Los ladrillos se quedaron quietos
En las agitadas aguas de la economía pos devaluatoria, el mercado inmobiliario juninense no sufrió saltos en los valores de las propiedades usadas, porque los precios ya estaban pesificados y no se movieron frente a esta nueva realidad.
Los martilleros consultados confirmaron que las operaciones que están en proceso de negociación, siguen su marcha sin dificultades, aunque coincidieron en señalar que “el que vende busca calzar su operación con otra compra, para quedarse el menor tiempo posible con los pesos”.
En ese sentido, también dijeron que si se repite en parte el proceso del año 2001, los inmuebles usados mantendrán su precio en pesos, pero sufrirán una baja en dólares, que podría rondar en aproximadamente el 30%.