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GRANDES GANANCIAS, CON ESCASOS CONTROLES

Dicen que el estacionamiento medido no funciona y piden saber cuánto se recauda

Ediles de la oposición aseguran que con la ampliación a la zona 2 colapsaron las adyacencias. Además, en la zona 1 prácticamente no hay lugar para aparcar. Sostienen que es meramente “recaudatorio”. Piden destinar los fondos a mejorar el tránsito.

En cualquier ciudad el objetivo de implementar el estacionamiento medido es desalentar el aparcamiento de los vehículos en un área determinada, para así ganar espacios libres y mejorar la circulación y el tránsito en general.
Tienen que existir, por ende, lugares vacíos. Algo que en la zona 1 de Junín, en rigor, casi no ocurre y es muy difícil hallar lugar para estacionar, especialmente en las horas de mayor flujo de vehículos.
¿Las razones? En un primer momento, cuando el radio tarifado no había sido extendido a la llamada zona 2, la mayoría de los usuarios dejaba el rodado a unas pocas cuadras de las arterias principales del centro y, por ende, el sistema funcionaba casi a la perfección: había lugar para estacionar en la zona 1 y si bien la zona 2 tenía un elevado número de autos estacionados, esta misma situación se da ahora en las adyacencias a los lugares rentados.
Con un agravante: no sólo no hay lugar para estacionar en las calles cercanas a la zona 2, sino que tampoco hay espacios libres en la zona 1, con lo cual quedó totalmente desvirtuado, con todo, el motivo de poner en práctica este sistema.

Un gran negocio, con pocos controles
 
El concejal por el bloque Junín para la Victoria Juan Manuel Sequeira opinó que el estacionamiento medido terminó siendo “un gran negocio”, con escasos controles y precisiones, ya sea sobre el uso de esos fondos y sobre la recaudación.
De hecho, ayer Democracia se comunicó con el gerente comercial de la firma que explota el servicio -Pague Por Celular (PPC)-, Sergio Canu, quien no quiso hacer declaraciones ni contestar las requisitorias de este diario, como cuántos cobradores contratados tiene la compañía, cuánto recauda la empresa, quiénes son los accionistas de la compañía, entre otras.
“No sabemos cuánto se recauda y tampoco hemos podido lograr que ese dinero se destine a mejorar el tránsito”, afirmó Sequeira.
Y agregó: “El segundo anillo (por la zona 2) no tiene ninguna razón de ser, está vacío, y esto hizo que colapsen las calles aledañas. En síntesis, creo que entorpeció aún más el tránsito y hay zonas que son un caos”.
En la misma línea, el edil de Unión-PRO Pablo Petrecca cuestionó el sistema y dijo que “no funciona”.
“Dejo el auto en el local y no pago porque no hay cobradores. Si funciona así, el sistema es muy malo”, agregó.
Pero fue más allá, y dijo que “la zona 1 era entendible porque se evitaba que el empleado estacione en la puerta del comercio. Se logró descongestionar el tránsito, pero la zona 2 fue un error garrafal, porque se volvió a traer el tránsito al centro”.
En esta línea, el concejal macrista consideró que “el sistema no está funcionando” y “es poco amigable” con el usuario.
“Además, si pagás por mes tenés un descuento, lo cual es un contrasentido, porque se supone que con el estacionamiento medido se busca desalentar que estacionen los empleados, esto es recaudatorio”, opinó.
Consultado sobre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, señaló que allí hay parquímetros en cada esquina, que funcionan con monedas y “es más práctico”.

Entre los más caros…
 
Con una tarifa de 5 pesos, el estacionamiento medido en Junín es uno de los más caros del territorio bonaerense y cada vez hay más cuadras repletas de autos en las zonas aledañas al sector de pago.
El hecho de que el importe en Junín esté por sobre los de ciudades como Pergamino, Chivilcoy, Mercedes, Olavarría, Tandil, La Plata e incluso la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, conlleva el agravante de que, a diferencia de Junín, en dichos distritos existe una alternativa de transporte público para movilizarse.
En esta ciudad, la inexistencia de ese servicio hace aún más exclusivo el ingreso al centro para personas con movilidad reducida.
Cuando fue puesto en marcha, en febrero de 2012, el sistema de estacionamiento medido arrancó con un precio de 2,38 pesos por hora y hasta diciembre pasado costaba 3 pesos. Sin embargo, en los últimos cuatro meses, la tarifa trepó a 4 y ahora se ubica en los 5 pesos.
Dicha suba, tal como informó Democracia en su edición del sábado 12 de abril último, significó un incremento del 115 por ciento en dos años, muy por encima del índice inflacionario en esos 24 meses que rondó el 55 por ciento, según un estimativo de las consultoras privadas.
A raíz de esas subas, quienes tienen las posibilidades de hacer unas cuadras a pie, hasta se “pelean” por estacionar el auto en las zonas cercanas al centro en las que aún no se cobra por estacionar en la vía pública.
Es común ver en varias cuadras autos estacionados en lugares no permitidos como esquinas, bajadas de garaje y obstruyendo rampas para discapacitados. 

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