Licenciada Alicia María Panelli.
LICENCIADA EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

Alicia María Panelli: “Es lindo que las mamás trabajemos por la autonomía de los hijos”

Oriunda de la provincia de Mendoza, se formó académicamente en Buenos Aires y llegó a presidir la organización AIESEC a nivel nacional. Desembarcó en nuestra ciudad para formar su familia y desempeñarse como representante legal en el colegio Marianista y como docente en el Padre Respuela y la Unnoba. En la actualidad tiene a sus cinco hijos radicados en Estados Unidos desarrollándose en diferentes áreas. “El mejor lugar para una persona es la familia”, dijo.

Alicia Panelli es oriunda de la provincia de Mendoza, terminó su formación académica en Buenos Aires y fue su deseo de formar una familia la que la impulsó a llevar adelante un cambio en su vida profesional y desembarcar en Junín. De esta manera, se convirtió en una ciudadana local adoptiva e integra la lista de numerosas que lograron trascender a base de esfuerzo y trabajo. 

En diálogo con Democracia, recordó su infancia; contó cómo fue su desenvolvimiento en la universidad; analizó la maternidad vivenciada con cinco hijos; y destacó el lugar ocupado por la familia en la vida de cualquier persona.

“Nací en San Rafael, provincia de Mendoza. Soy hija de Ernesto Panelli, que fue ingeniero agrónomo, y Haydee Juri, conocida como ´Pochi´, quien se desempeñó como docente”, introdujo sobre sus inicios lejanos de nuestra ciudad. 

En lo que hace a su desarrollo compartió: “Cuando terminé el colegio quería ser profesora de matemáticas y por eso me fui a San Luis para iniciarme en los estudios universitarios.

Hice un año de la licenciatura en matemáticas, pero lo mío iba más hacia el lado de la docencia y, quizás, no tan científico. Hablé con mis hermanos y ellos me orientaron para encontrar una carrera más vinculada a las personas y las empresas. Eso me hice cambiar mi decisión para seguir ciencias económicas”. 

Si bien Panelli tenía en claro en qué rubro desarrollarse, hasta ese momento, no había encontrado el área precisa. Por eso, tal cambio de carrera implicó, a su vez, un cambio de espacio académico iniciándose en la Universidad Nacional de Cuyo.

Producto de su bagaje universitario, fue allí donde tomó contacto y se incorporó a la organización AIESEC, una reconocida asociación de liderazgo joven del mundo que ofrece programas de voluntariado, pasantía y docencia en América Latina. Al respecto, indicó: “Cuando estaba en tercer año fue que me incorporé y empecé a desarrollar una actividad que me abrió un panorama hacia otros ámbitos”. 

“Estuve varios años, me puse en contacto con gente muy valiosa: asesores, empresarios, personas que querían ayudar a los jóvenes a progresar y salir del promedio para tener experiencias de proyectos y emprendimientos como así también ver qué pasaba en otros países”, describió.

Trayectoria 

De tal forma, Panelli fue cosechando un cúmulo importante de experiencias y conocimientos que la llevaron a presidir AIESEC Mendoza, primero; y AIESEC a nivel nacional después.

En tal sentido, sobre su bagaje profesional en dicho lugar analizó: “Ahí me di cuenta que tenía capacidad de liderazgo, organización y trabajar junto a equipos y con las empresas.

Tuve experiencia a nivel nacional y a nivel internacional donde participé en algunos entrenamientos como Canadá, Chile, Uruguay y España”.

Además de su recorrido internacional, Panelli ocupó un rol clave en la vinculación estratégica junto a las universidades de distintas provincias y localidades como Buenos Aires, Mar del Plata, Mendoza, Rosario, San Juan, entre otras.

Fue en ese marco de desarrollo cuando surgió una nueva oportunidad de trabajo. “Un equipo de personas de Mendoza se trasladan a la cancillería de Buenos Aires y me invitan.

Decidí ser parte y terminé mis estudios universitarios como licenciada en administración de empresas en la UADE”, narró.

Sumada a la experiencia en la cancillería, Panelli supo desempeñarse en el Ministerio de Relaciones Exteriores como así también en el Ministerio de Economía de la Nación. 

Otra de las facetas desarrolladas a lo largo de su trayectoria fue la docencia en el colegio Padre Respuela, Instituto Superior del Profesorado y la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (Unnoba). Asimismo, a través de su experiencia en el sector, supo ser representante legal en el Marianista.

“El docente creo que tiene esta vocación de dar y sembrar semillas buenas en los niños. Las madres también tenemos esta vocación desde que el bebé nace, acompañándolo adesarrollarse, que aprenda, creciendo en cada una de las etapas en la que va siendo autónomo”, consideró.

Y enfatizó: “Es lindo que las mamás trabajemos por la autonomía de nuestros hijos para que sean personas de bien e independientes. También trabajar en la posibilidad de que vayan creyendo en sí mismos desde que gatean, poder levantarse, entrar solos a la escuela, irse caminando solos, entre otras acciones”. 

