La violencia contra los docentes bonaerenses, ejercida por familiares de los alumnos y, en ocasiones, también por los propios estudiantes, se ha venido extendiendo como una suerte de inexplicable epidemia, en una situación que acaba de ser denunciada por la Federación de Educadores Bonaerenses, cuyos representantes detallaron que en la Provincia están recibiendo casi una denuncia de agresiones por día.
En una nota recientemente publicada en el diario El Día se reflejó el caso de una docente de la Escuela N° 3 de Benito Juárez, agredida física y psicológicamente por la madre de un alumno de ese establecimiento educativo, en un episodio ocurrido a menos de un mes del que conmocionó a General Madariaga, cuando un maestro de tercer grado fue atacado a rebencazos por el padre de un escolar.
Desde luego que no ha pasado al olvido el caso del director de un colegio seriamente herido el año pasado, a raíz del ataque recibido por parte de un alumno de tercer año del secundario y de la madre del joven. La situación alcanzó tal gravedad que derivó en la intervención de la Justicia penal y en un paro de actividades en repudio a la agresión, en una medida dispuesta por el sector docente y que afectó al conjunto del sistema educativo bonaerense.
Al margen de esa desgraciada situación ocurrida en Pergamino que, entre otras derivaciones, obligó a que el director de la Secundaria N° 11 sea internado y quedara en observación a raíz de las heridas y golpes recibidos, volvió a quedar en evidencia que se está frente a un flagelo que no deja de crecer en el universo educativo.
Ahora, desde la Federación, se puso de relieve que la agresora sigue detenida y espera el juicio oral para el mes de agosto, donde se podría condenar por primera vez a un padre agresor.
Cabría recordar que también el año pasado, en un hecho sin antecedentes, una pelea entre dos alumnos de una escuela de nuestra zona derivó en una gresca generalizada dentro del colegio de la que participaron diez adultos ajenos a la institución, supuestamente familiares de uno de los chicos, que golpearon al director, a un profesor y a dos estudiantes, que debieron ser trasladados al Hospital Cestino.
La reiteración de hechos similares -es decir, las agresiones hacia directivos y docentes- llevó a un sindicato del sector a realizar un estudio, cuyos resultados arrojaron que siete de cada diez docentes están preocupados por el incremento de la violencia escolar, y al menos la mitad de ellos se sienten desprotegidos frente a esta situación. El trabajo reveló, además, que casi cuatro de cada diez maestros temen por su propia integridad física, dado que se desempeñan en escuelas de zonas consideras riesgosas.
El problema reviste una extraordinaria complejidad y exige, además de los diagnósticos que puedan servir como puntos de partida, la adopción de una verdadera política de Estado que se ocupe de enfrentar los desafíos de educación, ofreciéndose desde allí la apoyatura y el respaldo imprescindibles a los docentes para que el sistema educativo vuelva ser lo que fue durante tantas décadas en nuestro país: un ámbito excelente de formación y no un escenario más para la violencia.
EDUCACION
Preocupan las agresiones a docentes
Aseguran que las amenazas y los golpes son cada vez más frecuentes en las escuelas bonaerenses y que siete de cada diez educadores tiene inquietudes al respecto. El caso de la profesora juninense.
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