Sarmiento se quedó con el título del torneo Interligas 2006 y no dejó lugar para la discusión. En el partido decisivo, donde no había margen para el error, el equipo apareció con su mejor fútbol y logró vencer a Rivadavia de Junín exhibiéndose claramente superior. Después de un triste cero a cero, el pasado lunes en el cotejo de ida disputado en el complejo deportivo albiceleste, los verdes sacaron el máximo rédito jugando en su casa y tal cual lo hicieron durante casi todo este certamen.
El partido comenzó muy parecido al primero de esta final, es decir aburrido y sin llegadas a los arcos. Sin embargo, la apertura del marcador, permitió un giro de casi 180 grados en el desarrollo del encuentro. Porque, con distintos argumentos, las situaciones de riesgo se sucedieron en uno y otro arco.
Sarmiento mostró desequilibrio con la pelota al piso a través de Arqueta y la movilidad de los delanteros, Ezequiel Franco y Sebastián Picirillo. Precisamente, a los veinte minutos, consiguió poner en ventaja. Una habilitación de Arqueta a Franco, que dejó en el camino al golero Sosa y estableció el uno a cero.
A pesar de tener algunas imprecisiones en el traslado del balón, Rivadavia de Junín logró complicar a su rival a través de envíos cruzados. A los treinta minutos, luego de unos rebotes en el área, Mariano Tobares igualó en un gol.
Sin embargo, dos minutos después, el «verde» fue fiel a su estilo y le dio sus frutos. Una falta de Matías Rodríguez a Franco dentro del área y el árbitro Oscar Grude señaló el penal. Sebastián Picirillo, con un disparo bajo, puso otra vez arriba en el resultado al elenco dueño de casa y fue un baldazo de agua fría para el albiceleste.
Definición y descontrol
Sarmiento siguió como el equipo más sólido en la segunda parte. Supo defenderse bien con la pelota y mantuvo la peligrosidad en los últimos metros del campo rival al aprovechar bien los espacios libres. Así tuvo oportunidades para ampliar la ventaja en los primeros minutos de la etapa.
Un conjunto sin claridad en ofensiva fue lo que repitió Rivadavia de Junín, que sólo en una ocasión anduvo cerca del empate y el arquero Manacorda desvió ante Laureano López en el minuto veintidós.
La historia de esta final comenzó a tener un desenlace cuatro minutos más tarde. Una acción individual de Picirillo, que mandó un centro y el esférico se estrelló en el travesaño. Arqueta capitalizó el rebote y marcó el tres a uno.
Luego llegó el descontrol de Rivadavia de Junín. En un minuto se quedó con dos jugadores menos y lo dejó a Sarmiento acariciando el título. A los treinta y dos minutos se fue Tobares por una fuerte falta a Picirillo y, un minuto después, la expulsión fue para Ezequiel Alvarez que agredió a Borbolla.Llegó el final y comenzó el tiempo para el festejo de Sarmiento.
Felicitaciones campeón!.
Sarmiento, campeón tras gran partido
Superó a Rivadavia de Junín por 3-1 en el estadio «Eva Perón» y se adjudicó el título con un destacado desempeño. Los tantos del ganador fueron marcados por Franco, Picirillo -de penal- y Arqueta. Tobares señaló la transitoria igualdad.
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