Paola Berro.
Paola Berro.
APRENDIZAJE, ESTRATEGIAS Y CONTENCIÓN

Discapacidad e inclusión en la escuela, desafíos de una realidad que se construye día a día

Requiere de un fuerte trabajo en equipo, con docentes, especialistas y apoyo por parte de la familia para apuntalar el camino y celebrar los logros. También obliga a maestros y profesores a hacer frente a muchas problemáticas pendientes y urgentes, propias de la actualidad social.

La inclusión en la escuela es siempre, y por sobre todo, la buena noticia. Un cambio crucial que se dio hace años en el sistema educativo, que convoca no solo a los alumnos con discapacidades sino también a sus familias, a los docentes y toda la comunidad educativa. 

Sin dudas un cambio repleto de desafíos y contratiempos, no siempre con todas las herramientas disponibles, a la hora de avanzar con los aprendizajes y la sociabilización de los chicos, pero que mantiene su vigencia y esencialidad. 

Desafíos no menores, con una tarea docente sobrecargada y casi titánica en un aula con un promedio de treinta alumnos a quienes se debe guiar y acompañar de igual manera en su proceso. Y con la angustia y frustración de muchos papás, que atraviesan la escuela con sus hijos, luchando por contar con acompañantes terapéuticos y con obras sociales que cubran los costos.

La inclusión requiere de un fuerte trabajo en equipo, con especialistas y apoyo por parte de la familia para apuntalar el camino y celebrar los logros, pero también es necesario entender que hay muchas problemáticas pendientes y urgentes por solucionar.

Escuelas inclusivas

En el marco de la perspectiva de inclusión, en escuelas de nivel asisten alumnos con discapacidad Intelectual (DI) y Trastorno del Espectro autista (TES), discapacidad sensorial y motora, quienes requieren en muchos casos de un acompañamiento de Escuelas de Educación Especial, en consentimiento y acuerdo con la familia y aval profesional.

“Las contextualizaciones curriculares se dan desde el nivel inicial hasta el secundario", indicó la Inspectora Jefe Distrital, Paola Berro. 

Si bien todas las escuelas públicas deben incluir alumnos con discapacidad, según Berro: “Necesitamos siempre contar con el aval de la familia para tomar decisiones en el sistema educativo. Si requiere un abordaje complejo y la familia así lo requiere el abordaje puede estar brindado por la escuela especial”.

Actualmente en Junín hay 676 alumnos que cuentan con un proyecto de inclusión en distintos niveles y modalidades.

“Todas las escuelas deben incluir a todos los estudiantes, tienen la obligación y el deber de trabajar con la diversidad en el marco de las Ley de Educación Nacional y Provincial 13.688”, detalló. 

Una construcción en proceso constante

Marianela Otermín, Inspectora de Educación Especial de Lincoln destacó que la inclusión tiene en cuenta, como primer parámetro “la existencia de necesidades educativas que derivan de una discapacidad”. 

En ese sentido señaló que puede tratarse de un estudiante con discapacidad en una escuela de nivel pero que no requiera un dispositivo de inclusión.

 “Por ejemplo, un estudiante con discapacidad motora, como una parálisis cerebral, puede estar afectado en distintas dimensiones de su desenvolvimiento. La parálisis cerebral afecta la posibilidad de moverse, pero muchas veces también afecta, la visión, la audición, las posibilidades cognitivas. Entonces, el alumno puede requerir solo una silla de ruedas para trasladarse" y ello puede resolverse con una accesibilidad como una rampa para ingresar, un aula en planta baja.

Según Otermin, lo que valoran los equipos que intervienen es “justamente cuánto del aprendizaje escolar, en la escuela, se encuentra afectado por la presencia de una discapacidad”. 

Como profesional y desde el ámbito de la educación especial remarcó: “Nosotros pensamos que la discapacidad es una condición que se construye en la medida en que una persona que presenta una patología, por ejemplo, una parálisis cerebral, interacciona con una sociedad que muchas veces, en lugar de ofrecer apoyos y accesibilidad, ofrece barreras”.

Por eso, señala, "nosotros decimos que es un concepto que tiene que ver más con una categoría que se construye, y no se determina por la sola existencia de una enfermedad o de una patología”, indicó.

