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INSEGURIDAD SIN TREGUA

Desde el 1º de enero se consumaron casi 80 robos en casas y comercios de Junín

Son sólo los ilícitos publicados por Democracia. Pero si se tiene en cuenta la cifra “negra” –las víctimas que no hacen la denuncia por la indignación o el descreimiento en la Policía y en la Justicia- y lo que no sale en los medios, la cifra es aún mayor.

Las fronteras entre barrios seguros o inseguros son cada vez más difusas. De Sur a Norte y de Este a Oeste, no hay una zona de Junín que no haya sentido de cerca los embates de la inseguridad en el último año.
El paradigma de lugar tranquilo y seguro que caracterizaba a Junín se fue desdibujando mes a mes, al tiempo que el miedo a ser la próxima víctima de los delincuentes se tornó cada vez más común entre los ciudadanos, y especialmente entre los comerciantes.
El primer bimestre de este 2013 no hizo otra cosa que confirmar esa proyección, puesto que si se toman los hechos que fueron dados a conocer por la Policía y aquellos que, sin ser necesariamente denunciados por sus víctimas tomaron notoriedad por la envergadura de los daños cometidos, la cantidad de ilícitos llegó a 76.
De todos modos, hay una cifra paralela y no menos importante de casos que son expuestos en las comisarías pero que no son informados y de damnificados que no acuden a las seccionales porque no creen hallar en la investigación policial y judicial la respuesta que esperan, con lo cual esos actos de vandalismo casi nunca trascienden.

Comercios, los más afectados

El recuento de los robos y asaltos consumados en Junín desde el 1º de enero al 1º de marzo refleja que los más perjudicados por el avance de los ladrones fueron los comercios, sobre los cuales cayó el 55 por ciento de los ilícitos.
El 27 por ciento de los delitos tuvo como foco los domicilios particulares y el 9 por ciento las motos, aunque según declaró el director de Asistencia a la Víctima municipal, Andrés Rosa, en nuestra ciudad se denuncia el robo de una moto por día.
Más atrás quedaron los arrebatos, con un 5 por ciento, y el robo de autos, con el 4 por ciento.

Distintas modalidades

Dentro de ese menú se deja ver una notable diversidad de casos, ya sea por la modalidad adoptada por los autores del agravio, por el lugar escogido para dar el golpe o por los bienes que lograron llevarse los malvivientes.
Uno de los más resonantes sucedió apenas iniciado el año y fue la sustracción de joyas valuadas en 160.000 pesos de un comercio ubicado en Roque Sáenz Peña al 200. “Mi viejo quiere desconectarse de todo y si es posible olvidarse de lo que pasó”, relató el hijo del dueño de “Joyería Castellar” en ese entonces a Democracia.
El comerciante se mostró casi resignado a no recobrar la mercadería que le fue sustraída (tres paños con pulseras, colgantes y cadenas, todo material de oro), pero advirtió que las autoras del ilícito no son unas improvisadas en el asunto y hasta sugirió que pertenecen a una banda abocada a efectuar robos de la misma clase en otras partes del país.
El 2 de febrero último, dos delincuentes ingresaron a una despensa situada en avenida San Martín 1057, en Junín, y tras amenazar a la propietaria del comercio con una tijera, sustrajeron 2 mil pesos en efectivo de la recaudación y una computadora, dándose a la fuga en dirección hacia avenida República.
Tras el ilícito, la víctima llamó a la Policía, que arribó al lugar y montó un operativo del tipo cerrojo para tratar de atrapar a los delincuentes, que habrían actuado a cara descubierta, con total impunidad.
Cinco días después, un hombre y su hija vivieron un calvario en un almacén. Dos sujetos que, aparentemente, se movilizaban en una moto de 110 c.c. de cilindrada, irrumpieron a punta de pistola.
Uno de los delincuentes le apuntó a la encargada de la despensa, que estaba junto a su hija, menor de edad, quien alcanzó a salir por un pasillo, aparentemente interno, y refugiarse en la casa de un vecino.
Fue la concesión de los malvivientes. Dejar que la pequeña salga de la escena del robo, que por ser calificado por el uso de arma de fuego, es uno de los más peligrosos para la vida de los damnificados.
Y en medio de esta ola delictiva furiosa, no se salvó ni el cine. La sala de Cinema Junín, ubicada en Benito de Miguel 266, en una zona donde hay cámaras de seguridad, fue atacada por delincuentes que arrojaron un adoquín contra la puerta tipo blíndex y una vez que lograron ingresar al comercio, se apoderaron de tres televisores LCD, y otros objetos de valor.

Fin de semana furioso…

La inseguridad que vive Junín quedó evidenciada en plenitud este fin de semana. Entre sábado y domingo, más de una decena de robos tuvieron en vilo a una vasta proporción de la ciudad.
La secuencia más vertiginosa se produjo el sábado, con cuatro episodios delictivos en comercios en menos de una hora y dos arrebatos a mano armada. Pero lejos de interrumpirse, la actividad de los ladrones se extendió al domingo, con al menos dos robos en domicilios particulares y otros tres en comercios.

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