José Molinari, presidente de Capynoba.
EN EL MARCO DE LA CRISIS

Desde Capynoba afirman que “las pymes buscan mantener la planta de trabajadores”

El presidente, José Molinari, marcó una diferencia respecto de los comercios más chicos donde sí se reportaron despidos. Según los datos de la CAME, el 16,7% de las pequeñas empresas industriales reportaron complicaciones para cumplir con los sueldos este mes.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) industriales en Argentina enfrentan dificultades para mantener el equilibrio financiero, especialmente en el pago de salarios. 

Según los datos actualizados que dio a conocer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el 16,7% de las pymes industriales reportaron complicaciones para cumplir con los sueldos del mes en curso.

Si bien la cifra muestra una leve mejora frente al mes pasado, donde se llevaba 8 meses a la baja y cuando el 19,3% de las firmas manifestó este problema, los niveles de estrés financiero son motivo de preocupación dentro de sectores clave para la economía.

Democracia consultó al titular de la Cámara Pyme del Noroeste de Buenos Aires (Capynoba), José Molinari, quien destacó que si bien desde dicha Cámara no miden tales datos, sí lo hacen respecto de despidos o contratación de personal, cuestiones que de momento muestran cierto equilibrio, según señaló.

Caída del consumo y despido

“En Capynoba evaluamos si hay despidos o no, si sumaron más gente al personal”, explicó Molinari y agregó que la Cámara agrupa a empresas medianas, donde “para Junín, no ha habido grandes despidos”. 

En detalle, remarcó que “puede haber habido algún despido puntual por algo, pero tampoco hubo gran demanda de nuevos puestos, entonces viene un poco equilibrado. Venimos manteniendo nuestros planteles de trabajadores”.

No obstante, refirió la situación en comercios más chicos, “donde está habiendo despidos, tal y como me informo. No lo podemos medir porque no es el espacio que mide nuestra Cámara, pero es cierto que la caída del consumo minorista interanual en agosto fue del 10,5% respecto del mismo mes de 2023; eso lo midió CAME y nosotros de alguna manera lo corroboramos”.

A pesar de ello, y de la difícil situación, Molinari reconoció que “hay sectores que están empezando a ver un poco más de movimiento. Es decir que las caídas interanuales siguen existiendo, pero ya no son tan grandes como en meses anteriores. Como en algunos lugares hay un poquito más de movimiento”.

“La realidad no obstante es que el bolsillo de la gente sigue sin alcanzar y se nota, sobre todo en el consumo minorista, como supermercados, que es donde más hay que mirar”, enfatizó.

Panorama complejo

De acuerdo con la CAME, los sectores más perjudicados en este contexto son los de alimentos y bebidas, textil e indumentaria, con un 22,8% y 21,1% de sus empresas respectivamente. 

Las industrias relacionadas con la producción de metal, maquinaria, equipo y material de transporte no se quedan atrás, con un 19,3% de las pymes del sector expresando problemas similares. 

En tanto, los sectores de químicos y plásticos también se ven afectados, con un 15,8% de dificultades reportadas para cumplir con sus obligaciones salariales. 

Por su parte, las empresas vinculadas a papel e impresiones, madera y muebles parecen estar en una situación un poco más estable, aunque el 10,5% de sus firmas aún registran problemas para afrontar el pago de salarios.

Consecuentemente, hubo medidas para afrontar la coyuntura, entre ellas se destaca la reducción de los gastos operativos con 29,5% de las respuestas, seguido por la diversificación de productos con 29,1% y la reducción de horas laborales (13,4%).

Esta situación es el claro ejemplo de que las pymes industriales en Argentina enfrentan un panorama complejo, donde los sectores tradicionales, como alimentos, bebidas y textil, luchan por mantener sus operaciones ante el desafío constante del pago de salarios, con una inflación que no abandona el 4% y que lleva un acumulado de 94,8%. 

La lenta reactivación de la actividad industrial y el aumento de los costos de insumos presionan a las empresas, que buscan estrategias para mantenerse a flote en un contexto económico volátil. 

La CAME advierte que, aunque los problemas financieros parecen haber disminuido ligeramente en comparación con el mes anterior, todavía es prematuro hablar de una mejora sostenida.