Las temperaturas de verano ya comenzaron a registrarse en Junín y la zona y, con este panorama, el protector solar entra –más que nunca– en escena.
Cabe destacar que la exposición diaria sin la protección adecuada se relaciona con el cáncer de piel, manchas, lunares, quemaduras y envejecimiento cutáneo.
Los costos de dicho producto varían de acuerdo a las especificidades, que se van ampliando año tras año: hay para bebés, para niños, para el rostro, para el cuerpo, con color, sin color, en aerosol, en crema, y un montón de variantes más.
Si bien los dermatólogos recomiendan utilizarlos durante todo el año y en forma cotidiana, lo cierto es que la mayoría de la gente sale a buscarlos cuando el sol "se pone más fuerte". En las farmacias, perfumerías y supermercados de la ciudad la demanda se va incrementando con los días. Y hay stock suficiente. En un momento crítico a nivel económico, es importante conocer los precios de esta temporada y las opciones que se ofrecen. Además de tener en cuenta las recomendaciones de profesionales para utilizar los protectores solares de la manera correcta y para tener garantizado un cuidado eficaz.
En relación a la marca que más se vende, en una farmacia ubicada sobre calle Rivadavia, se puede encontrar el Factor 50, en crema, a $21.000. En tanto, en una importante cadena de supermercados, el mismo producto se vende a $23.000; mientras que el Factor 65, en crema y para bebés, está $24.850. Por su parte, la emulsión, Factor 50, para niños, cuesta $27.100.
Un detalle, a tener en cuenta, es que cuanto más alto es el nivel de protección, más incrementa el precio del producto; y que existe una importante variedad para adaptarse a distintos presupuestos.
Otro de los locales consultados fue una tienda multimarca ubicada sobre Roque Sáenz Peña. Allí el protector solar, Factor 50 y en crema, tiene un valor de $ 26.704,50; mientras que el Factor 65, en envase de 50 gr, destinado para bebés, cuesta $10.654,50.
Sobre el uso de los protectores solares
Marina Aguiar, médica dermatóloga, dialogó con Democracia y mencionó las pautas a considerar a la hora de adquirir un protector. Ante todo resaltó que dicho producto “se debe usar durante todo el año”. “Va a depender el tipo de piel del paciente y el nivel de fotoprotección, que eso lo evalúan los dermatólogos. Pero si bien se debería emplear durante todo el año, ahora inicia la época fuerte, donde cambian los índices de radiación ultravioleta y la llegada a la superficie y a la piel de nosotros”, explicó.
Otro de los cambios, en esta temporada, “es que se aumenta el factor de protección solar”. "Por ejemplo, para una piel de un fototipo común, es decir, una piel que se broncea un poquito, pero a su vez es bastante blanca, en el invierno puede usar un factor de protección 30, pero ya en esta altura del año pasa a ser 50”, detalló.
En ese sentido, aclaró que “ese cambio” está relacionado “con la cobertura que necesita nuestra piel para que no sufra quemaduras y que a la larga no sufra cáncer de piel; pero no con el tiempo que dicho producto vaya a cubrir”.
En cuanto a las recomendaciones para los más pequeños, sostuvo que “los niños no se deben exponer al sol hasta los dos años, por lo menos; deben tener exposición cero hasta los seis meses y desde ese momento pueden comenzar a utilizar protector solar”. Además, resaltó que “todos debemos evitar exponernos al sol en el horario de las 10 de la mañana a las 4 de la tarde”.
“Hay un paciente que se puede manchar, otro niño que se puede quemar la piel más fácilmente; es decir, son distintas patologías y daños que el sol puede ir causando y, a la larga, lo que va a sufrir la piel –sobre todo en esos horarios– son lesiones que pueden devenir o llevar en el tiempo a cáncer de piel”, expresó. Y agregó que “si bien hoy hay un concepto más cosmético del protector, lo que nosotros queremos lograr o el objetivo principal es ese, prevenir el cáncer de piel”.
Por otra parte, la dermatóloga resaltó que el protector “no puede ser reemplazado”, pero sí pueden utilizarse “medios complementarios”. “Se pueden emplear combinaciones de fotoprotección, por ejemplo, con medios físicos, que son los anteojos, lentes de sol; gorros o sombreros; ropa también con filtro UV, que nosotros lo usamos mucho en los chicos y demás, pero para los adultos también es válido”, puntualizó.
En cuanto a su aplicación, aseguró que “para que un protector solar cumpla la función, tiene que cubrir la superficie con una capa de producto. Si uno usa capas muy finitas y se termina quemando, quizá no estaba bien aplicado, quizá no era el protector para vos o por ahí fue que el FPS no era el indicado”. Y añadió que “una crema o algo en base oleosa va a durar mucho más en la piel que algo más liviano”.
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