Gustavo Frederking
Gustavo Frederking
TRAS EL ANUNCIO DEL GOBIERNO

Con expectativas por la quita del cepo, el campo espera por la eliminación de retenciones

Celebraron el levantamiento de la medida y aguardan un impacto positivo en la economía. Asimismo, tras conocerse el índice FADA que marcó el nivel más bajo de participación del Estado en la renta agrícola en más de cinco años, el sector continúa exigiendo la eliminación de los derechos de exportación.

Luego de la reducción de las retenciones que aplicó el Gobierno en enero pasado, el índice de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) reflejó el nivel más bajo de participación del Estado en la renta agrícola en más de cinco años, al ubicarse en un 58%. Según la nueva medición, el peso de los impuestos bajó 6,3 puntos con respecto al informe anterior, que había marcado un 64,3%. 

La baja se mira con buenos ojos desde el sector, aunque consideran que las retenciones siguen siendo elevadas y se tiene que avanzar hacia su eliminación.

Asimismo, los productores celebraron la salida del cepo cambiario y mantienen las expectativas por el impacto de una medida que había sido muy esperada.

El pedido de eliminar las retenciones 

El productor y concejal por la Coalición Cívica, Rodrigo Esponda, aseguró que la expectativa del sector está puesta en que las retenciones continúen bajando hasta que sean eliminadas.

“Las retenciones tienen que desaparecer. Hay que eliminarlas, no solamente por una cuestión de rentabilidad, sino por una cuestión de extender las barreras agropecuarias y que la Argentina pueda producir mucho más, que pueda extenderse mucho más y que pueda desarrollarse mucho más el interior de nuestro país”, señaló. 

“Hoy estamos limitados a la distancia de los puertos, a la productividad de la tierra. Si se eliminan las retenciones, seguramente mucha más tierra será productiva y eso va a generar mucho más desarrollo en pueblos que hoy no lo tienen”, refirió y agregó: “Entendemos la necesidad de déficit cero, pero el déficit cero no puede estar basado solamente en retenciones. Hay que tender a eliminarlas, y esperemos que ese sea el camino. Esto fue una primera baja y ojalá continúe en esa línea”, indicó. 

No obstante la baja de la participación del Estado en la renta agrícola marcada por el informe FADA, la presidente de la Federación Agraria de Junín, Rosana Franco, indicó que “la participación del Estado sigue siendo altísima. Porque, si bien disminuyen retenciones, aumentan impuestos a las ganancias ya que los mínimos imponibles no se han modificado. Es decir que aumenta la ganancia sujeta a impuesto”. 

Por su parte, el vicepresidente de la Sociedad Rural, Gustavo Frederking, consideró que, luego de la fecha límite fijada por el Gobierno del 30 de junio en torno a las retenciones, estas seguirán bajando.

“Van a seguir bajando, porque fue la promesa del Gobierno que siempre dice que nunca deberían existir retenciones. Entonces, nosotros estamos convencidos de que el Gobierno, si tiene buen criterio y con todas las explicaciones que venimos dando desde el campo, va a seguir en esa ruta de baja de retención; estamos convencidos de que va a ir por ahí”.

El productor señaló el informe de FADA que “dice que si no tuviéramos retenciones, la producción de granos aumentaría un 56% y se llegaría a las 213 millones de toneladas. Y esto generaría mayor inversión tecnológica con el uso de fertilizantes, semillas y riego. Eso significa mayor producción, más rinde en los cultivos”, detalló y mencionó la creación de empleo, mayor movimiento en las ciudades del interior y nuevos fletes: “Sería todo un movimiento y habría mucha más inversión, más producción, más empleo”. 

Menos participación en la renta

“Aunque la carga impositiva bajó levemente desde la última medición, aún sigue siendo alta, más de la mitad se lo queda el Estado. Si esa mochila fuera más liviana, ayudaría a que haya más inversiones, más producción, más trabajo y más consumo en general”, explicó Nicolle Pisani Claro, economista jefe FADA. 

