Antes de fin de mes, la gestión del relleno sanitario de nuestra ciudad estará a cargo de la Municipalidad de Junín. Así lo adelantó ayer a Democracia el secretario de Desarrollo Económico y Planeamiento Estratégico, Oscar Palma, quien explicó que la decisión llega luego de “averiguar los elevados costos” que un eventual llamado a licitación podría generarle a la comuna.
“El monto que implicaría una licitación no es conveniente para el Municipio”, aseveró el funcionario, que en los últimos días mantuvo una serie de reu-niones con la Provincia, específicamente, en el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).
“Averiguamos para hacernos cargo del relleno sanitario y ya presentamos el proyecto al OPDS para llevar a cabo un plan de reconversión, que calculamos que nos demandará cuatro años”, señaló y agregó que, “paulatinamente, el relleno será trasladado a otro predio alejado de la ciudad y quedará cerrado”.
Según pudo averiguar este diario, la tecnología que utilizará el Municipio, conforme a las leyes provinciales, seguirá siendo la del relleno sanitario que impide que los líquidos contaminantes que emanan los residuos se filtren a las napas.
“Falta terminar un camino, que lleva a la cava más profunda, para volver a utilizarla. Y después el reciclado lo vamos a delegar en varias cooperativas locales, que ya tienen experiencia”, dijo.
“Antes de fin de mes, el Municipio va a tomar el control del relleno”, aseguró.
Balance
Sobre el desempeño de la empresa GIRS SA, a cargo del relleno sanitario, Palma afirmó: “Hubo distintos momentos. En cuanto al reciclado, el balance es muy positivo, porque se trabajó muy bien y se generó un cambio cultural, con la implementación del programa ‘Lunes verdes’, que hoy no funciona porque no podemos estar separando, porque la empresa ya no está; sólo mantiene la seguridad. Después, cuando la empresa comenzó a tener problemas económicos, ya no pudo mantener el servicio”.
Junín, atrasada
Como reveló Democracia en su edición del 8 de junio último, la falta de tratamiento de los residuos desde el inicio de la gestión de GIRS SA convirtió al relleno sanitario en un basurero a cielo abierto. Mientras tanto, las ciudades de la Región tomaron ventaja con respecto a Junín, con la construcción de plantas de procesamiento con clasificación, reciclado y aprovechamiento de los residuos.
En Pergamino, por ejemplo, funciona un centro de tratamiento y disposición final de los residuos que incluye relleno sanitario, compostaje y hasta un vivero. En el mismo trabajan en conjunto personal municipal y una empresa contratada por licitación.
Según pudo saber Democracia, el año pasado hubo problemas con la empresa ganadora de la licitación y el municipio no demoró en rescindirle el contrato y contratar otra. La disposición de los desechos en la planta para los vecinos es gratuita.
En Chacabuco, en tanto, que hasta la fecha depositaba los residuos en un basural, este año inaugurarán una planta integral para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos.
En diálogo con Democracia, Mauricio Perfetti, subsecretario de Medio Ambiente, afirmó que el proyecto comenzó “hace dos años” y “ya está la obra civil de la planta de clasificación próxima a terminarse”.
A su vez, señaló que el municipio adquirió maquinaria que el mes que viene será instalada. El centro de procesamiento que construye Chacabuco, que funcionará en el mismo lugar que el actual basural a siete kilómetros de la ciudad, tendrá capacidad para tratar las 50 toneladas de basura diaria que produce por día, con la posibilidad de ser ampliada a cien toneladas para el futuro. La obra demandó una inversión de 7 millones de pesos. Parte de los fondos fueron aportados por la Secretaría de Energía de la Nación, a través de gestiones del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez.
En esa ciudad, también avanzan con la contenerización de la basura. “Se compró un camión recolector y 100 contenedores para comenzar por las avenidas importantes”, dijo Perfetti, quien agregó que este emprendimiento demandó una inversión de otros dos millones de pesos. También llevan adelante un proyecto para clasificar los residuos desde el origen, que luego serán reciclados en la nueva planta.
Con el viejo basural, el funcionario afirmó que será “abovedado” ya que de “todo sitio utilizado como basural no puede sacarse la basura”, a partir del asesoramiento del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).
El perímetro además será rellenado con tierra “para que el agua no penetre y pueda escurrir hacia lugares donde no hay riesgo de contaminación del agua de las napas. “Igualmente está a 7 kilómetros de la ciudad y alejado de los pozos de extracción”, manifestó.
La planta funcionará con 20 trabajadores que estarán en una cooperativa, parte de su sueldo será municipal y la otra parte será de lo recaudado por los residuos recuperados, y otros diez empleados municipales.
En Lincoln, en 2011 fue inaugurada una planta de tratamiento de residuos sólidos con capacidad para recibir 50 toneladas diarias. Está situada sobre la Ruta 60, a 5 kilómetros de la ciudad.
En General Villegas y Ameghino, también avanzan en la separación de origen y tratamiento en rellenos sanitarios con minimización de los residuos.
CRISIS DE LA BASURA
El Municipio se hará cargo del Relleno Sanitario y será trasladado en cuatro años
Lo adelantó a Democracia el secretario de Desarrollo Económico y Planeamiento Estratégico, Oscar Palma, quien explicó que la decisión llega luego de “averiguar los elevados costos” que un eventual llamado a licitación podría generarle a la comuna.
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