Fin del cepo cambiario: hay expectativa en el  comercio exterior local, pero persiste la cautela
"Puerto Seco" o Zona Primaria Aduanera nació cerca de 1994.
ECONOMÍA REGIONAL

Fin del cepo cambiario: hay expectativa en el comercio exterior local, pero persiste la cautela

Tras los anuncios del Gobierno nacional, referentes de la industria exportadora de Junín expresaron una combinación de esperanza y prudencia. Destacaron la posible mejora en la competitividad y transparencia de las operaciones, aunque alertaron sobre la incertidumbre normativa.

Este viernes fue una jornada cargada de anuncios clave; el Gobierno nacional comunicó el fin del cepo cambiario, la implementación de un nuevo régimen de bandas para la cotización del dólar y la concreción de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un monto de US$20.000 millones. 

Las medidas fueron anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, desde la Casa Rosada, en una conferencia que marcó un punto de inflexión en la política económica del oficialismo.

Horas más tarde, el presidente Javier Milei respaldó públicamente las decisiones a través de un mensaje grabado difundido por cadena nacional. Allí, aseguró que “la inflación va a colapsar” y afirmó que el país está “a salvo de las turbulencias”, en un intento por llevar tranquilidad a los mercados y a la población frente a los cambios anunciados.

En este contexto, Diario Democracia dialogó con referentes locales del comercio exterior para conocer su visión sobre el impacto de estas decisiones en la actividad económica regional.

Hugo Daniel Tolosa, consultor en comercio exterior y gerente comercial del “Puerto Seco” —con sedes en Saforcada y Rojas— y de la firma Mercados Mundiales SRL, señaló que hasta el momento “no se observan implicancias muy serias con el tipo de cambio”, y destacó que “la tendencia es facilitar las operatorias y que sean más transparentes para el comercio exterior argentino y su logística”.

Tolosa consideró que se trata de “un cambio imprevisto y muy acelerado” en la dinámica económica nacional e internacional, que sin embargo abre nuevas posibilidades. “Al liberar el cepo, se abren múltiples expectativas cuyos resultados iremos comprobando en los próximos días y semanas. Es una medida que se esperaba desde hace meses o incluso años, y que a mi entender será positiva para los mercados locales de comercio exterior y para quienes decidan invertir en Argentina”, detalló. 

En ese contexto, el consultor sostuvo que la economía argentina continúa funcionando “día a día” y que esa dinámica, aunque riesgosa, ya forma parte del manejo habitual de los actores del comercio internacional. “Estamos mal acostumbrados a manejarnos de esta manera”, reconoció.

Por otra parte, Tolosa hizo referencia a un fenómeno global que también impacta en la operatoria: el llamado “lunes negro” en los mercados, resultado de un repentino aumento de aranceles a las importaciones anunciado por Estados Unidos (y luego demorado por 90 días). La medida implica un costo adicional del 10% para los productos exportables de

Argentina, aunque también abre una posible ventaja competitiva. “Los países más afectados podrían buscar alternativas en mercados menos arancelados, como el nuestro”, explicó. 

“El mundo ya estaba bastante convulsionado con las guerras en distintos países, y la logística internacional venía sufriendo aumentos de costos e incertidumbre en las rutas marítimas y aéreas”, señaló. 

Consultado sobre eventuales cambios en contratos o tarifas como consecuencia de la incertidumbre cambiaria, Tolosa aclaró que no tiene conocimiento de modificaciones o cancelaciones. “Los contratos acordados previamente deben cumplirse. Esta es una regla fundamental en el comercio exterior”, sostuvo. 

No obstante, advirtió que “los nuevos compromisos deberán evaluarse y adecuarse a las circunstancias”. En ese sentido, opinó que la libre flotación del tipo de cambio podría ayudar a transparentar los costos reales. “El libre mercado definirá sus precios”, dijo.

También destacó que muchos exportadores priorizan la relación comercial por sobre la rentabilidad inmediata. “Conozco clientes que, ante cambios de costos imprevistos económicos y políticos, han seguido cumpliendo con sus ventas resignando ganancias. Si persiste un aumento en el tipo de cambio, sin duda eso se traslada a los costos. En eso los argentinos tenemos experiencia”, expresó. 

En cuanto al panorama operativo, Tolosa aseguró que, hasta el momento, las operaciones se mantienen con normalidad, aunque reconoció que “el cambio arancelario y el dólar libre todavía no han tenido impacto en la práctica”. Sin embargo, alertó que en los próximos días podrían comenzar a sentirse los efectos de ambos factores.

