Durante la primera parte del martes, continuaron las lluvias sobre las provincias del centro. La masa de aire no se modificó, pero se espera que el aire húmedo se mantenga recirculando sobre gran parte de la región pampeana.
Por ahora, con las lluvias consolidadas en zonas de la franja central, muestran una dispersión importante, pero con alternancia geográfica, lo cual puede traducirse en una buena oferta de agua, con una transición intermensual que mantendrá estas características.
En este nuevo contexto, es necesario remarcar que el 2024 fue un año positivo para el sector agroindustrial argentino, que alcanzó un récord de exportaciones por un total de U$S48.370 millones, marcando un aumento del 25% en comparación con 2023.
Este incremento consolidó al campo como uno de los principales motores de la economía nacional, aportando seis de cada diez dólares que ingresaron al país. Según el Monitor de Exportaciones Agroindustriales, elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), la relevancia de las exportaciones agroindustriales se destaca especialmente en los sectores de soja, maíz, trigo y carne.
No obstante, a pesar de los números positivos, el sector se enfrenta a importantes desafíos, especialmente los relacionados con el clima. Durante el verano de 2024, los productores tuvieron que lidiar con una combinación de sequías y temperaturas extremas que afectaron tanto a los cultivos como a la ganadería. Las altas temperaturas y las olas de calor, sumadas a la escasez de lluvias, generaron dificultades para los cultivos de soja y maíz, fundamentales para la economía del país.
En las últimas semanas, las lluvias llegaron a diversas regiones del país, con un impacto desigual en las localidades afectadas. En la región núcleo y en provincias como Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires, las precipitaciones fueron más intensas, con acumulados que superaron los 100 mm en algunos casos.
Estos eventos trajeron alivio a zonas que atravesaban una grave deficiencia hídrica, especialmente en campos de soja y maíz. Sin embargo, especialistas advierten que las lluvias no fueron suficientes para compensar la sequía acumulada.
Signos de recuperación
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que, en la región núcleo, los cultivos de soja y maíz han mostrado signos de recuperación, superando las expectativas iniciales.
Las lluvias recientes mejoraron la humedad del suelo y estabilizaron las pérdidas, lo que permitió una proyección de rendimientos más optimista, especialmente en el noreste de Buenos Aires, donde se temía una caída superior al 50% en la producción.
A pesar de esta mejora, las condiciones siguen siendo precarias. Según los expertos, los cultivos tardíos aún requieren más agua para alcanzar su máximo potencial. Las reservas de agua en los suelos también han mejorado, pero la situación sigue siendo incierta, y los productores continúan preocupados por el futuro cercano.
En cuanto a la ganadería, las lluvias fueron desiguales y tuvo efectos negativos en la condición corporal de las vacas en diversas zonas. Hernán Silva, presidente de la Sociedad Rural de La Plata y vicepresidente de Carbap, expresó que, en esta zona, las lluvias fueron insuficientes para estabilizar la situación. “Hay campos donde no ha llovido nada y las vacas están perdiendo condición corporal”, comentó Silva, señalando que muchos productores decidieron adelantar la venta de terneros para evitar mayores pérdidas. Este fenómeno afectó especialmente a los productores que venían de años difíciles, con ingresos limitados que derivó en falta de inversión en infraestructura.
Silva también se refirió al impacto de las retenciones sobre la competitividad del sector agropecuario. “Ningún país con una producción agropecuaria inteligente puede proyectar un presupuesto con retenciones. Creo que lo mejor sería desactivarlas para dar previsibilidad y permitir que el sector retome el nivel de inversiones”, afirmó.
El dirigente resaltó que, si bien algunas producciones como la soja y el maíz se verían más afectadas, la eliminación de las retenciones sería una medida clave para mejorar la rentabilidad y la estabilidad de los productores.
Exportaciones
A pesar de los problemas climáticos, las exportaciones agroindustriales continúan siendo un pilar fundamental para la economía argentina. Según el informe de FADA, las cadenas agroindustriales representaron el 61% de las exportaciones totales del país en 2024, lo que subraya la relevancia del sector para el crecimiento económico.
Los principales productos exportados incluyen jugo y aceite de limón, aceite de soja, y carne bovina, que posicionan a la Argentina como líder mundial en varios rubros. A nivel global, el país se consolidó como el primer exportador mundial de jugo y aceite de limón, así como de aceite de soja. Además, la carne vacuna argentina continúa siendo un producto destacado en más de 54 países, con un crecimiento del 7% en las exportaciones en comparación con 2023.
El informe también destacó que 14 de las 20 cadenas agroindustriales analizadas mostraron crecimiento tanto de dólares como de toneladas, lo que refleja un panorama favorable para sectores como el granario, el de carnes y las economías regionales.
Sin embargo, no todos registraron buenos resultados. Algunos, como el limón, maní y arroz, experimentaron incrementos en el valor de sus exportaciones, pero con caídas en volumen. Para este año las proyecciones de las exportaciones agroindustriales son positivas, aunque con un superávit comercial más modesto que el de 2024.
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