El mercado automotor juninense, caracterizado por su dinamismo y fuerte crecimiento, con ventas que el año anterior se ubicaron en las 2.500 unidades nuevas patentadas, sintió el efecto de la devaluación.
Las concesionarias trataron de mantener el valor de los vehículos a los clientes que ya tenían pautada la operación, porque incluso en muchos casos estaba otorgado y tomado el crédito por el saldo de compra, pero con el resto, los aumentos se trasladaron de inmediato y no faltaron las discusiones con quienes habían hecho alguna entrega.
La realidad es que “los fierros” se mueven a otra velocidad, y como tienen buena parte de sus componentes importados, los aumentos en casi todas las marcas rondan entre el 20 y el 30%.
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