POR EL FIN DE SEMANA

Las escapadas cortas siguen siendo un boom

A partir del viernes, los balnearios de la costa se empiezan a llenar como en ningún otro día. Es que se suman los “visitantes del fin de semana”, y entonces las playas “revientan”. Más todavía con el clima de los últimos días, donde reinó el sol y el calor.
Pero además, se espera que miles de nuevos veraneantes lleguen para la segunda quincena, que para algunos virtualmente arrancará en estos días.
El nivel de reservas en algunos puntos de la Costa Atlántica supera el 90%. En la mañana del sábado unos 2.250 autos por hora circularon por la ruta 2 hacia Mar del Plata y otros balnearios, y eso repercute luego en las calles, donde encontrar un lugar para estacionar se convirtió en una odisea, al igual que sacar plata de los cajeros automáticos, escasos en la zona: es necesario armarse de paciencia para soportar largas colas, que en algunos momentos superan los 50 metros.
El problema del efectivo se repite en casi todos los balnearios de la Costa: los negocios y restaurantes que aceptan pagos con tarjeta de crédito o débito resultan ampliamente beneficiados. La mayoría de los turistas intenta este medio de pago.
“El pelado Diego”, como quiere que lo llamen, se dedica a la venta ambulante en las arenas de Playa Grande (Mar del Plata) y para adaptarse al problema de la falta de efectivo se mueve con un posnet inalámbrico. Despliega un paño sobre la arena, muestra vestidos y carteras a unas señoras que parecen interesadas en llevarse algo. Después de un rato sacará de su bolso el aparato para pasar tarjetas. Dice que a él no le funciona tanto porque la “gente es desconfiada” y no se anima.
También en San Bernardo el inicio de la etapa más fuerte quedó reflejada por las demoras, en algunos casos de más de una hora, para conseguir mesa en los principales restaurantes del balneario. Como a fin de año, también volvieron a verse largas colas en las heladerías, rotiserías y supermercados, entre otros negocios. “Por momentos estamos desbordados. Pasó en Año Nuevo y este fin de semana, y así parece que será hasta febrero. Por un lado es muy bueno, porque en invierno es duro y tratamos de hacer la mayor diferencia en la temporada, aunque a veces es demasiado y ya se hace muy difícil atender bien a los clientes”, cuenta Juan Carlos, detrás del mostrador de una casa de comidas en la que los clientes deben sacar número y esperar su pedido en la vereda.
Por otro lado, a diferencia de los guardavidas de otros municipios de la Costa, que esta temporada izaron todas las banderas que informan sobre los diferentes estados del mar en señal de protesta por las condiciones de trabajo y por reclamos en el salario; los de San Bernardo no iniciaron medidas de fuerza: pertenecen al Partido de la Costa y llegaron a un acuerdo.

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