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ANIVERSARIO DEL MUSEO DE EUSEBIO MARCILLA

Guerrieri: «Hoy los pilotos se esconden del público»

Si el viernes por la noche escucharon un rugir en el cielo, era la coupe Chevrolet de Eusebio Marcilla que saludaba a un señor periodista, don Julio Guerrieri del avión de Carburando. Ellos nos propusieron en el auditorio del Centro de Empleados de Comercio vivir un Gran Premio diferente, el de la nostalgia, de la picardía, de la tragedia, del respeto deportivo y de la amistad.

Por Claudio Raffaeli
Especial para DEMOCRACIA

Julio, bienvenido a Junín, en un día tan especial.

«Muy feliz de estar con Uds., respondiendo a la invitación de los amigos, como Edmundo y el resto de la Agrupación. A mí siempre me conmueve Marcilla y cuando es un encuentro de esta naturaleza, hay que responder. Yo no soy conferencista, ni nada por el estilo, sólo soy un narrador de vivencias».

-Hoy recordando tu relato desde el avión, fue una noche de alto vuelo.
«No sé si fue de alto vuelo (risas), pero fue buscar un poco el relato y paisajes diferentes, de épocas distintas hasta desembocar en el verdadero homenaje a Eusebio».

-¿Cuál es tu opinón de este automovilismo actual?
«Es muy frío, antes corría el TC y era la fiesta del pueblo. Desde el lunes estabas informando a todos los medios nacionales de las perspectivas de la carrera, venían los autos a conocer el circuito y te invitaban a vos a conocerlo juntos. Después, llegaba el día de la carrera, parque cerrado y luego la noche de gala; donde el público podía disfrutar con los ídolos, mano a mano, como nosotros ahora. Hoy se te meten en un motorhome, se esconden y se van. Qué disfrutaron de la gente, nada. Antes había un respeto considerable y se lo trataba al piloto como un corredor de autos. Hoy se ve un léxico que no se ajusta en nada a lo que tiene que ser un medio de información, se debe informar y formar a la gente».

-Hay muchas anécdotas, pero sólo una te pido para compartir.
«Hay varias del avión, hoy te digo que uno vive de milagro, pero te cuento la de la cordillera. Veníamos de traspasar la Cuesta de Huaco, llegamos a Los Palacios, Villa Unión y la Cuesta de Miranda enfrente nuestro, esta se vuela a 4000 metros de altura, es un callejón que no te permite retroceso alguno. Estábamos charlando con Nicoletti (piloto) y me dice «ahí después de la cuesta, la otra vez nos caímos con el avión, junto a Socoloz y Marinezco (todos de Carburando), siguiendo al auto de las corredoras suecas en el Gran Premio de Turismo». No termina de decirlo cuando se produjo una humareda dentro del avión. No teníamos matafuegos, había un tanque suplementario de nafta donde el equipo estaba apoyado sobre el asiento y sabés lo que era ese momento y a esa altura.
Por obra y magia de Dios se apagó el fuego, pasamos el cerro de Velazco, aterrizamos en La Rioja y cuando revisamos el equipo, me dice Nicoletti, «mirá porqué casi nos matamos», se había quemado un condensador chiquito que no sería más grande de 5 cms».

-Edmundo Marcilla, presidente de la Agrupación del Caballero del Camino:
«Es un momento muy especial, no sólo por el aniversario del museo de Eusebio Marcilla, sino que aquí es donde nació Eusebio. El Club Sarmiento nos facilitó el cuadro tan emblemático para la ciudad (que estaba en el hall de entrada a vestuarios). Estamos muy agradecidos al público que nos acompañó, a toda la gente de la Agrupación por su trabajo, al comercio y la industria que nos dio una mano y por supuesto a Julio Guerrieri que nos hizo ver una historia del automo-vilismo, que no se ve en los periódicos. Creo que hoy se llevan otra imagen de los inicios del automovilismo y para el apasionado otra imagen de cómo se vivían las carreras. La verdad era para seguir toda la noche. El Museo Histórico va a quedar rotativo, según las muestras. Cuando esté el lugar físico vamos a traer la coupé 40 que está en Balcarce. Se están juntando elementos, fotos, anécdotas, para poder contar con una muestra estable y entonces sentarnos a conversar con la gente de Turismo. La idea es armar una muestra itinerante de la figura de Eusebio, llegar a distintos lugares del país y hacer el intercambio. Se nos están pasando los años y hace mucho tiempo que no se puede concretar, si bien todavía hay gente de aquella época, cada vez son menos.
Gracias a Uds., siempre por la colaboración que nos dan, son parte de esta Agrupación, son nuestras espaldas porque tienen la experiencia y capacidad, esto también extensivo a Jorge Hankin que siempre nos genera ideas, a veces nos falta tiempo, pero muy agradecidos con Uds».

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