Desde joven, Benito Gorgonio de Miguel honró la memoria de su abuelo, el reconocido médico Benito de Miguel. En la ciudad, el legado de su ancestro abarca desde la fundación de importantes instituciones como el Sanatorio Junín, el Tiro Federal y el Banco de Junín, hasta el ejercicio como intendente en seis oportunidades. Además, su abuelo fue legislador nacional y provincial y llegó a candidato a la vicepresidencia.
Sin dudas, estos antecedentes influyeron en la profunda inclinación de Benito Gorgonio de Miguel por el mejoramiento del país, que afloró en plenitud tras un contacto casual con Alfredo Allende, exministro de Trabajo de Frondizi. En un reportaje que le realizara Democracia, señaló “quedé en reunirme con Allende y me hizo una emboscada, me recibió con las personalidades del estado mayor frondizista”.
Allí se sumó al Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) en 1972. El espacio del ex presidente Arturo Frondizi junto al articulador Rogelio Frigerio fue la vía para el comienzo de su vida en la política. Es que el MID se estaba reconstruyendo, y de Miguel era un joven que mostró potencial y así hizo carrera en el armado político, para luego asumir como secretario general del partido a nivel provincial, cuando se gestaba el último golpe cívico militar.
Como secretario general del MID provincial, tejió una relación de amistad con Horacio Rodríguez Larreta, padre del ex jefe de gobierno porteño y, en ese entonces, líder del MID de Capital Federal. Los unía su pasión por la política, pero también por el fútbol, ambos eran acérrimos hinchas de Racing. Larreta fue elegido presidente y Benito fue designado gerente general de la institución el 3 de enero de 1977.
Pocos días después visitó a su hijo Paulino que había sido operado en Junín y, cuando llegó, se enteró de un procedimiento en que capturaron a 14 personas, muchas cercanas a él. Benito, con su temperamento, se enojó por el hecho y fue a hablar directamente con el intendente.
Horas más tarde, tras una reunión en el Club Social a la que había asistido con su hijo, tres autos lo encerraron y capturaron. Al día siguiente, Frondizi ya estaba notificado del caso y pedía garantías de su vida a Suárez Mason, comandante de los centros clandestinos de detención en la Provincia. Del centro penitenciario local lo llevaron a San Nicolás, donde le informaron que había sido puesto a disposición del Poder Ejecutivo. Hasta entonces, estaba abierta la posibilidad de que lo hicieran desaparecer. Dos meses después de su detención, el 24 de marzo, fue liberado.
Es posible que aquel terrible hecho, que lo dejó marcado, se debiera a la exposición que le daba la política y el club, sumado a una operación de prensa que lo asociaba, sin fundamento alguno, a una agrupación guerrillera.
En la Unión Industrial Argentina (UIA), participó en el sector de higiene urbana, fue subsecretario administrativo de Sedronar entre 2004 y 2011, y ofició como subsecretario de Deportes (por su relación con Roberto Perfumo) por un año durante el gobierno de Kirchner. A sus 52 años, en 1995, Benito dejó la presidencia del MID provincial para unirse a la organización “Sociedad Internacional para el Desarrollo”, que forma parte de las Naciones Unidas, donde participó por alrededor de 12 años en diferentes lugares del mundo.
También fue asesor parlamentario en la Cámara de Diputados y gerente de permisos automotores de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), durante el gobierno de Duhalde.
Su actividad deportiva
Como deportista fue un defensor central corpulento, tenía el número 2 en la espalda, y su actitud y buen juego lo llevaron a debutar, a sus 17 años, en la Primera local del Verde.
Lo quiso San Lorenzo y vistió su casaca, rechazó el ofrecimiento de Zubeldía para ser “pincharrata” y hasta tuvo posibilidades de jugar en el extranjero. Luego actuó en el plantel profesional de Sarmiento y dejó su carrera de futbolista para abocarse a continuar con sus estudios de ingeniería.
Su tío materno lo hizo hincha de la Academia, pero su apellido es también Verde, porque su padre, Gorgonio, fue presidente del club por 9 años y su hermano, José Luis, lo fue por 5.
Su familia
Benito Gorgonio de Miguel se casó con María Delia Domínguez, docente que fue su compañera de vida y cuya muerte mucho lo afectó. Tuvieron tres hijos Benito, Paulino y Mariano y varios nietos que fueron centro de su atención y orgullo.
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