Otro punto de preocupación para el sector es el conflicto con el personal aduanero, que ya ha comenzado a generar demoras. “En estos días se vienen realizando medidas de fuerza con apagones informáticos de cuatro horas que complican y retrasan operaciones. Pero este viernes se anunciaron nuevas y más fuertes medidas para los días 15, 16, 20 y 30 de abril, con paros programados entre las 7 y las 19. De concretarse, afectarán seriamente las exportaciones e importaciones”, advirtió. “Esto conlleva incumplimientos y demoras en la entrega de compromisos asumidos con clientes del exterior”, añadió. 

Finalmente, Tolosa se refirió al clima de inversión. Aseguró tener conocimiento de empresas con proyectos de expansión o nuevas líneas de productos, pero remarcó que la incertidumbre política y la falta de consensos legislativos complican la planificación a largo plazo. “La falta de aprobación de leyes clave, como la de Ficha Limpia, genera desconfianza. Es un mal indicador para los inversores, que son quienes producen, generan empleo y riqueza”, afirmó. 

Y cerró con una reflexión surgida del diálogo con socios internacionales: “Si no aprueban Ficha Limpia, será porque pueden estar sucios, nos preguntan nuestros clientes del exterior. Sin palabras”.

Alivio y preocupación

Mientras el Gobierno nacional avanza con el levantamiento del cepo cambiario y el establecimiento de un nuevo régimen para la cotización del dólar, desde el sector industrial exportador destacan la medida como positiva, aunque advierten que todavía resta conocer los detalles normativos para evaluar su verdadero alcance.

Alejandro Coria, gerente de comercio exterior de la empresa Indelplas, aseguró que “las medidas que tomó el gobierno anoche todavía no están implementadas” y subrayó la importancia de contar con el texto oficial para poder realizar un análisis más preciso. “Necesitaremos ver cómo se publica la norma y, a partir de ahí, analizar el impacto. Al momento, los detalles son muy importantes para nuestra actividad y cómo jugará este factor ahora”, explicó.

Más allá de la espera por la reglamentación, Coria valoró el anuncio como un avance para el comercio exterior argentino: “Sin dudas es una de las medidas que esperábamos todos los que trabajamos vinculados al sector externo, por lo que seguramente es un paso adelante para mejorar la gestión del comercio exterior”.

El gerente de Indelplas señaló que el tipo de cambio sigue siendo una variable determinante para la actividad exportadora: “El factor cambiario fue, es y será un componente crítico para las operaciones de comercio exterior, más aún en Argentina”. En ese sentido, sostuvo que el impacto de la volatilidad se podrá medir en los próximos días: “Puede manifestarse a través de una devaluación o por la ampliación de la brecha cambiaria, y cualquiera de esos dos escenarios generará un impacto en los costos que, posiblemente, se verá reflejado en los precios de venta”.

Consultado sobre las estrategias adoptadas frente a la incertidumbre cambiaria, Coria indicó que, si bien el mercado tiende a adoptar una postura más conservadora, en el caso de Indelplas no es posible detener la producción. “Somos una industria y no podemos frenar nuestros procesos productivos, que además son estacionales”, sostuvo. 

Para afrontar este contexto, explicó que recurren a herramientas de corto plazo. “El uso de instrumentos financieros de corto plazo nos permite seguir adelante con nuestros procesos sin generar altos costos de cobertura”, indicó. 

En cuanto al presente exportador de la firma, Coria destacó que Indelplas se encuentra en un proceso de recuperación de mercados latinoamericanos que se habían perdido en los últimos años, principalmente debido a las distorsiones cambiarias. “Si bien esto mejoró, todavía no está resuelto por el control cambiario que se aplica al ingreso de divisas”, explicó.

Actualmente, la empresa logró reinsertarse en Bolivia y Perú con la exportación de ventiladores; en Uruguay, con ventiladores y calefones; y en Chile, con calefones. Además, trabajan para retornar al mercado paraguayo y ampliar la oferta de productos en los destinos ya conquistados.

Dólar, incertidumbre y FMI

Para Florencia Iragui, economista de la consultora LCG, la volatilidad en torno al valor del dólar no es nueva para los argentinos. “La incertidumbre reina en el bolsillo de los argentinos en repetidas ocasiones a lo largo de la historia. Una elección, un contexto internacional difícil, una sequía; muchas cosas pueden llevar a que la gente crea que el valor de la divisa más conocida en el país pueda variar”, explicó.

La especialista también remarcó un punto técnico que, en su opinión, refleja el desanclaje de expectativas en el mercado. “El tipo de cambio oficial disminuyó su ritmo de crawling en febrero, de 2% a 1% mensual, pero no pareció trasladarse a precios. Esto implicaría que las expectativas de inflación no están ancladas al crawling oficial, profundizando la percepción de atraso cambiario”, indicó. 