Maternidad

Sin embargo, tal desarrollo exponencial en la trayectoria de Panelli encontró un momento de decisión al formar una familia. Por eso, explicó que “siempre con Rubén (Dicún) pensamos que, para poder hacer una familia, nos gustaba la idea de una ciudad más chica que Buenos Aires. Cuando volvió de una experiencia profesional en Bélgica, terminó su carrera y empezó a buscar trabajo en Junín porque queríamos ir al interior. Teníamos familia ahí y nos parecía lindo la posibilidad de volver”. 

De tal forma, siguió: “Cuando empezó a trabajar, nos decidimos casar y armar nuestra familia. Nos gustaba la posibilidad de tener más tiempo como familia y Buenos Aires es una ciudad muy linda para disfrutar una etapa de la vida, pero es difícil cuando uno tiene hijos”.

Tal fue la génesis de una historia en familia que, tras el casamiento y radicarse en Junín, dio inicio a la llegada de cinco hijos. Sobre esto, Panelli, expuso: “Los dos, sin haberlo planificado demasiado, estábamos muy abiertos a tener hijos. Vengo de una familia numerosa de cuatro hermanos y veinte primos. Me parece que el mejor regalo para un hijo es un hermano y lo compruebo en muchas oportunidades y en mi propia familia. Fuimos recibiendo uno a uno y siempre fue una felicidad y bendición”. 

En lo que hace al hecho de ser madre lo definió como “algo maravilloso que la naturaleza nos pone a disposición y te permite colaborar con la creación, dar una nueva vida y siempre tiene una devolución de dulzura y alegría. Es una forma de dar, pero también de recibir mucho”. 

Un aspecto no menor en su biografía fue el hecho de compatibilizar su profesión junto a la responsabilidad que conlleva ser madre. Acerca de esto manifestó: “No me costó. Fue una decisión importante en la que renuncié a mi trabajo y empecé una nueva etapa. Fui bien recibida por la comunidad de Junín para poder desplegar mi carrera. Comencé a dar clases en distintos ámbitos. No generó una frustración el hecho de haber dejado lo que hacía en Buenos Aires con lo que hacía en Junín y compatibilizar la familia”.

Volviendo a la figura materna, Panelli consideró que “siempre somos mamás hasta el fin. Nuestro rol va cambiando totalmente en cada etapa y con cada hijo. En nuestro caso, somos papás que tratamos de estar presentes, aunque estemos lejos físicamente”. 

“Siempre estamos comunicados, atentos, dispuestos a responder a necesidades puntuales y facilitar espacios en la semana para encontrarnos. Por el paso de los años y el crecimiento de cada uno, ocupamos otro rol a cuando eran chicos, pero seguimos presentes de una forma distinta”, valoró.

No solo la maternidad fue algo vivenciado, sino también el rol como abuela. Respecto a lo que representa este nuevo lugar en el que está dando sus primeros pasos lo consideró como “hermoso” y sostuvo: “Se lo deseo a todas las mujeres de esta tierra los hechos de ser madre y abuela. Ser abuela significa tener una sensación de trascendencia distinta y que, maravillosamente, la vida continúa”.

“El cariño con las nietas es un vínculo y una relación distinta que los hijos porque sos abuela. Como mamá de Verónica, no solo es mi hija, sino, a su vez y valga la redundancia, la mamá de sus hijas. Hay un aprendizaje mutuo en esa nueva relación. También el hecho de poder compartirlo con Rubén como abuelo”, explicó.

Cierre

Luego de hacer un repaso por su trayectoria, al momento de realizar un análisis integral de la misma, Panelli sostuvo: “Mirando el diario del lunes, creo que las decisiones que he ido tomando han sido correctas. No todas han sido fáciles, ya que, como un ejemplo de decisiones, he renunciado a horas de clase porque era el horario que los chicos necesitaban bañarse y organizarse”. 

“Más allá de que no seguí como licenciada de administración de empresas siempre he tenido la actitud de seguir aprendiendo novedades y leyendo cosas que nos pueden mantener activos”, opinó y remarcó: “Lo más importante es la actitud mía de querer seguir aprendiendo”. 

Por ello, Panelli hizo mención a la compañía “Amway” (oportunidad de negocio para emprendedores a través del relacionamiento de personas). “Cuando estaba en Estados Unidos me vinculé y me dio la posibilidad de ser independiente, capacitación y la generación constante de desafíos”, dijo. 

Siguiendo con su cierre aclaró: “De ninguna manera pienso en cuándo me voy a jubilar, sino que, todo lo contrario, me desafío permanentemente a aprender sobre nuevas tendencias como puede ser inteligencia artificial y las plataformas actuales”. 

Finalmente, volviendo al lado personal, concluyó: “Siempre he creído que el mejor lugar para el ser humano es la familia, ya sea la de origen o la que uno crea. Me siento feliz de haber tomado esas decisiones y haber puesto empeño en esto más que en otras cosas. Dar gracias a Dios porque realmente nada de lo que hemos hecho hubiera sido posible sin su figura y la familia”.