TRIBUNA DEL LECTOR

Cuando un amigo se va

Después de 50 años, cierra el kiosco “Del Gesso”, antes kiosco “Gubitosi”. En los últimos 48 años fue dirigido por don Vittorio Del Gesso y su hijo, Lucho, con quienes colaboró durante muchos años Mario, nieto de Vittorio.
El kiosco fue y es un pedazo de la historia juninense, sobre todo de la calle Rivadavia, entre Alsina y Guido Spano.
¿Quién no se detuvo de madrugada a comprar una gaseosa, un sandwich, cigarrillos, o a charlar de fútbol, de River, de Boca, de Sarmiento?
¿Cuántos íbamos a comprar las golosinas para las funciones del cine-teatro Italiano o teníamos la cuenta corriente, o salíamos de algún apuro en un día feriado o domingo, cuando todo estaba cerrado?
¿Cuántas generaciones pasaron? Mis tres hijos iban a buscar revistas y caramelos, diciendo “anotáselo a mi viejo”; ahora son mis nietos los que van a buscar bolsitas de caramelos y chupetines para “anotárselo al abuelo”.
Lucho, su familia, Estela y Mario, más que vecinos, son amigos. Por eso, como bien lo ha dicho Alberto Cortéz, “cuando un amigo se va, queda un espacio vacío”.

COMENTARIOS