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EL PROBLEMA RECURRENTE DE CADA INVIERNO

Hubo una recuperación en el suministro de gas natural pero escasean las garrafas

El abastecimiento a los domicilios se normalizó en un “cien por ciento”, aseguró Rubén Del Negro, gerente del Grupo Servicios Junín. De todos modos, admitió que seguimos “en estado crítico”. Expendedoras del fluido envasado ya restringen las ventas.

El abastecimiento del gas natural en los domicilios se normalizó en un “cien por ciento”, dijo Rubén Del Negro, gerente del área de gas del Grupo Servicios Junín.
El directivo de la empresa, con sede en calle Coronel Suárez 27, dijo que en la jornada de ayer “se trabajó” para subsanar los inconvenientes que se habían ocasionado durante la tarde-noche del jueves en distintos barrios de la ciudad, donde una baja en la presión dejó sin la provisión de combustible a numerosos usuarios.
De todos modos, junto con la tarea que Del Negro dijo haber realizado a la par de un equipo de técnicos “hasta altas horas de la madrugada” de ayer, reconoció que “seguimos en estado de emergencia”. Habrá que ver cómo responde el sistema si la temperatura, que ayer fue templada en comparación con el frío glacial que invadió a la superficie durante el resto de la semana, vuelve a instalarse en marcas que estén por debajo del grado cero.
“Lo acontecido el jueves fue por un problema en el transporte, a nosotros no nos llegaba gas en la cantidad suficiente para responder a la demanda que se ocasionó a partir de la hora pico del consumo, que por lo general comienza alrededor de las ocho de la noche en las jornadas de mucho frío. La falla afectó a diferentes sectores; a excepción de Villa Belgrano, hubo domicilios con problemas de suministro en casi todos los sectores”, dijo el encargado de una de las secciones más sensibles de la firma que preside Damián Itoiz.
Del Negro reconoció que “estamos en estado crítico”, aunque extendió ese diagnóstico a todo el país, y pidió a la población que no desatienda las recomendaciones para llevar a cabo un uso racional del combustible gaseoso: calefaccionar solamente los ambientes que van a ser habitados, no dejar que el calor salga de las habitaciones que se pretende climatizar, no realizar un uso excesivo del calefón y, sobre todo, “tener conciencia de que el servicio es compartido con miles de vecinos”, puntualizó.
En este momento, la red de gas natural cubre más de un ochenta por ciento de la población, de acuerdo con las estadísticas que manejan en Grupo Servicios Junín. ¿Qué puede pasar si la ola polar se instala no ya un par sino varios días consecutivos? “No depende de nosotros”, dijo Rubén Del Negro, para luego aclarar que “acá recibimos el gas y lo distribuimos, nada más”.

La situación en las industrias

Donde más se está sintiendo la arremetida del frío es en las fábricas e industrias de la ciudad, cuya producción empieza lentamente a acotarse debido a la restricción que tienen para consumir gas natural.
Incluso, ayer por la tarde, en más de una firma anticiparon que si el invierno se vuelve más crudo y permanece la medida impuesta por la distribuidora de gas, podrían llegar a tomarse unas “vacaciones forzadas” o cuanto menos alternar las jornadas de trabajo.

Escasean las garrafas

Los vaivenes que empieza a mostrar el servicio de gas natural ya causaron un efecto tempestad  en lo que hace a la demanda de garrafas, que en las últimas horas creció de manera tan vertiginosa que dejó sin stock a distribuidoras y comercios de venta.
Entre los testimonios recogidos por DEMOCRACIA, Alejandro Benedetti, de Ferretería Rivadavia señaló que “hay poca mercadería” y agregó que “empezó de nuevo el show de cada año, en el que la gente se empieza a volver loca por comprar de a dos o tres unidades y nosotros recibimos en cuentagotas”.
“Por ejemplo, ayer (por el jueves) recibí 140 garrafas y en un ratito se esfumaron”, afirmó.
En la distribuidora Italgas, en cambio, no comercializaban garrafas desde el miércoles por haberse quedado sin el producto. La situación se recompuso recién ayer a la tarde, pero un cartel indica que no se vende más de un mini tubo de diez kilos por persona. Con esto, ya existe una señal de que la situación puede complicarse cuando el invierno esté más asentado.
Por su parte, Federico Gerry, de Amarilla Gas, fue el que más tranquilidad exhibió ante el panorama planteado. “Todos los días estoy recibiendo un equipo de entre 1.000 y 1.200 garrafas. Parte de ese stock se destina a la “Garrafa social” en los barrios y el resto lo comercializamos en nuestra sede, también a $16. Por ahora, no estamos limitando la venta”, puntualizó.
En algunos almacenes, despensas y autoservicios locales, a la garrafa chica la están cobrando entre 28 y 30 pesos.

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