FUTBOL INTERLIGAS

Rivadavia de Junín hizo la diferencia con el manual de la pelota parada y fue campeón

El "Albiceleste" ganaba por 2-0 y el partido se suspendió a los veintidós minutos del segundo tiempo por inferioridad numérica de Jorge Newbery, que sufrió cinco expulsados. Los dos goles del ganador fueron marcados por Ariel Ganci.

Rivadavia de Junín gritó campeón. Poco le importó que el partido no terminó y entonces la revancha de la final quedó empañada. Pero Ri-vadavia se quedó mereci-damente con el título del interligas Junín-Chacabuco como resumen de los minutos jugados de la instancia decisiva. Había sido mejor en el primer encuentro respecto al rendimiento, aunque no lo pudo demostrar en el resultado. Mientras que, en el desquite de la víspera, la clave estuvo en la pelota parada. De dos tiros libres, uno en cada tiempo, llegaron los goles y estableció la diferencia. Era dos a cero hasta que el partido quedó suspendido en el minuto veintidós del complemento por inferioridad numérica de Jorge Newbery (ver página 7).
El conjunto de Pueblo Nuevo volvió a estar lejos del desempeño que se aguardaba de este equipo. Le faltó juego colectivo y nuevamente dependió de las individualidades. A su vez, para colmo de males, quedó rápidamente abajo en el marcador (a los seis minutos de juego) y desde la media hora de la primera etapa debió afrontar el partido con un jugador menos por la expulsión de Matías Kenan.

Brilló por la eficacia

Rivadavia de Junín mantuvo en este cotejo desquite el orden defensivo, donde tuvo como pilares a sus dos marcadores centrales, Carlos Ruiz y Pablo Carmuega, y al volante central, Nicolás López. Si bien no logró tener el volumen futbolístico de la primera final, encontró alguna facilidad para atacar por el sector derecho y por allí nació el primer gol por una falta a Orrico. Llegó el tiro libre ejecutado en forma de centro de Emmanuel Martínez al segundo palo, Carlos Ruiz bajó la pelota con la cabeza al medio y Ariel Ganci le pegó de aire y la puso contra el palo izquierdo del arquero De Giulio para decretar la apertura del marcador.
Jorge Newbery dispuso de más tiempo el balón, pero abrió poco juego, donde parecía estar su mejor negocio y se reiteró en pelotazos. Sus mejores oportunidades pasaron por un disparo de Sayes que desvió en el arquero Marinello y un rechazo en el área chica de Bufalino tras un cabezazo de Zárate.
Desde el segundo período, Jorge Newbery debió jugarse más y dejó espacios. Después de un tiro desviado de Cabral para el "Albiazul", Alvarez estrelló el balón contra el poste derecho del guardameta De Giulio. Sólo iban tres minutos.
A los doce minutos, otro tiro libre de un costado para Rivadavia por falta a Sánchez. Emmanuel Martínez le pegó al medio del área, Ruiz tocó el balón que disputó con Labatti y le quedó otra vez a Ariel Ganci que marcó el dos a cero.
Ante un Newbery que ya mostraba grietas en su última línea, Ariel Ganci apareció solo y habilitado en el minuto veinte, enfrentó al arquero De Giulio que lo bajó cometiéndole penal y el árbitro correctamente lo ex-pulsó por falta como último recurso para evitar un gol. Llegaron las protestas, la roja para Manuale, los jugadores "Albiazules" encima del árbitro y la suspensión luego que el colegiado Oscar Guillotti anunciara que también estaban expulsados Bruno y Durán. Es decir, el partido no se podía seguir porque Newbery había quedado con menos de los futbolistas que exige el reglamento.
Los de Pueblo Nuevo se dejaron ganar por los nervios tras ir abajo en el resultado. Así perdieron la segunda final consecutiva y la tercera al hilo en el interligas Junín-Chacabuco.
Rivadavia festejó como en el 2007 y curiosamente otra vez actuando de visitante en el segundo partido ante Newbery.