Veterinarios aseguran que “el tratamiento a los animales domesticados es irresponsable”

Las mascotas suelen llenar espacios de afecto en los hogares familiares. Pero pasado el tiempo del romance inicial, el trato y la crianza que reciben de sus dueños no siempre transita por la senda responsable y amorosa. El trato afectivo empieza a declinar y los perjuicios para la vida del animal no tardan en llegar.  
Conductas como esas son habituales en la ciudad y justifican en alguna proporción la superpoblación de perros callejeros. Así lo entienden al menos los veterinarios consultados por DEMOCRACIA quienes, en base a la experiencia del trato con la gente, indicaron que la conducta de los juninenses para con sus cachorros dista de ser responsable.
En la misma sintonía se pronunció el presidente del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires, Mario Carpi, al brindar un pantallazo más general sobre la situación.

Un problema de la ciudad

“Los perros de la calle son uno de los problemas más importantes de la ciudad, ya que la gente no se hace cargo de sus mascotas y las termina abandonando por diferentes razones: porque tuvo un hijo, no tiene plata o se dio cuenta que el cachorro que le regalaron no le satisface como pensaba. Entonces los terminan destratando y hasta tirándolos a la calle”, comentó Rómulo Diz.
Para el profesional, el modo de empezar a dar vuelta esa situación es con una política que aliente el mayor cuidado, o sea que vaya “más allá de la mera castración”.
“Por esta situación, nos llama mucha gente preocupada por la cantidad de perros heridos y atropellados con que se encuentran en la vía pública, y hasta nos consultan sobre las curaciones y las acciones que deben emplear para sacarlos de esa dificultad”, agregó el veterinario.
Por su parte,  Juan Carlos Vittone opinó que en el trato que se le brinda a los animales domésticos influye una cuestión cultural. “Tenemos que imitar a los países del primer mundo, donde ningún perro anda suelto en la calle y todos los que salen de su casa lo hacen con su dueño, que lo lleva atado a una soga. Por su puesto que no se puede generalizar, no todo el mundo actúa así”, explicó.
Al ser consultado sobre el trato que él observa de la comunidad con respecto a los animales que pueden ser domesticables, el presidente del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires, Mario Carpi, lo calificó de “cuanto menos irresponsable”.
“Hemos incorporado a nuestra vida una variedad importante de especies animales para saciar nuestros requerimientos afectivos o de los otros, pero no somos capaces de asumir la responsabilidad que ello tiene implícito. Siendo extremista metemos un Gran Danés en un monoambiente y nos parece “normal”. Atesoramos 40 ó más perros en un patio de una casa y lo clasificamos como una acción humanitaria”, graficó.
Profundizando en el asunto criticó que “pregonamos que es necesario castrar nuestras especies de compañía porque no somos capaces de responsabilizarnos de su conducta reproductiva, dejamos a nuestros animales sueltos en la vía pública y no nos importa el riesgo de accidente o enfermedades, y el posterior riesgo que le hacen correr al resto de la sociedad cuando el perro arremete para proteger su territorio o desparrama basura en busca de alimento o todo el resto de conflictos sociales que se generan. Queremos las buenas, pero no nos hacemos cargo de las malas y así nos va”.