Caída del agua en la Laguna de Gómez.
Caída del agua en la Laguna de Gómez.
LUEGO DE TRES AÑOS Y MEDIO DE SEQUÍA

Tras llenarse Mar Chiquita, comenzó a entrar agua a la Laguna de Gómez

Según informaron, el agua al partido de Junín está ingresando por el canal Las Horquetas al reservorio ubicado en Agustina, que volvió a ser navegable tras ganar un metro y medio de profundidad. Desde allí, drena río abajo con destino al Balneario municipal y El Carpincho.

Luego de que Mar Chiquita ganara un metro y medio de profundidad debido a las lluvias que se vienen dando en la cuenca del Salado desde marzo, esta semana comenzó a ingresar agua a la Laguna de Gómez, que solo contaba con agua estancada producto de las grandes precipitaciones caídas el segundo fin de semana de abril.

Como informó Democracia en la edición del 20 de julio, habían comenzado a entrar excedentes a Mar Chiquita (primera laguna río arriba de Junín) a través del canal Las Horquetas, por lo que ese espejo de agua volvía a ser navegable, ya que ganó “un metro y medio de profundidad”, afirmaron.

Cabe destacar que este diario realizó una recorrida por los puentes de Lincoln y Morote, donde el agua volvió a brillar en el tramo que conecta ambos reservorios situados en el partido de Junín, con destino, además, a la laguna El Carpincho.

Cabe recordar que la Laguna de Gómez (la más afectada) había sufrido una bajante histórica entre fines de enero y principios de febrero, donde se podía cruzar caminando, ya que no había una gota de agua. 

Actualmente, y gracias a las lluvias sostenidas, el agua cubrió gran parte de la superficie y llegó a la altura del espigón, al igual que la laguna Mar Chiquita (ubicada en Agustina), que se encuentra situada río arriba y que se encarga de enviar excesos hídricos.

En efecto, Democracia dialogó con pescadores y guías de Junín y la Región, quienes destacaron la recuperación de los reservorios tras más de tres años y medio de sequía.

“Mar Chiquita ya está navegable y viene volcando agua la Laguna de Gómez. Ya se está uniendo lo que es el Puente Morote con Saforcada (Ruta 7) y el Puente Lincoln (Ruta 188). En la Laguna de Gómez, el agua llegó y pasó la punta del espigón. Todavía había un poco de costa, pero bueno, ya se cubrió bastante”, dijo Mariano Albano.

En la misma línea, Julio Rodríguez explicó que en Mar Chiquita empezó a entrar agua desde fines de marzo a la fecha, y en mayo “ya había llegado a las costas. Actualmente, está en un nivel normal, tirando a un poco más pasada, porque en algunas partes se subió al campo el agua”. 

Además, destacó que “desde hace rato está pasando agua para la Laguna de Gómez que tiene bastante más caudal”.

Por su parte, Gustavo Walter destacó que en Mar Chiquita “ya se puede navegar. Si bien no hay botes, ha ido gente conocida mía que se ha metido con una lancha con un motor y han podido navegar”. 

“Aparentemente está viniendo agua que han desviado de La Picasa para acá, a través de un canal que fue desviado hacia Granada y Las Horquetas, desde donde viene para Junín”, afirmó el pescador a Democracia.

"Por ende, se está llenando Mar Chiquita y ya está empezando a salir agua de la zona del vertedero, donde están las compuertas, para el lado de Gómez. Es un panorama alentador y ojalá que siga así”, destacó. 

“Lo que habría que hacer ahora es sembrar pejerrey para que se vayan criando porque hay agua; porque si hay peces, son muy pocos”, explicó.

“Ya estuvieron navegando y también probaron pescar. Y han visto algún movimiento de pescado, pero por ahí, por el frío, no picó. Aunque  en la parte de Las Horquetas, en los canales, sí han pescado pejerrey chico”, concluyó.

