Adolescentes juninenses afirman conocer al menos a un menor que apuesta online
Así se constató tras un nuevo informe realizado por Democracia en distintas escuelas de la ciudad, donde se dialogó con jóvenes sobre esta problemática que está creciendo de manera exponencial.
Las apuestas en línea, entre adolescentes y jóvenes, lejos de ser una simple actividad recreativa y aislada, están afectando de forma alarmante la salud mental, las relaciones familiares y el bienestar económico de muchas familias de Junín y la zona.
El acceso cada vez más fácil a plataformas de apuestas, junto con la falta de regulaciones adecuadas y la publicidad agresiva, pone en riesgo a este sector de la sociedad. Muchos de ellos caen en la trampa de las promesas de dinero fácil, sin comprender el peligro que conlleva.
En el marco del debate que genera esta problemática, en las últimas semanas, se presentaron los resultados de la encuesta nacional Apostar no es un juego, un estudio realizado en todo el país entre mayo y julio de 2024; el cual se convirtió en el primero a nivel federal en Argentina.
El cuestionario, y la idea de llevar a cabo esta encuesta, fueron desarrollados por los licenciados Martín Romeo y Fernando Cabani junto con la diputada nacional Constanza Alonso y el licenciado Juan Ignacio Pitelli.
Se trata de una investigación a nivel federal en Argentina sobre la temática de las apuestas online –en adolescentes y jóvenes– con más de 9.000 encuestas voluntarias en todo el país.
Según indicaron sus impulsores, el objetivo general del trabajo “es describir la penetración del hábito de apuestas online entre adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años de la Argentina, entre mayo y julio de 2024”.
En ese sentido, sobre los datos arrojados en Apostar no es un juego, se evidencia que tres de cada cuatro encuestados cree que las apuestas online pueden convertirse en una adicción; opinión que se destaca significativamente en residentes de la provincia de Buenos Aires. Mientras que el 73,3% ha experimentado ansiedad o estrés por no poder realizar alguna apuesta.
El 16,6% de los jóvenes considera que ha perdido una cantidad considerable de dinero en apuestas. Sobre las causas de las ganancias en apuestas, el 59,3% de los jóvenes cree que ganar se debe al azar o la suerte, mientras que la percepción de que las victorias están vinculadas al conocimiento sobre deportes o eventos es del 15%.
En cuanto a las relaciones sociales, el 81,6% de los encuestados afirmó conocer a amigos o conocidos que participan en apuestas en línea. En tanto, el 73,6% considera que esta actividad tiene efectos negativos sobre los adolescentes.
Respecto a las medidas preventivas, los jóvenes sugieren principalmente la implementación de controles más estrictos en el acceso a sitios de apuestas (38,8%), la realización de talleres informativos en escuelas y clubes (30%) y la restricción de la publicidad de apuestas dirigida a jóvenes (31,6%).
Por otra parte, la provincia de Buenos Aires muestra una mayoría (82%) de quienes tienen conocimiento de amigos, amigas o personas conocidas que realizan apuestas.
Relevamiento en escuelas juninenses
Por su parte, Democracia llevó adelante un relevamiento en distintos colegios de Junín, entre ellas la Escuela de Educación Secundaria Técnica N°1 “Antonio Bermejo”, el Colegio Nacional de Junín y las Escuelas Secundarias N°9 y N° 15.
Allí se desarrollaron entrevistas personales mediante un cuestionario con la idea de reflejar una imagen general de las experiencias frente al consumo de apuestas online vividas por jóvenes juninenses.
Más allá de la condición personal de apostadores, los adolescentes y jóvenes se mueven en un ambiente donde predomina el clima de apuestas, dado que todos los encuestados conoce amigos, amigas o compañeros que realizan apuestas en línea.
En ese sentido, es pertinente considerar el extendido entorno de apuestas como un factor de riesgo para quienes aún no han apostado o para quienes, incluso apostado, pretenden dejar el hábito.
Entre los testimonios recabados, el de Nicolás de 20 años es ejemplificador: “Yo particularmente no apuesto pero conozco a varias personas de mi círculo de amigos que sí y que lo hacen para tener un ingreso más”.
Por su parte, Tomás, de 18 años – quien también asiste al Colegio Industrial de Junín – aseguró que “en el último tiempo ha crecido la tendencia de las apuestas online, más que nada en menores”. “Se hacen cuentas truchas y se hacen pasar por mayores. Entonces, transfieren plata a través de Mercado Pago y te cargan las fichas”, explicó.
En tanto, Agustín, de 14 años, remarcó que si bien él no ha apostado “tengo más de cuatro amigos que sí”.
Piero, de 16 años, quien asiste al Nacional, contó que sus amigos “apuestan en sus casas y en la escuela también”. “Cuatro de ellos apostaron 3.500 pesos como oferta máxima”, indicó; mientras que Benjamín, también de 16 años, aseguró que “varios amigos apuestan, en sus casas y en la escuela y el máximo fue de 6.000 pesos”.
