ENTREVISTA CON DEMOCRACIA

Barco reconoció que les realizó “multas a funcionarios del Gobierno local”

Si bien la flamante titular de la Dirección de Tránsito e Inspección General de la Municipalidad de Junín negó haber recibido “presiones” por este hecho, pero este diario recabó que existieron.

A 22 días de haber iniciado su gestión, y en el marco de un ostensible endurecimiento de los controles, la flamante titular de Inspección General y Tránsito del Gobierno local de Junín, Graciela Barco, accedió a una entrevista con DEMOCRACIA. Allí, adelantó que, mientras los controles de tránsito estén bajo su órbita, aplicará “sanciones severas, sin privilegios”.
En efecto, ya hubo varios funcionarios municipales multados, situación que –aunque Barco la desmiente en esta nota- le habría generado a la titular del área varios “enemigos” en el frente interno, molestos por haber sido multados tras haber violado normas viales, como cruzar un semáforo con luz roja o estacionar frente a una rampa de discapacitados, según revelaron fuentes fidedignas a este diario.
Barco, casada, de 47 años, sin experiencia previa en la gestión ni militancia política, se mueve en los resbalosos pasillos de Inspección General –el reportaje fue realizado en su oficina, en Sampayo y Circunvalación- sin más armas a la vista que el trabajo, el sentido común y la necesidad de motivar a una tropa de inspectores que deben enfrentar a diario todo tipo de maltratos, por un sueldo que apenas orilla los 2.500 pesos mensuales.
Se la nota resuelta, firme en sus convicciones y, sobre todo, sin dobleces. En su escritorio hay una carpeta, a la cual Barco se aferra como a un juguete conservado de la infancia: son las ordenanzas, que estudia una y otra vez, convencida de que hay que hacerlas respetar a rajatabla.
-Ha realizado clausuras en boliches. ¿Cuáles son los problemas más comunes?
-En general, que hay más gente de la que debe haber, problemas de ruidos molestos, porque se exceden en los decibeles. En el caso de la confitería Odín, estaba habilitada como restó pub, pero en la práctica funcionaba como boliche. En general, la mayoría están habilitados así y no cumplen con la ordenanza.  
-¿Cuántos boliches están habilitados como tales en Junín?
-Sólo hay siete que están habilitados como boliches: One, G’nesis, Unicum, Luna Morena, Saint, Cuyén y Uma. Odín, el que clausuramos, figuraba como local gastronómico con espectáculo en vivo: pero había menores, alcohol, no tenían el seguro, ni el convenio con las emergencias médicas.
-¿Cómo detectan la presencia de menores?
-Se conoce a la gente, o al amigo de, o al vecino de, o a mis ahijados, que estaban todos ahí, siendo que son menores.
-¿Recibió algún tipo de “presiones” por haber realizado estas clausuras?
-No, en absoluto. Cuando me convoca el Intendente, no dudé un instante, porque sentí que me habían observado una conducta, yo como ciudadana he sido muy crítica y estoy tratando de cambiar las cosas que yo criticaba. No quise desaprovechar esta oportunidad para servir a mi Junín que amo tanto, esta ha sido la ciudad que eligieron mis abuelos, mis padres, y que elegimos con mi hermano. No es muy común que a alguien que no ha militado políticamente y no ha cumplido ninguna función pública, le ofrezcan este tipo de cargos, por eso no lo dudé. Estoy muy agradecida con Mario Meoni, es una oportunidad que me dio la vida.
-¿Tiene miedo de recibir alguna represalia por este endurecimiento de los controles?
-Yo soy muy respetuosa, y escucho a todo el mundo y le doy la posibilidad de hablar. No, no tengo miedo, porque soy correcta. Esto no es ninguna crítica hacia nadie, y no voy a criticar a la gestión anterior, que por algo se mantuvo cuatro años en un cargo; no es poca cosa. Con respecto a si me han bajado línea, no. Y no me van a bajar línea, estoy completamente segura de eso. Estoy muy agradecida al Intendente, y también a Javier Gabrielli. Tengo un excelente trato con Mauro Gorer [Secretario de Gobierno municipal], y siento de su parte un respaldo incondicional. Por otra parte, y lo quiero resaltar, tengo un equipo de trabajo increíble, con mucha experiencia, y que ha sido demasiado vapuleado. Yo los acompaño y estoy con ellos en los operativos, alcoholemias, controles; me gusta ver el trato con la gente, porque muchas veces criticamos el trato de los inspectores para con la gente, entonces por eso estoy.
-¿Cómo reacciona la gente?
-Y… no reacciona bien, en general cuando no cumplimos las normas y nos multan, nos enojamos.
-Quizás usted, al ser mujer, puede imprimirle otro perfil al trabajo…
-Y, no sé si se habrá dado cuenta (risas), pero me gusta hablar. Yo recibo a todo el mundo, a la gente que viene con una problemática, y creo que con las palabras nos podemos llegar a entender de otra forma y analizar qué es lo que hicimos mal, para que la próxima vez no se dé la misma situación.
-¿Las personas recapacitan?
-Sí, encontré muy buena respuesta de la gente.
-¿Cuántas multas lleva labradas desde el inicio de su gestión?
-Hoy [por ayer] se hizo muchísimo, fue un día de muchas actas. Entre lo que es poda severa, escombros, venta ambulante, estacionamiento medido, circular sin casco, violar la luz roja en los semáforos, alta de documentación del vehículo y VTV, en conjunto, suman más de 500 multas, en 22 días de gestión.
-El Intendente, cuando presentó la Agencia de Seguridad Vial, llamó a los funcionarios a ser los primeros en dar el ejemplo. ¿Si hay un funcionario en infracción, se le va a aplicar la multa? ¿Se va a animar?
-Cómo no me voy a animar, ya hay varios funcionarios a los que les he labrado las actas; no te voy a dar los nombres. Acá no hay ningún tipo de privilegio.  
-¿Cómo se soluciona el problema del tránsito?
-Cumpliendo las normas. Siento que se perdió el respeto, no nos respetamos. No se respeta el semáforo, se gira a la izquierda, entonces me pregunto: cómo hacemos para poner un inspector en cada semáforo. El semáforo está para que se respete, y no lo respeta nadie.
-¿Y cómo se hace para que la gente respete las normas?
-Tendríamos que empezar por respetarnos. Cómo se hace, cómo voy a hacer yo mientras me corresponda el control del tránsito (no quiero invadir el terreno del Daniel Kelly): aplicando multas severas. Y no se negocian.