Los miembros de la Agrupación de Cannabicultores contaron a este diario la experiencia de un compañero de Junín, que tras un allanamiento sorpresivo, y sin motivos aparentes, fue detenido y encarcelado por cultivar marihuana para consumo personal.
El joven estuvo preso cerca de dos años en las cárceles de Caseros y Marcos Paz, hasta ser liberado por falta de mérito.
Según afirmaron, esta situación, que marcó para siempre la vida de su compañero y amigo, podría no volver a ocurrir si se aprobara la ley que hoy se discute en Diputados.
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