Aunque destacó como positivo el superávit fiscal alcanzado por el Gobierno, Iragui aclaró que no es suficiente por sí solo para estabilizar el escenario. “Es un punto a favor para la estabilidad macroeconómica, no hay dudas de eso, pero hay más cosas que deben alcanzarse para que las expectativas cambiarias e inflacionarias se alineen hacia abajo”, detalló. 

Según explicó, un salto en el tipo de cambio suele trasladarse a los precios, lo que comienza a deteriorar el tipo de cambio real multilateral. “El descenso prácticamente continuo de este hace que la percepción sea de atraso cambiario”, detalló. Y agregó que “lógicamente, nadie sabe lo que va a pasar mañana, y lo que piense cada habitante del país puede cambiar con un anuncio”.

“Hay algo que tenemos muy incorporado: nuestro ahorro está ligado al dólar. Ver una depreciación de la moneda local nos lleva a pensar en que estamos perdiendo, porque tenemos menor poder de compra de la divisa estadounidense. Así, el argentino promedio que puede ahorrar lo hace convirtiendo su ganancia a dólares, o invirtiendo en bonos con pagos en esa moneda”, señaló.

Las claves del anuncio del Gobierno de Milei 

El Gobierno nacional anunció una serie de medidas económicas que marcan un giro significativo en la política cambiaria y financiera del país. 

La decisión llega en un contexto complejo: la inflación de marzo alcanzó el 3,7%, un número que superó ampliamente las previsiones oficiales y encendió alarmas en pleno año electoral. Con este paquete, el Ejecutivo busca recomponer reservas, estabilizar expectativas y enviar señales de confianza al mercado.

Uno de los cambios más relevantes es el levantamiento del cepo cambiario, que permitirá a los ahorristas acceder libremente al mercado oficial de dólares, siempre que las operaciones se realicen mediante débito bancario. En caso de optar por retirar efectivo en ventanilla, el tope será de 100 dólares. 

Además, se elimina la percepción impositiva sobre estas compras, aunque esta seguirá vigente para consumos en el exterior y el turismo, mediante tarjetas de crédito o débito. En esos casos, los usuarios podrán evitar el recargo si abonan en dólares billete, siempre que los tengan en su poder.

La apertura forma parte de una estrategia más amplia que incluye nuevas facilidades para importar, la posibilidad de remitir utilidades empresariales al exterior a partir de 2025 y el fin del mecanismo conocido como “dólar blend”, que permitía a los exportadores liquidar una porción de sus ventas en el mercado financiero.

En cuanto al tipo de cambio, se implementará un nuevo régimen de flotación administrada. El dólar se moverá dentro de una banda móvil, cuyo piso será de 1.000 pesos y el techo de 1.400. El ministro de Economía, Luis Caputo, explicó que dentro de ese rango la divisa flotará libremente sin intervención del Banco Central, que solo actuará en caso de que la cotización salga de los márgenes establecidos. Estas bandas se ampliarán un 1% mensual, en línea con el mecanismo de devaluación progresiva conocido como crawling peg.

Caputo también mencionó un tipo de cambio de cobertura de 911 pesos, por debajo del dólar oficial y del nuevo rango definido. Desde el Gobierno sostienen que este esquema representa una alternativa más robusta que la convertibilidad, debido al mayor respaldo en reservas con el que arranca.

El impacto de estas medidas sobre la inflación dependerá, según admiten en el Ejecutivo, de la confianza que logren generar en los mercados y en la población. La cotización del dólar, determinada por la oferta y la demanda dentro de las bandas, será clave para contener los precios en un contexto aún marcado por la volatilidad.

El fortalecimiento de las reservas es otro de los pilares del anuncio. Con un Banco Central que mantiene un saldo negativo neto cercano a los 6.000 millones de dólares, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional permitirá el ingreso inmediato de USD 15.000 millones de libre disponibilidad. Ese monto será transferido por el Tesoro al organismo monetario a cambio de letras intransferibles, en un intento por mejorar la posición externa. Parte de esos fondos se destinará al pago de vencimientos, como los más de 4.000 millones de dólares que deben abonarse en julio. Sin embargo, el Gobierno sostiene que no será necesario utilizar los dólares de inmediato, ya que su sola existencia actuaría como disuasivo frente a eventuales movimientos especulativos.

El acuerdo con el FMI contempla un desembolso total de 20.000 millones de dólares mediante un Programa de Facilidades Extendidas (EFF), con un plazo de diez años, cuatro años y medio de gracia y una tasa del 5,63%. Del total, el 75% —unos USD 15.000 millones— será de libre disponibilidad, y el primer giro será de 12.000 millones. 

Además, el Ministerio de Economía anticipó un refuerzo adicional que elevará el total de fondos a ingresar durante 2025 a 21.100 millones de dólares. Ese paquete extra estará compuesto por préstamos provenientes del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos multilaterales.