En los últimos años, el problema en la atención a la salud de los jubilados se agravó, entre otras cuestiones, tanto por el quite de los descuentos al ciento por ciento de los medicamentos que antes cubría PAMI como por los que directamente no tienen cobertura de obra social alguna.
A ello se sumaron los incrementos exponenciales que hubo de los precios de los fármacos y la continua pérdida del poder adquisitivo de la población adulta mayor -grupo etario que más medicamentos consume-.
Asimismo, la atención a la salud también se ha visto afectada por el cobro de diferencias o plus por parte de los médicos especialistas, incluso a los jubilados que tienen obra social.
Por lo cual se incrementó la cantidad de aquellos que se atienden en el HIGA -servicio público y gratuito-.
Estos puntos han sido expuestos en las marchas que hubo esta semana en distintos lugares del país, incluyendo Junín, con importante participación de jubilados y el acompañamiento de varias organizaciones de la ciudad.
En diálogo con Democracia, Beto Hernández, quien es pintor jubilado autónomo y está enrolado en la Multisectorial Federada de Jubilados y Pensionados de Junín, explicó: “El problema de salud se agravó mucho por la quita de medicamentos y del vademécum. Para comprar algunos que han sido recetados, uno tiene que pagar el 60%, cuando antes PAMI lo cubría al ciento por ciento. Hubo varios que sacaron del vademécum como es el Omeprazol, que es de venta libre y por lo tanto no tiene cobertura”.
Hernández también mencionó los inconvenientes de las recetas electrónicas para compra de medicamentos. “Hay que pedirlas por WhatsApp y hay gente que no maneja eso o no tiene internet en la casa”, acotó.
Sin acceso
Hernández, a su vez, hizo hincapié en un grave hecho: la suspensión por quince días por parte de PAMI del suministro del alimento Enteral, que se pasa por sonda. “Esto es un tema muy delicado porque es para pacientes que no pueden deglutir”, apuntó para también mencionar la falta de cobertura total de la morfina para tratar el dolor, junto con otros 43 medicamentos -muchos indispensables- para paliar patologías que sufren los adultos mayores.
César Cabrera, quien es jubilado ferroviario desde hace varios años y secretario de la Multisectorial, indicó: “Nos sacaron 44 remedios de la cobertura al ciento por ciento, que son muy necesarios y caros. Somos un sector vulnerable. No es fácil para los que cobran la jubilación mínima o un poco más de la mínima, que somos la mayoría, y ni que hablar para los que tienen créditos para pagar”, dijo.
“No pueden comprar medicamentos”
Por su parte, Oscar Muñoz, quien se jubiló en una empresa terciarizada de energía, señaló que los jubilados ven resentido el acceso a la salud, entre otras necesidades, sea por las dificultades para comprar medicamentos o sea para hacerse atender y realizar los estudios médicos. “No están en condiciones de hacer trámites en un momento que hasta el transporte está carísimo. Junín es una ciudad grande, donde cuesta ir de un punto a otro. Todo es tiempo y dinero, viviendo con los dientes apretados pensando en la orden (médica), en la práctica, lo que vale el medicamento, lo que se puede comprar y lo que no. Ya la gente ha dejado de tomar todos los remedios; no puede comprarlos”, afirmó.
“Acompañamos a los jubilados”
Carlos Miraglia es jubilado de Obras Sanitarias Municipales y preside el Centro de Jubilados de ATE Junín. Al ser consultado por Democracia, apuntó que en su caso los reclamos se dirigen a IOMA, aunque de a poco se van solucionando.
“Yo fui sindicalista en Obras Sanitarias y siempre acompañamos a los jubilados. Y desde ATE Junín también estuvimos en la concentración del miércoles último. Hay muchos reclamos de jubilados en general, principalmente por medicamentos y por falta de atención médica porque son del PAMI”, comentó.
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