Julieta, por su parte, tiene 15 años, asiste a la Secundaria N°9 y según relató, tiene una amiga de 14 “que juega online, dentro y fuera de la escuela” y agregó que “usualmente apuesta 2.000 pesos”.
De la Escuela N° 15, Dante, de 16 años, admite haber apostado en varias “competencias deportivas” y que “no soy el único dentro de mi círculo de amigos que lo hace”.
De esta forma, al ser consultados respecto a si conocen amigos, amigas o allegados que apuesten en línea, la totalidad admitió que sí y según detallaron, el 33,3% dijo que estos jugadores tienen 14 años; otro 33,3%, 16 años; un 13,4%, 15 años; otro 13,4%, 17 años; mientras que el 6,6% indicó que tienen 18 años.
El 43% de los adolescentes apostó alguna vez
En junio, la Asociación de Centros de Estudiantes de Junín (ACEJ) expuso una encuesta que llevaron a cabo en la ciudad, en torno a las apuestas online y su impacto en el devenir de la ludopatía en adolescentes.
La encuesta recibió cerca de 200 respuestas de jóvenes de entre 13 y 18 años, en base a las cuales pudieron realizar el informe. Uno de los datos sobresalientes tiene que ver con que un 43% de los adolescentes contestó que realizó apuestas en algún momento.
Por otra parte, el 33% de los encuestados indicó que llegaba a las apuestas online a través de publicidades en redes sociales. Y un 13% de ello tiene relación con el mundo del deporte, es decir, la publicidad de apuestas, incluso en las camisetas de los equipos de fútbol.
Además, un 55% no informó a la familia y un 3,6% de los jóvenes juninenses, de la franja etaria mencionada, tienen deudas por apuestas online.
Muchos de ellos apuestan con dinero que les dan sus familiares y en muchos casos, utilizan dinero “con el que tenían que comprarse ropa, pagar fotocopias, entre otras cuestiones”. Es decir “sacan dinero de otras necesidades para las apuestas” destacaron desde la ACEJ.
Sin regulación
Emir Asan y Martín de la Fuente, miembros de la ACEJ, en diálogo con TeleJunín, coincidieron en que “es una adicción que cuando surge a edades tempranas cuesta parar”.
Además, hicieron hincapié en la falta de regulación actual: “La publicidad es sin ningún tipo de regulación. Cuando se accede a los casinos virtuales no existe ningún tipo de barrera para que no accedan menores”, señaló Emir.
“Es de muy fácil acceso y con las billeteras virtuales que pueden tener los menores, más aún”. Sobre la iniciativa de la encuesta destacaron: “Queríamos conocer el terreno. Y la verdad es que son resultados negativos”.
Y por esa razón, la inquietud y la encuesta son solo un punto de partida: “Buscamos avanzar en acciones y propuestas para que se puedan prevenir. Para que haya concientización y que el acceso no sea fácil”.
La ludopatía infantil y juvenil
El juego online está creciendo de manera exponencial en todo el país, especialmente entre los jóvenes y un mismo panorama se viene registrando en Junín y la zona.
Democracia dialogó con el licenciado en Educación, operador en Psicología Social, acompañante terapéutico y diplomado universitario en Consumos Problemáticos, Juan Manuel Álvarez Basabe, quien definió a la ludopatía como una adicción que, como todas otras, “comienza primero dándole un uso recreativo y un uso social”. “Luego se pasa a la fase de abuso y luego a la dependencia. Es importante aclarar que todos los que terminan en una fase de dependencia por el juego comienzan primeramente dándole un uso recreativo, un uso social al juego”, explicó.
En ese sentido, aseguró que actualmente “los chicos a los 11 años ya comienzan a apostar”. “Se apuesta entre varios amigos y juegan entre todos poniendo un poquito de dinero cada uno”, detalló.
Y agregó que “la ludopatía es una enfermedad que se caracteriza por un fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos de jugar apostando dinero”.
El momento bisagra
De acuerdo a lo que remarcó Álvarez Basabe, en el caso del deporte, “se abrieron las puertas de la problemática de la ludopatía luego del Mundial de Qatar”.
“Ahí fue el acontecimiento bisagra que desencadenó en una catarata de apuestas y de problemas también. En los últimos cinco meses yo atendí a cuatro familias que tienen que vender la casa para poder saldar la deuda de sus hijos. Porque en esta vorágine de apostar, los jóvenes no solamente se juegan el dinero que los padres le dan para desayunar y para merendar en la escuela”, resaltó.
Por otra parte, se refirió a la figura de los prestamistas “que comienzan a prestarle dinero a los menores, pero después van y se la cobran a los padres”. “Se están encontrando los padres con que ese dinero, que el prestamista le ha prestado a su hijo, tiene un valor actual cercano a cifras millonarias. Y en muchos casos los padres se encuentran con que tienen que vender el vehículo, la casa, para saldar la deuda. Es una problemática mucho más seria de lo que uno piensa”, sostuvo.