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TRIBUNA DEL LECTOR

Nada nuevo

Dijo José Ingenieros: “…cada cierto tiempo, el equilibrio social se rompe a favor de la mediocridad”.
     Creo que la pretensión para escapar de la mediocridad, sumado a una notoria falta de idoneidad y la circunstancia de ya estar transitando un periodo electoral (necesidad de ser noticia y prensa), podrían ser la explicación de una serie de iniciativas o proyectos del oficialismo, que han suscitado en muchos sectores de la población rechazo y hasta indignación.
Uno de ellos sería el de hacer efectivo a quienes están cumpliendo una condena privativa de la libertad y desarrollan tareas laborales, además del sueldo de $ 4.000 mensuales, aguinaldo y algún otro beneficio.
Si trabaja, es justo que perciba una remuneración, pero si comenzamos a anexarle otros rubros, en una actitud demagógica inexplicable, como ya están agremiados, a corto plazo los veremos discutiendo convenios en paritarias con el Gobierno.
Aunque, con un poco de humor negro deberíamos considerar que si sus pretensiones no fueran satisfechas, no estarán en condiciones de realizar piquetes o cortes de calle.
Otro, el pago de una asignación mensual de $ 8.000 a los “travestis”. Este disparate, no es más que premiar a los homosexuales que se han trasvestido y que con alguna intervención de cirugía plástica se largaron a ejercer el oficio mas viejo del mundo. Es necesario puntualizar que los sueldos, subsidios o como se los quiera llamar de estos casos, superan el haber de alrededor del 70% de los jubilados, que ronda los $ 3.200.
Por último, el proyecto de una coterránea, diputada provincial, por el que se dispondría la obligatoriedad de que en todos los sectores de atención de los organismos oficiales, sólo se vea la Televisión Pública.
Es evidente que los niveles de autoritarismo creciente de los militantes de La Cámpora y su premura en copar las principales estructuras del Estado no conoce límites y la obsecuencia más impúdica parece ser un medio  idóneo para garantizar las carreras políticas.
Los que tenemos edad suficiente para recordar los años 50, no olvidamos aquello de “alpargatas sí, libros no” y los textos escolares transformados en verdaderos panegíricos del gobierno o la afiliación obligatoria para acceder a un empleo público o un préstamo hipotecario o el luto obligatorio, etc., etc.
Dijo el constitucionalista René Balestra, refiriéndose al populismo peronista: “…es un caleidoscopio. Puede ofrecer y ofrece cualquier combinación de formas y colores. Lo que no puede ofrecer –por su etiología- es solución ni porvenir”.

Carlos José Albarello
DNI 4.959281

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