EXPEDICIONARIO DEL DESIERTO BLANCO

De Junín a la Antártida: un observador del clima viviendo en el fin del mundo

Enrique Cuello es meteorólogo del SMN y desde febrero de 2024 se encuentra en una de las seis bases con las que cuenta el organismo en el continente blanco. En diálogo con Telejunín, habló sobre su próximo destino, a bordo del Rompehielos ARA Almirante Irízar.

Veinticuatro horas de noche, ráfagas de viento de más de 150 kilómetros por hora, temperaturas bajo cero y nieve permanentemente. En dichas condiciones, el juninense Enrique Cuello pasa sus días en la Antártida, donde junto a sus compañeros de equipo realiza observaciones para el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Cuello, de 31 años, cumplía funciones – desde hacía tres años - como observador meteorológico de superficie en el aeródromo de Junín. En el marco de su profesión, decidió postularse para realizar una invernada en la Antártida y, luego de completar varias etapas de capacitación, fue seleccionado para trabajar en la base Belgrano II.

Su arribo al fin del mundo se concretó el pasado 22 de febrero de 2024. La dotación, de la cual es integrante y partícipe clave, está compuesta por dos meteorólogos, tres científicos de la Dirección Nacional Antártida (DNA) y 22 militares de distintas especialidades que desarrollan actividades de apoyo a la ciencia, logística, mantenimiento de la base, expediciones y seguridad.

El observador climático dialogó con TeleJunín cuando se encontraba navegando a bordo del Rompehielos ARA Almirante Irízar y rumbo a la base Orcadas. 

“En base Belgrano II inverné durante un año, llegamos en febrero del año pasado, junto con otras 26 personas más. Dicha base fue fundada en 1979 y desde entonces está en actividad. Se encuentra en la latitud 77° 52' y es la tercera base más al sur del mundo; luego de la rusa Vostok y la base Admunsen Scott. Cuenta con cuatro meses de noche continua durante las 24 horas en invierno y cuatro meses de sol sobre el horizonte, durante el verano”, explicó. 

Con presencia ininterrumpida desde 1904, el SMN cuenta con seis bases antárticas, de las cuales tres han sido reconocidas internacionalmente como de referencia.

“Lo que se realiza en la base son tareas científicas, de logística, de permanencia; compartimos la invernada, 27 personas, cinco personas civiles, dos meteorólogos, tres chicos científicos, y 22 militares, - de distintas especialidades -, que llevan a cabo toda la logística, el mantenimiento y expediciones”, contó. 

Llegar a allí fue posible gracias al rompehielos ARA “Almirante Irízar”, el buque de la Armada Argentina que participa año tras año en el abastecimiento de las bases antárticas argentinas. Puede navegar en campos de hielo de hasta 1 metro de espesor en forma continua. Por embestida puede romper packs de hasta 5 o 6 metros de espesor. Tiene 12 cubiertas y su altura sobre la línea de flotación es de 42,2 metros.

Respecto a las condiciones adversas que caracterizan al continente antártico, Cuello aseguró que “desde septiembre y hasta fines de marzo”, el sol se encuentra sobre el horizonte “las 24 horas”. “Lo vemos girar todo el día. En cambio, durante el invierno tenemos la noche polar y también continua, donde se pueden ver las auroras boreales y se registran temperaturas extremas de hasta -47.9°C. Este año, la temperatura más baja que tuvimos fue de -39.7°C, pero la sustitución térmica siempre es mucho más baja por una cuestión de viento y exposición”, detalló. 

Y agregó que “la base Belgrano II se encuentra en un afloramiento rocoso rodeada de cuatro glaciares”.

Capacitación previa 

Para aclimatarse a las severas condiciones de la Antártica, el juninense tuvo que permanecer 20 días en Caviahue, provincia de Neuquén. 

"La zona para las capacitaciones fue seleccionada por unas condiciones climáticas muy cercanas a la experiencia en la Antártida. Durante el invierno, hay desde vientos fuertes, nevadas intensas y demás, en donde se hacen actividades de supervivencia y capacitación en búsqueda o rescate", manifestó. 

Por su parte, Cuello remarcó que "tuvimos una instrucción muy completa que incluyó uso de instrumental, seguridad con elementos, caminatas sobre glaciar, mantenimiento de motos de nieve, uso de trineos para cargar las cosas y demás. Y después nos enseñaron cómo realizar patrullajes de búsqueda".

Día de la Antártida argentina

Hoy, 22 de febrero es el "Día de la Antártida Argentina" y se cumplen 121 años de permanencia argentina ininterrumpida en la Antártida; porque ese día del año 1904, flameó por primera vez la Bandera Argentina en nuestra patria blanca, precisamente en la isla Laurie del grupo de Islas Orcadas, donde actualmente funciona la Base Orcadas.

Por Ley de la Nación Nº 20.827/74 publicada en Boletín Oficial 23.043, se instituyó como Día de la Antártida Argentina el 22 de febrero de cada año, determinando esa ley, que ese día se izara al tope la bandera nacional en los edificios públicos de la Nación y se realizaran actos alusivos a nuestros irrenunciables derechos de soberanía sobre la Antártida Argentina en todos los establecimientos educacionales.

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