Un amor eterno se formó entre el “Toti” Iglesias y el hincha de Sarmiento, un afecto que desde hace 28 años permanece intacto. Un ídolo foráneo que se ganó el cariño de toda la ciudad a base de humildad, sacrificio, buen juego y muchos goles, entre los que se destacan los convertidos frente a Chacarita para obtener el campeonato y ascender a la “A” y contra Estudiantes en La Plata, que dejó al equipo en la máxima categoría. En esta nota exclusiva con DEMOCRACIA, el “Toti” rememora esos años dorados.
Su llegada al club en 1980
En el verano del año ochenta, nadie imaginaba que llegaría a la ciudad el jugador que quedaría grabado en la memoria de todo hincha “verdolaga”: José Raúl “Toti” Iglesias ponía sus pies en Junín sin que nadie lo conociera. Pero el destino quiso que el delantero pase a ser la figura de ese torneo, convirtiéndose en goleador con 25 tantos y en pieza clave del ascenso. Ahí comenzó a escribirse una de las páginas más gloriosas del club, mientras el “Totigol” enamoraba al público “verde” para siempre.
-¿Cómo fue tu llegada al club?
- Estaba entrenando con los jugadores libres en Palermo, con Fischer, Glaría, Espósito y muchos más. Vino la gente de Sarmiento y a mí me llevaron como relleno. Llegué con mi bolsito en silencio y terminé siendo una de las figuras (risas). Yo fui al club a jugarme una de mis últimas fichas y se dio todo de una manera que no lo esperaba.
-¿Qué significa Sarmiento en tu vida?
- Es algo muy especial, uno de los eslabones más importantes de mi vida. Cuando estaba en Racing o en Valencia y me hacían una nota yo siempre nombraba a Sarmiento porque me devolvió la vida. Estaba sin club, sin saber si iba a continuar jugando y acá me abrieron las puertas. Por eso nunca me olvido de Junín. Me tiraron un salvavidas. Sino hoy, sin desmerecer, estaría manejando un taxi.
-Metiéndonos en el torneo de la “B” en el que fuiste goleador y una de las máximas figuras, ¿qué partido recordás como el del click?
- Hubo muchos. De entrada el equipo venía mal, ganábamos sólo de local y eso llevó a que Cadars se fuera. Ahí el próximo partido era contra Chicago y si no le ganábamos se iba todo al diablo. Otro partido fundamental fue contra Atlanta en Junín: llegábamos los dos punteros, ganamos 2 a 0 y sacamos chapa de candidato. Era un grupo con mucha personalidad, fue un torneo muy parejo que lo ganamos a lo último.
-Para aquel que no vio ese histórico equipo, ¿cómo jugaba?
- Era muy disciplinado, aguerrido al máximo, no se achicaba nunca. Jugábamos muy bien de contra. Eran dos líneas de guerreros que me tiraban la pelota para que me las arreglara arriba y por suerte anduve derecho.
-El triunfo en cancha de Banfield sobre el final del torneo, ¿fue el partido del campeonato?
- Seguro, ese fue el partido. Nunca en mi vida vi la parte visitante de esa cancha con tanta gente. Salí del vestuario y ver todas esas banderas verdes fue algo imborrable. Sabíamos que si ganábamos ese partido era muy difícil que se nos escapara el título. Ellos estaban incentivados y antes del partido me saludé con Premici que había jugado conmigo en San Lorenzo y me dijo: “es casi imposible que nos ganen hoy”. Y me descolocó porque me lo dijo tan seguro… Pero salimos a la cancha y fuimos unos leones. Los pasamos por arriba y cuando ganamos dijimos: “Listo, somos campeones…”.
Su malestar con el actual presidente
-Sorprendentemente estás desilusionado con el presidente de Sarmiento
- Lamentablemente sí. Me siento decepcionado con Fernando Chiófalo porque creí conocerlo, un tipo en el cual confié, que nos sacamos fotos cuando le pusieron mi nombre a la cancha en la Ciudad Deportiva y hoy me siento usado. A él yo no le debía nada sino a los hinchas y ese es mi orgullo, porque ellos me eligieron y voy a estar feliz con Sarmiento toda la vida. Recuerdo unas palabras de él: “Cuando necesites algo yo y Sarmiento estamos a tu disposición”. Desde el año ochenta hasta hoy jamás le pedí nada al club. Me llamó mil veces por distintos motivos, para que lo asesore con algunos jugadores u otras cosas y siempre estuve. Ahora qué pasó. Llega mi hijo de España de jugar en el Oviedo dos años y por una cuestión de que quiero que se quede en el país, lo llamé al presidente para decirle: quiero reeditar lo que yo viví en el club. Y no es que iba a llevar un picapiedra. Era un jugador que hace dos años es titular en el Oviedo y a mí se me ocurrió esta idea de que él pueda hacer lo mismo que me pasó a mí: llegar sin que nadie me conociera y después todos saben el final. Por eso le dije: “Fernando, podés llevarlo a Sarmiento. No quiero nada a cambio: es más si te parece probamos y, si no te convence, te doy mi palabra de que rescindimos el contrato. Todo esto sin gasto alguno”. Y me respondió: “Sí, ningún problema mañana te llamo”. Hace un mes de esto. Jamás me volvió a llamar. Por eso estoy dolido, porque me siento utilizado políticamente, ya que cuando me necesitó me llamó siempre y ahora no fue capaz de contestarme. Eso fue lo que más me molestó.
-Para que quede claro. A vos te molestó más que no te haya devuelto el llamado y no que le hayan cerrado las puertas del club a Lucas.
- Por supuesto. Además en esa charla él me había dicho que necesitaban un marcador central o un lateral derecho. No entiendo porqué después no dio la cara. Me dolió mucho que me hayan dado la espalda después de todas las palabras que me dijo en su momento. Esto no es contra Sarmiento, sino con una persona que me usó y luego no me devolvió un llamado. Yo estaba seguro que el pibe iba a andar bien e iba a pasar lo mismo que conmigo. En la última temporada, de 40 partidos jugó 36. Por eso lo quise llevar a Junín. Y te repito: no le salía nada y era un favor para ambas partes. Estoy hablando desde el dolor. Hace un mes quedó en llamarme y nunca más se puso en contacto conmigo. Una lástima. Por eso quería que la gente que tanto cariño me dio se entere de ésto. Si él quiere salir a contestar quiero ver qué dice. Sabe que no mentí en una sola palabra. Yo imaginé que era mi casa.
MANO A MANO
José Raúl “Toti” Iglesias: “Sarmiento es uno de los eslabones más importantes de mi vida”
Luego de muchos años, uno de los jugadores vitales en la historia de Sarmiento habla de todo. En esta primera parte de la entrevista, que continuará el lunes próximo, recuerda su llegada al club, los partidos claves para lograr el ascenso y el afecto de la gente. Además, muestra su enojo con el actual presidente de la institución, Fernando Chiófalo.
COMENTARIOS