Julián Emiliano Ayué es un productor asesor de seguros proveniente de una familia dedicada a la misma actividad desde hace varias décadas.
Es así que trabaja en una oficina que fue fundada en 1951 por su abuelo, Ismael Ayué, en Roque Sáenz Peña 1001, y desde aquel día constantemente, a pesar de todas las crisis que han pasado por nuestro país, siempre han podido sostenerse.
En diálogo con Democracia, Ayué contó que luego su abuelo mudó la oficina a Tucumán 54 (entre General Paz y Roque Sáenz Peña), a pocos metros de la primera ubicación. Es así que allí están las instalaciones de “Ayué, productores asesores de seguros”, en pleno Barrio Belgrano.
“A la oficina –comentó Julián- la comparto con mi familia: padre, madre, tía, primo; todos somos productores asesores de seguro, excepto mi mamá, pero es casi como si lo fuera.
Y también siempre hay alguna actividad extra como diseño, y en eso está mi hermano que presta sus servicios”.
“Mi abuelo Ismael fue uno de los primeros productores de seguros, había muy pocos entonces. Son muchos años de actividad. Actualmente el rubro está ‘planchado’ digamos, pero a pesar de todas las circunstancias se sale adelante, se puede sostener”, aseguró.
Respecto a la actividad, Julián explicó: “Tenemos para ofrecer todo tipo de póliza para poder cubrir los distintos riesgos que uno tiene en la vida. Actualmente, lo que más se comercializa son los seguros de automóviles, de comercio, de granizo, accidentes personales, de caución; pero los más masivos siempre son los de automóviles, hogar y de comercio”.
En este punto, Ayué hizo hincapié en la función social que tenían las productoras de seguros. “A mí siempre me parece importante el seguro como función social, que es tratar de que aquel que sufra un daño se pueda resarcir. Es decir, las compañías van a resarcir ese daño para que uno vuelva a la situación anterior a cuando se produjo el daño”, explicó.
“No es tanto que a uno le pidan un papel del seguro, sino para que haya un resarcimiento cuando ocurre un siniestro, por ejemplo. Uno nunca piensa que el incendio va a suceder, sea en un hogar, un inmueble o un automóvil; y cuando sucede, ocurren situaciones muy traumáticas, penosas, si uno no tiene el seguro”, dijo.
Al ser consultado sobre los valores, los precios de las pólizas de seguro, Julián manifestó: “Hay como una esperanza de que estén estables, pero los aumentos de los vehículos o de la construcción siguen sucediendo. Quizás en un nivel no tan drástico como era el año pasado, pero hoy en día todavía uno tiene que estar atento a las sumas aseguradas porque los aumentos se siguen dando”.
“Lo que uno paga por un seguro se llama Premio. En general no es tanto lo que aumenta el premio del seguro, sino lo que uno tiene asegurado, entonces se refleja en lo que uno paga de seguro. Por ejemplo, una de las compañías con las que más trabajamos y siempre nos acompañó, que es La Equitativa del Plata, aumentaron la suma asegurada de la Responsabilidad Civil, el daño que uno produce a un tercero con un vehículo: la compañía hasta hace poco tiempo cubría hasta 80 millones de peso, y ahora cubre hasta 120 millones de pesos. Es decir, uno tiene una cobertura mayor y, por eso, aumenta el precio del seguro. En las coberturas por robo también: si el auto vale más, el valor del seguro aumenta”, explicó.
Ayué dijo que hace algunos meses atrás, los aumentos de los vehículos habían sido tan drásticos que los seguros aumentaron a la par. Por entonces, se notó mucho la reducción de coberturas y se sigue notando porque la población va tratando de poder subsistir y va reduciendo los gastos, según lo que le parece, comentó Ayué.
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