había superado al guar-davalla. Después lo de Sarmiento fue muy pobre. Muchos pelotazos y ausencia de juego asociado. Zuleta ya no fue el mismo del primer tiempo, no gravitaron los volantes por afuera y hubo escaso juego para los delanteros. Los cambios tampoco ayudaron.
Central Córdoba consiguió afirmarse en defensa, tuvo salida por izquierda a través de Canuto, aunque también le faltó peso ofensivo y usufructuar espacios dejados por el rival. Tras el empate, casi que no inquietó con seriedad al arquero Rodrigo Burela.
Sarmiento sumó un punto, pero tuvo sabor a muy poco. El equipo no lograr a aparecer con un rendimiento convincente y se dejan unidades en el camino que significa una pérdida de terreno en las aspiraciones de pelear entre los arriba del certamen.