La Picasa

Como se dijo, las lagunas de Junín, como la de Gómez, que sufrió la peor sequía de su historia, recuperan caudal, pero todavía no ingresan excesos hídricos desde la laguna La Picasa que está medio metro abajo del vertedero.

En este sentido, el representante del Comité de Cuenca de La Picasa, Juan Carlos Duhalde, dijo a este diario: “Acá sigue todo igual, sin ingreso de agua y tampoco hay egresos. La Laguna está abajo de la cota 101 y la estación de bombeo sur sigue sin funcionar por no llegarle caudal”.

Es preciso recordar que en la salida Alternativa Norte, donde el agua escurría por gravedad cuando superaba la cota 104, actualmente están construyendo otra planta de bombeo.

La Cuenca del Salado

Cabe destacar que, la Laguna de Gómez forma parte de la Cuenca del Salado superior y recibe agua del Río Quinto, la parte sur de Córdoba; del sur de Santa Fe; y algo de San Luis y La Pampa. 

“Hoy, el gran afluente de todo eso es la laguna La Picasa que está con un 60% o 70% de agua, es decir, no está desbordando ni está mandando agua”, aseguró el ingeniero Alejandro Signorelli.

Así, en detalle, explicó el sistema de funcionamiento de las lagunas: “La Picasa se llena y tiene dos vertientes, o dos bombeos, uno hacia el lado bonaerense y otro hacia Santa Fe.

Uno que viene por el canal de Las Horquetas, que lo cruzamos en la Ruta 7, y el otro va por las lagunas encadenadas, que va hacia la laguna El Chañar en Teodelina. Y ambos van a la laguna Mar Chiquita de Arenales, y de Arenales viene a la Laguna de Gómez y sigue todo su recorrido hasta desembocar en la Bahía de Samborombón”. 

Además, indicó que “la Laguna de Gómez puede recibir agua local, porque toda la divisoria de agua la tenemos por Rojas hacia el norte y drena hacia el Paraná por la cuenca del río Arrecifes, y para acá la del Salado. Es decir, recibimos agua localmente, pero necesitamos que llueva bien en toda la cuenca del Salado para que se recupere la Laguna rápidamente”.

Extensa sequía 

La sequía extrema que viene afectando a Junín y la región había transformado a la Laguna de Gómez en un gran desierto. Es preciso recordar que entre septiembre y octubre de 2023 se había registrado una pronunciada bajante, a tal punto que en algunos sectores de Gómez ya se podía cruzar caminando de costa a costa.

Luego, con las últimas lluvias registradas entre fines de octubre de 2023 y enero de este año, coincidentemente con la llegada de El Niño, la Laguna había recuperado parte del caudal de agua y se abría una esperanza en que recobre su caudal. 

Pero, tras una segunda quincena de enero con calor y pocas precipitaciones registradas, el panorama volvió a ser desolador, agravando la ya complicada situación hídrica, sumado a que durante el verano se produce mayor evaporación de agua debido a las altas temperaturas.

“Las lagunas de Junín están sufriendo la mayor sequía de los últimos 60 o 70 años que se tenga memoria. Son dos años consecutivos y tres de La Niña, que es un periodo seco -y en este caso fue extremadamente seco-, donde no se pasó la mitad de la media anual y han llovido por año 400-500 milímetros, teniendo en cuenta que llueve de 900 a 1100”, había dicho en una nota reciente a este medio el concejal Marcelo Balestrasse. 

“Si se suman los tres últimos veranos, tenemos una faltante hídrica por la época estival de 1.200 metros cúbicos. Con lo cual realmente al sistema lo ha afectado, tal como se ve, una sequía de las más grandes que se recuerda”, indicó. 

Y rememoró que “del 47 al 51 hubo sequía, en el 63 hubo sequía, en el 85, 86 hubo sequía, en el 2009 hubo sequía, y ahora actualmente en los últimos dos años hay sequía, pero ninguna fue tan grave como la de ahora, porque siempre en Gómez se mantuvo el agua en el medio”, afirmó.

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