Claudia García Rubio, Mario Cuitiño y Soledad Martiren, del Equipo de infectología.
Claudia García Rubio, Mario Cuitiño y Soledad Martiren, del Equipo de infectología.
CLÍNICA LA PEQUEÑA FAMILIA

La importancia de la higiene institucional en la prevención de las infecciones

Los doctores Claudia García Rubio, Mario Cuitiño y Soledad Martiren como integrantes del staff de Infectología y miembros del Comité en Prevención y Control de Infecciones analizaron la importancia del trabajo del personal de limpieza en las instituciones de salud para la seguridad de los pacientes.

El 4 de octubre se celebra y brinda homenaje a las mucamas que trabajan en instituciones de la salud, cumpliendo un rol muy importante en la prevención de infecciones.

En la suciedad hay diferentes componentes. Los objetos, cuando están sucios tienen una capa de materia orgánica (grasas, cenizas, etc.) junto con numerosos gérmenes. Estos gérmenes producen una película que los protege llamada biofilm. Si no se eliminan la suciedad visible, la materia orgánica, los gérmenes presentes y el biofilm, el ambiente estará contaminado, aunque impresione limpio. Para la higiene o limpieza de las instituciones de la salud se deben utilizar productos de limpieza específicos. Estos productos deben ser detergente y desinfectante al mismo tiempo; tienen que erradicar la suciedad y la mayoría de los gérmenes presentes. Además, el producto no debe ser tóxico para las personas, ni corrosivo para los materiales.

Estos productos, aprobados por Anmat, deben ser aplicados para la limpieza con una técnica adecuada, que no es la forma en que limpiamos nuestras casas. Por ejemplo, en las instituciones de la salud no se debe baldear o utilizar plumeros o paños en seco (tipo franelas). 

Por ello la higiene institucional requiere de productos de higiene específicos; una técnica de limpieza diferente a la domiciliaria; además, es necesario limpiar (sacar la suciedad) y desinfectar (matar los gérmenes que se encuentran en los objetos); la limpieza de ciertas áreas, en las instituciones de salud, debe ser más exhaustiva, como por ejemplo en quirófanos, neonatología, oncología, terapia intensiva, áreas de diálisis, entre otras. 

Sin embargo, todas las áreas de un hospital o clínica deben ser higienizadas adecuadamente, sobre todo las superficies de mayor contacto, como por ejemplo picaportes, pasamanos, botoneras, controles, barandas de camas, etc.

Estas superficies se denominan “de alto contacto” al ser tocadas varias veces en el día por muchas personas. 

Si tocamos un ambiente o elemento “sucio”, aunque no lo sea visiblemente, los gérmenes que allí se encuentran quedan en nuestras manos, pudiendo ser llevados a otro sitio o persona. Para que la higiene de las instituciones de salud sea adecuada, todo un equipo de trabajo interacciona en la evaluación de los productos adecuados, en establecer los protocolos y normativas de limpieza de cada sector, en la formación del personal que desarrolla la tarea, en la motivación diaria para que la tarea sea óptima. 

La higiene de las instituciones de salud constituye un pilar fundamental para evitar las infecciones. 

El personal que realiza esta importante tarea es considerado personal de salud. Gracias al adecuado trabajo del personal de higiene institucional es que los ambientes son más seguros para todos. 

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