“La disminución se vincula con el impacto de la baja temporal de las Retenciones o Derechos de Exportación (DEX) sobre los cultivos, combinado con una leve mejora en los precios de los granos. Por eso una de las preguntas es ¿qué pasaría si la medida temporal fuera el puntapié hacia la eliminación total? Podría traer más beneficios”, destacó la economista. 

El informe trimestral de FADA mide qué porcentaje de la renta agrícola (el valor de la producción menos los costos) se destina al pago de impuestos nacionales, provinciales y municipales. Esta renta se distribuye en tres: impuestos (participación del Estado), renta de la tierra y resultado agrícola. En esta medición, los impuestos no coparticipables representaron 57,7% del total; los coparticipables, 34,2%; y los provinciales y municipales, 7,1%. Mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 58%, la participación del Estado en soja es del 62,4%; maíz, 49,7%; trigo, 72,6%; y girasol, 55,1%. 

Mientras el Índice FADA nacional es de 58%, las provincias muestran diferencias según costos, producción e impuestos locales.

Buenas sensaciones con la quita del cepo

Luego del anuncio de la salida del cepo cambiario, desde el sector manifestaron su satisfacción. Esponda consideró que la decisión del Gobierno “es una excelente noticia” y agregó que “todo lo que genere estabilidad, todo lo que genere confianza y la posibilidad de invertir y de que las inversiones generen desarrollo, crecimiento, trabajo, es una muy buena noticia”. 

El productor y concejal resaltó que espera que “se administre bien el préstamo que hemos recibido. Ojalá sea para fortalecer las reservas y tengamos cada vez más, lo que puede generar mejores situaciones de crédito, tasas más baratas y que se pueda invertir, no en bienes de cambio, sino en bienes de capital. Y que crezca más la industria, que se invierta más, que se desarrolle más el país”. 

Insistió en que tienen “una gran expectativa en que esto sea así y que esta vez en serio esas reservas sirvan para fortalecer el sistema financiero y no para que se las lleve el sistema financiero”.

Franco destacó que la liberación del cepo “sirve porque vamos a poder vender y comprar con un mismo valor de dólar”.

Para el vicepresidente de la Rural, la salida del cepo también “es una buena noticia”, ya que consideró que “era un lastre para el país”. 

El productor señaló que “un país con cepo no puede crecer, no puede pensar en que haya inversión. Y este país lo que más necesita es inversión, producción, generación de empleo”. 

Al mismo tiempo destacó la importancia de “equilibrar las cuentas, que no haya más déficit fiscal, que la inflación, que parece que se viene controlando, continúe así. Todo eso era fundamental para pensar una salida del cepo”. 

Frederking destacó que “habrá que estar expectantes, a ver qué genera en las empresas, en las personas, porque obviamente, al no haber más intervención, genera también un riesgo de qué es lo que va a hacer la gente teniendo la libertad de poder comprar la divisa norteamericana”. 

Señaló que “se confía mucho en lo que hace a esta parte de la economía. Caputo ha demostrado que viene haciendo las cosas bien, entonces hay confianza en que esto pueda resultar en un paso muy positivo para el país”.

La suba de impuestos amortiguó la caída

En marzo, los impuestos de Inmobiliario Rural y las tasas viales municipales se actualizaron y se presentaron subas dispares según la provincia. Los aumentos en el Inmobiliario Rural oscilaron entre el 20% y el 190%, mientras que en varias jurisdicciones las tasas viales municipales aumentaron significativamente. Estos impuestos, fijados en pesos, hacen que a inicios de cada año pesen más los impuestos provinciales y municipales, y que el peso de los impuestos sea mayor, amortiguando la caída del índice. Los precios de los insumos, medidos en dólares oficiales, se han mantenido estables y en algunos casos han presentado bajas. 

En cambio, los costos de labores y fletes aumentaron entre un 3,5% y un 5,5% en pesos desde diciembre. Si comparamos con el año pasado, las labores son entre un 20% y un 37% más caras, mientras que los fletes subieron un 60%, en un contexto de inflación interanual cercana al 53%. En dólares, los fletes cuestan más que en marzo de 2024. El costo del transporte sigue siendo un factor determinante.

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