El cordobés Bosio ganó la accidentada final

Ezequiel Bosio fue el ganador de la novena final de la temporada de TC Pista, que se disputó en el autódromo de Rafaela y que finalizó con Bandera Roja debido a un accidente protagonizado por los autos de Alberto Noya y Hugo Fayanás. La prueba fue interrumpida en la sexta vuelta luego de un golpe muy fuerte que se produjo en la segunda chicana cuando el Dodge que conduce Noya realizó un trompo y quedó cruzado en la parte interna del trazado, cuando fue embestido violentamente a la altura de la puerta derecha por el Ford de Hugo Fayanás. La magnitud del impacto generó la preocupación sobre el estado de salud de las dos tripulaciones, sobre todo de Gabriel Miller, acompañante de Noya, quien fue trasladado inmediatamente al Policlínico de Rafaela. Por su parte el piloto del Dodge fue asistido en el Hospital rodante de la categoría y posteriormente también fue derivado al centro médico de esa ciudad. Tanto Fayanás como su acompañante Marcelo Montezanos sólo sufrieron algunos traumatismos leves y fueron atendidos en el circuito por los médicos de la categoría. En lo que tiene que ver con lo deportivo, poco fue lo que se pudo ver ya que antes de la detención, la competencia estuvo neutralizada por un par de vueltas a causa de un desparramo en el primer paso por la segunda chicana. A pesar de los pocos metros de velocidad plena, a Bosio le alcanzó para colocarse al frente del pelotón y una vez relanzada la competencia supo como defender la posición de los ataques que propuso Julián López. La tercera posición le correspondió a Pedro Dandlen, mientras que Oscar Sánchez y Esteban Piccinin completaron los cinco primeros. Al no cumplirse la mitad de las vueltas pactadas, la prueba sólo entregó la mitad de los puntos por lo que a pesar del triunfo Bosio no pudo trepar a lo más alto del torneo, que sigue siendo liderado por Juan Bautista de Benedictis aunque ahora solo con 6,5 puntos de ventaja sobre su escolta. Lamentablemente el TC vuelve a irse con mucha preocupación de la ciudad de Rafaela y ayer se decidió suspender la disputa de la novena fecha del año, como consecuencia del accidente fatal que se produjo en la carrera del TC Pista y que le costó la vida al copiloto Gabriel Miller. El accidente se produjo durante el desarrollo de la quinta vuelta, cuando el Dodge de Alberto Noya se cruzó en la zona de la chicana y fue chocado violentamente en su parte lateral derecho por Hugo Fayanás. Como consecuencia de ello Miller y Noya fueron trasladados urgentemente al Hospital local donde el primero dejó de existir y el piloto se encuentra en grave estado (coma 3) y fue trasladado al Sanatorio Güemes de Capital Federal. Debido a este trágico incidente, los pilotos del TC decidieron adherirse al duelo, poner los autos en 45 grados en la pista, en forma de luto y no disputar la final de la categoría. La decisión se tomó luego de una reunión que mantuvieron los pilotos de la categoría y sus acompañantes. La competencia no realizó en señal de respeto a las familias de los involucrados en el trágico accidente que tuvo lugar en la final del TC Pista. Ernesto Bessone fue el vocero de los pilotos encargado de realizar el anuncio en una improvisada conferencia de prensa en la que se confirmó el fallecimiento de Gabriel Miller, acompañante de Alberto Noya. «Debido a la gravedad del accidente y por respeto a la familia. Tomamos la decisión de no correr», explicó Bessone. 

Oscar Aventín conmovido por el trágico accidente

Oscar Aventín se mostró conmovido por el accidente que involucró a Alberto Noya y que le costó la vida a su acompañante, Gabriel Miller, aunque señaló que el impacto superó los límites que uno puede imaginar en cuestiones de seguridad y afirmó que el circuito de Rafaela no es mucho más riesgoso que otros. «Se viene trabajando como nunca desde hace unos años con el tema de seguridad, con células de seguridad construídas dentro de los autos para que los impactos no lleguen al piloto, pero todo tiene un límite. No hay nada que pueda salvar un impacto de tal magnitud», explicó el titular de la ACTC.Con respecto al circuito, Aventín dijo que es claro que es peligroso y muy veloz pero «no mucho más que cualquier otro autódromo argentino». «Cuando un auto que hace un trompo queda cruzado en la pista y otra máquina lo embiste es casi siempre con consecuencias muy graves aún estando todas las condiciones dadas para soportar un golpe. Eso es un riesgo asumido de esta profesión».

El responsable de la categoría avaló la decisión tomada por los pilotos acerca de no correr la final ya que «ninguno estaba en condiciones anímicas para largar» y por último hizo un llamado a la comprensión por parte del público: «Los pilotos se brindan en todos los sentidos y dan un espectáculo a todo o nada en cada competencia, entonces el público debe entenderlos y saber que en un momento así no tienen el ánimo ya que acaban de perder a un compañero, un amigo».