TRIBUNA DEL LECTOR

La falta de colectivos, una condena

Los miércoles son los días que más trabajo, saliendo de mi casa a la madrugada y volviendo a la noche. A pesar del cansancio de la jornada, leo el diario. Y, créanme, que al detenerme en las declaraciones del intendente Mario Meoni (Democracia, 23/4, pág. 4) sobre la implementación de micros urbanos en Junín, no sólo olvidé mi agotamiento, sino que la indignación e impotencia me motivaron a escribir esta carta de lector.
Para que el lector pueda comprender el porqué de mi enojo, debo contarle que soy docente de teatro y este año trabajo en Rojas; que por razones económicas me movilizo a dedo, lo que significa que debo llegar a la ruta caminando, ya que carezco de otro medio de transporte.
Vivo en la zona de Prado Español (a pocas cuadras de la casa del Intendente), y como dije los miércoles inicio mi jornada a las 6, cuando salgo (caminando) con mi guardapolvo blanco por Posadas hacia la deteriorada avenida de Circunvalación, paso el puente, el Parque Industrial, hasta llegar a la rotonda de la Ruta Nacional 188 y la mencionada avenida, para ahí sí, hacer dedo a Rojas, distancia que recorro en una hora.
Mi regreso a casa no es mucho más feliz, ya que en su mayoría responden a mi “dedo” camiones que continúan su trayecto por la Ruta 188 y, por ende, yo me bajo en la rotonda de avenida República y así cruzo exactamente todo Junín, hasta llegar al extremo contrario de la ciudad donde vivo (por supuesto, todo caminando).
Y así mi condena de Sísifo se repite de lunes a viernes (exceptuando los días que algún generoso conductor ingresa a la ciudad y me alivia unas cuadras).
Debido a las virtudes del ejercicio aeróbico y gracias a Meoni (que decide no poner colectivos), sobrepeso no voy a tener.
Pero créanme que, aunque engorde unos kilos, muchas veces preferiría tomarme un colectivo urbano y caminar unas cuadras menos.
Cito al Intendente: (…) “No por quedar bien con algún sector vamos a poner colectivos”. Le pregunto a Meoni ¿Se da cuenta usted, que ese “algún sector” somos los ciudadanos más desfavorecidos? Aquellos que carecemos de automóvil o que no podemos pagar una bajada de bandera a $ 16. Ahora que su realidad económica, gracias a su participación en la política, ha cambiado ¿Se olvida de cuando era pobre y debía “patear la calle”?
El artículo dice textual: (…) “Prometió seguir trabajando en la evolución del transporte sustentable” (entre otras cosas) y unos párrafos más abajo dice que “el micro tiende a ser reemplazado por transportes más rápidos como subterráneos o trenes” y vuelvo a preguntarle al Intendente: ¿Se trabaja en la evolución del transporte sustentable para Junín? En vez de colectivos ¿La ciudad tendrá trenes? O ¿Mejor  son los subterráneos? Ojalá muy pronto nos sorprenda con una noticia semejante, un transporte ágil, seguro y económico para Junín. Pero si no es así, bueno sería que empiece por los colectivos.
Soy el autor y director de “Escape libre”, la obra de teatro que tiene como temática el problema del tránsito juninense, propuesta por un concejal para ser declarada de interés municipal y la respuesta por la negativa, quizás por expresar una postura diferente a los intereses del gobierno de turno. La obra termina con la frase “la ciudad sin colectivos es un suicidio”. Yo sí creo, a diferencia de Meoni, que el inicio al problema del tránsito es la vuelta del micro a Junín.
Solicito al lector que cuando vea en la mañana muy temprano a un maestro caminado por la ruta o a una madre caminado con sus chiquitos desde los barrios más alejados al hospital, o a un padre con tres chiquitos en la moto, tenga por seguro que la decisión política de no traer colectivos a Junín tiene nombre y apellido: Mario Meoni.

Pablo Rojas

DNI: 32.923.553

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