Esa construcción “nos obliga constantemente a estar revisando las mediaciones y las estrategias que ponemos en juego”, destacó e hizo hincapié en la contínua “reflexión sobre la propia práctica y de análisis de esas trayectorias educativas”.

Acompañantes y apoyo 

A las dificultades no menores de la inclusión, las situaciones de frustración, cuando ésta no se da de la manera esperada, se suma la necesidad del apoyo en la figura de los acompañantes terapéuticos.

“Los Estudiantes que tienen acompañantes externos (AE), son los que requieren asistencias y acompañamiento específicos sin injerencias pedagógicas dentro del aula, ya que los docentes trabajan de manera directa con todos los alumnos”, dijo Berro.

“También el AE propicia las relaciones vinculares y contención física cuando los alumnos lo requieren. Lo que se busca siempre es potenciar al máximo las posibilidades de los estudiantes”, dijo. Y señaló que “las maestras de apoyo a la inclusión trabajan en todos los niveles”. 

Al mismo tiempo remarcó que “existe una planificación pedagógica específica que realizan conjuntamente la Modalidad de Educación Especial y los niveles en diálogo con la familia”. 

Formación docente

La discusión en torno a las herramientas y recursos con la que cuentan los docentes para hacer frente a una clase con diversidad de situaciones y llevar adelante su tarea está siempre abierta.

No resulta una cuestión sanjada, mientras no se puedan evitar frustraciones y sobrecargas, ante la demanda física y emocional que conlleva la labor docente y la necesidad primordial de que los alumnos logren sus objetivos educativos y sociales en un entorno de contención.

La formación docente, independientemente del título al que se acceda, apunta a la justicia curricular, la igualdad, la democratización del saber, la inclusión educativa, tal y como señala Otermín.

“Cuando hablamos de inclusión educativa en esta base para todos los docentes, o aquellos que aspiran a ser docentes, hablamos de la inclusión, para todos, no solamente para quienes tienen discapacidad. Todos partimos de ahí, todos, alguna herramienta tenemos”.

Hay cuestiones a las que hoy el docente tiene que dar respuestas en el aula, “que no tienen que ver solo con la presencia de estudiantes con discapacidad, sino con un montón de cuestiones epocales”, y que resuenan en la escuela y con las que se trabaja para contener y dar respuestas.

Otermin explicó que al hablar de estudiantes con discapacidad, “los desafíos no van a depender solo de la presencia de una determinada discapacidad, sino de las características de ese estudiante y de esa trayectoria educativa”. 

Más allá de que haya, por ejemplo, dos estudiantes con un diagnóstico de autismo, “seguramente las manifestaciones, la forma de estar de esos chicos en la escuela es diferente uno de otro”, indicó. 

La Dirección de Educación Especial apunta al trabajo en colaboración, “lo que llamamos coenseñanza, el trabajo de los docentes de niveles con los docentes de Educación Especial, pensando la mejor propuesta de enseñanza para estudiantes con dispositivos de inclusión, dentro de los niveles”. 

Dicha dirección, junto a las direcciones de los niveles y modalidades, “prefieren hablar de enseñanza entre escuelas". Es decir, buscar los acuerdos necesarios entre escuelas primarias, de nivel inicial, secundarias y educación especial para hacer posibles las trayectorias de los estudiantes.

Mucho de esto implica “revisar la propia práctica docente, con un otro” y abrir la puerta al aprendizaje: “Esta cuestión de la frustración o del cansancio del docente, a mi parecer, tiene que ver más con otras situaciones, pensadas en clave de época, en lo que está viviendo la sociedad y cómo eso ingresa a la escuela y circula dentro". 

Garantes de la inclusión

Berro resaltó "el principio de igualdad como punto de partida y el derecho político de las diferencias. Trabajamos siempre en el marco de la diversidad, contemplando las diferencias individuales garantizando un abordaje integral desde la totalidad del sistema educativo”. 

Los estudiantes con discapacidad son ante todo sujetos de derecho, señaló y agregó que “la inclusión está dada en todos los aspectos y cada uno de los agentes del estado somos esos garantes directos, de que esto así suceda”.

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