ULTIMA FECHA EN BUENOS AIRES

Agustín Canapino ganó la carrera que necesitaba y se consagró como el campeón más joven del TC

Gabriel Ponce de León rompió en la serie, largó último la final por prioritario, abandonó cuando faltaban 11 vueltas y pintará el Nº 2 la próxima temporada

Terminó un año brillante para Agustín Canapino, el campeón más joven de la historia de la máxima con 20 años para el pibe nacido en Arrecifes el 19 de enero de 1990. Llegó a Buenos Aires con la cuenta pendiente de tener que ganar o ganar para levantar la Copa de Oro Río Uruguay Seguros y fue contundente.
En el último capítulo de la temporada, Agustín Canapino mostró el camino en los primeros metros de la final logrando doblegar a Fontana con el Torino, que desde la segunda posición en la grilla de partida se consolidó en el inicio, detrás pegaditos, Próspero Bonelli y Mariano Werner. Nada que esperar, el paranaense con el mismo hambre de gloria que Canapino, se puso detrás y  liquidó a Próspero Bonelli. Sin piedad lo superó. Sin darse cuenta que iba por afuera Werner, se metió detrás de Fontana. Sacó todas las garras, Mariano Werner fue en busca de Fontana. Escondido detrás del Torino, el Ford fue limando las diferencias. Poco le bastó para dejarlo fuera del juego. En una excelente maniobra Werner, por afuera apostó y se le dio, se metió segundo, se hizo grande para Canapino, que entendió que se venía otra historia y en condiciones normales iba a definir con su rival directo en pista el torneo de la máxima. Cosas de las carreras, el aceite de Federico Alonso, salió mal pisado en la recta principal, hace el primer intento franco el entrerriano sobre un Canapino que vio cruzado su auto en la horquilla y después en Saloto. Pero la pericia de controlar el Chevrolet mostraba un calmado Canapino, aguantando el apremio del entrerriano.
Detrás, la contienda entre Rossi y Ugalde. El Ford en la clásica puja de marcas, el marplatense se defiende del Chevrolet que lo presiona en la lucha directa por los puntos de un torneo, tan solo cinco en la diferencia entre ellos. Detrás Martínez lo superó a Bonelli, quedando cuarto el piloto de Nogoyá.
Matías Rossi gana posiciones y Lionel Ugalde poco a poco se retrasa y ve cómo se esfuma la chance de ser el campeón. En la punta por afuera en otro ensayo, presionando, intentando que Canapino cometa el error, para lograr el zarpazo.
La carrera se fue aplacando en el promedio, Canapino fue enfriando a costa de lograr récord de vueltas y hacer una breve luz con Werner. Prácticamente en el mismo tiempo Martínez en una maniobra calcada a la de su pupilo lo supera a Fontana, y se pone tercero detrás de Werner. Pocas vueltas de respiro, anímicamente para Canapino el liderazgo de la competencia le da la serenidad de manejar los tiempos, pero sin dejar de ver por los espejos dos compañeros de equipo que se hacen grandes. Poco menos de una vuelta y el Gurí, con un auto más contundente va en busca de Canapino. Un cambio de estrategia, a poco más de mitad de carrera, a todo o nada, a la carga con la experiencia intentó enredarlo, pero se defendió bien el joven de Arrecifes que no se dio por vencido, sacaba chapa de campeón, se estaba ganando a fuerza de manejo ser el nuevo rey de la máxima.
Lo pone a prueba una vez más, salió mejor de Saloto, a tan solo cinco vueltas con una mínima diferencia para que ataque Martínez y soporte Canapino. Detrás Werner fue perdiendo contacto con los líderes. Los demás, los restantes de la Copa de Oro Río Uruguay, se fueron desluciendo. Abandonando, Angelini, Altuna, Ponce de León, Castellano recargado por el toque a Diego Aventín, y retrasándose Ugalde. Tan solo Rossi y Ledesma con Chevrolet, junto al Ford de Juan Bautista De Benedictis lograron estar entre los diez. A tan sólo dos vueltas, ya sin chances el Gurí de pelear, en una acción de caballero, Werner se queda con la segunda posición, en la maniobra se le escurrió Fontana, que en definitiva cerró un nuevo podio con el Torino. Canapino, soñó con ser el Campeón, desde muy chico, en el taller de su padre en el karting a pedales. Pasó rápido ese tiempo, llegó  el campeonato de la Copa Megane, tan solo un año para lograr el del Turismo Carretera Pista, y esperó menos que nadie, tan sólo 32 carreras, dos años para lograr ser el más importante de todos en el Turismo Carretera.

Los protagonistas:

Agustín Canapino: "Un gran momento, el más feliz de mi vida, no puedo explicarlo. Hemos logrado en los últimos años todos mis sueños. Agradecido a mi viejo, papi te quiero un montón, a mi vieja, que no quiere venir porque sufre mucho, a todos los de Arrecifes. La carrera fue la más larga de toda mi vida, el auto era un misil en la parte rápida, en lo lento penábamos un poco, pero en lo recto éramos muy rápidos. No lo puedo creer. Este es mi gran sueño, ahora solo quiero disfrutar".  
Mariano Werner: "Felicito a Agustín, a todo el equipo del Gurí, a Laboritto, a todos los chicos que han trabajado mucho. Se puso todo en cada una de las salidas a pista, no teníamos buen auto en los curvones, la idea era atacar de entrada, para ver si se podía hacer algo, pero esa luz no nos permitía atacar con todo. Pusimos lo mejor, cuando lo vi al Gurí, sabía que él podía ir a atacar para meter presión y por ahí Agustín cometía un error. Tuvimos un gran año, fuimos los más regulares en la Copa de Oro, pero nos faltó la cuota de suerte para poder lograr la victoria. Somos fuertes, nos vamos a reponer rápido, pintamos el tres el año que viene y estamos con muchas ganas de seguir apostando".
Norberto Fontana: "Contentos, agradecer a todo el equipo HAZ que me entregó un gran auto. Muy feliz por el campeonato de Agustín, el gran trabajo de Werner, entregaron todos, se definió en la pista, hicieron una gran carrera. Son dos jóvenes pilotos, las grandes promesas de la Argentina, nos vienen haciendo transpirar, más de un dolor de cabeza. Se merece Agustín el campeonato por el gran trabajo de todo el fin de semana y a Werner por la entrega para poder superarlo. Mi auto se vino para atrás, sobre el final el "Gurí" me dio un regalito, hasta me saludó".

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