INDIGNACIÓN VECINAL

El descontrol de las motos se tornó “inmanejable” para el municipio

Lejos de terminar, la pesadilla del caos de motos en Junín es cada vez más frecuente y ya no solo se padece durante las noches de los fines de semana, sino también de tarde y días hábiles.
Como viene reflejando este diario, transitar en esos horarios por la zona céntrica ya se convirtió en una experiencia negativa para quienes buscan un momento de esparcimiento o paseo. Muchos de ellos son turistas.
Llama la atención la permisibilidad de la Municipalidad de Junín para con los vándalos ante una conducta que se dejó crecer con los años. No sólo por las hordas de motociclistas que invaden la avenida San Martín.
Un ejemplo concreto de la desidia municipal es la inacción ante una violación permanente: las motos que cruzan a través de las rampas para discapacitados situadas en el boulevard de San Martín, entre Roque Sáenz Peña y General Paz. Una situación de extremo riesgo para peatones, automovilistas, personas con movilidad reducida y mujeres con cochecitos que deben adivinar las maniobras o quedar paralizados a mitad de la calle ante la irrupción de la manada. La falta de una medida como colocar laberintos similares a los de los pasos a nivel ferroviarios (que permitan el paso de sillas de ruedas y cochecitos) o un inspector que frene a los violentos es una muestra de la falta de voluntad.
"Esto pasó siempre. Vienen por la avenida y cuando llegan a la plaza de las armas se mandan a la vereda como vienen. Caminar con chicos por ahí es una pesadilla. Cuando eran unos pocos no se hizo nada y ahora se llegó a algo inmanejable. Encima nadie quiere que se controle. Los turistas seguro eran gente de los barrios que fueron a pasear al 'Junín lindo'. Una vergüenza todo. ¿Y la emergencia vial?", se quejó una lectora de Democracia.
"Quiero informarles que eso que hacen los chicos ahora con las motos por arriba de las plazoletas lo empezaron a hacer los primeros inspectores que habían puesto. Ahora no tienen más control de nada", dijo otro comentarista.
"Junín es tierra de nadie", afirmó Osvaldo Emilio Stabile.
"Es una vergüenza lo que se vive en muchas calles de la Ciudad, a diario y a cualquier hora. Ruidos insoportables, pasan semáforos en rojo, circulan sobre las plazas. No puedo creer que nadie pueda hacer nada!", dijo Juli Ganci.
"¿No van a hacer nada para terminar con estos forajidos? ¿Piensan decir que trabajan haciendo foto multas, que es como salir de caza dentro de un zoológico?", dijo Carlos Andres Ducasse.