Es evidente que tenemos un problema en nuestro tránsito y negarlo no ayudará a encontrar las soluciones.
Problema que obedece a múltiples factores, pero no es la intención de esta nota analizarlos en particular; aunque sí, no puedo dejar de mencionar la responsabilidad que nos corresponde a todos y es la de ser más solidarios en nuestro andar diario, en pensar en nuestro prójimo y en el cumplir toda la normativa vial vigente.
Actualmente nos encontramos ante un gran problema, que es consecuencia de años de no hacer y que nos llevará años de hacer, para poder encontrar las soluciones. Pero hoy la sociedad nos está reclamando medidas urgentes y soluciones de corto plazo, para poder resolver así las famosas picadas o el amontonamiento de chicos y no tan chicos, que con sus motitos alteran la paz de sus vecinos.
En estos días, junto a mi compañera de banca, laura Ricchini, hemos estado hablado con el grupo Estrellas Amarillas, con Motoqueros, con el servicio de emergencia médica, con empresarios y concesionarios de motos, con jueces, funcionarios y con las fuerzas policiales, además de revisar todas las ordenanzas vigentes.
Como concejales, nos comprometimos a trabajar fuertemente en todo lo concerniente al mejoramiento de tránsito. Es así que en conjunto con el resto de los bloques dejamos de lado toda diferencia partidaria y nos abocamos al trabajo en conjunto, en busca de soluciones superadoras.
Es por eso que solicitamos una audiencia pública para escuchar y juntar a todas las partes y así declarar la emergencia vial a los efectos de dotar al Departamento Ejecutivo de mayores facultades y de que toda la sociedad tome conciencia de la gravedad y se comprometa al cumplimiento estricto de la normativa.
Declarar la emergencia vial no es un chiste; es algo serio y requiere el compromiso de toda la sociedad: el de los peatones en cruzar por las esquinas, el de los motociclistas y automovilistas en circular con seguro, papeles al día, respetando las señales de tránsito y sabiendo que no vamos solos por la calle; el departamento ejecutivo en diseñar y llevar a cabo un plan integral; el de la policía en prevenir y controlar; el de la Agencia de seguridad Vial en realizar controles estratégicos, respetuosos y efectivos; el de los jueces en el de hacer cumplir la normativa: el de las concesionarias de motos de entregar las mismas con papeles y cascos; el de los estacioneros en no cargarles naftas si no tienen cascos; el del sistema educativo en enseñar y recalcar la importancia y responsabilidad que tenemos todos en el manejo de un vehículo y como transeúntes y en nosotros; los concejales en coordinar y controlar las acciones, diseñando toda la normativa necesaria .
Declarar la emergencia vial es cosa seria; tomémoslo en serio. Respetemos las normas, convivamos socialmente, valoremos nuestra vida.
Declarar la emergencia vial es proteger tu vida. Por eso y por el bien de todos, ¡bajemos un cambio!
(*) Presidente del bloque de concejales del PRO.
COMENTARIOS