En Conin, las madres asisten a distintos talleres.
En Conin, las madres asisten a distintos talleres.
CUIDAR LA INFANCIA

Abordaje de la malnutrición en los niños, el compromiso de un desafío a diario

Democracia dialogó con María de los Ángeles Quintana, de Conín y Julieta Pino, del Observatorio Nutricional, quienes dieron detalles del trabajo que se realiza en cada uno para hacer frente tanto a la problemática de la obesidad como a la del bajo peso.

Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó sobre la problemática de la malnutrición, que engloba la obesidad y la desnutrición.

En nuestro país, según el relevamiento de FAO el 12,6% de los niños padecen sobrepeso y un 9,5% presentan problemas en su desarrollo físico debido a su alimentación.

Sin relevamientos oficiales, y con tareas diferentes, en Junín se realiza un abordaje de la malnutrición en centros como Conin Junín o bien el Observatorio Nutricional del Municipio.Democracia dialogó con María de los Ángeles Quintana y Julieta Pino, referentes de estos espacios quienes dieron detalles del trabajo que se realiza en cada uno.

Cooperadora de Nutrición Infantil

Conin funciona en Junín desde el 2018, con un equipo enfocado en la nutrición de los niños hasta los cinco años.

“Actualmente trabajamos con 17 mamás y 25 niños. Ingresan mamás embarazadas o niños hasta cinco años. Los primeros 1.000 días son fundamentales para el diagnóstico y tratamientos y así evitar consecuencias mayores”, señaló María de los Ángeles Quintana a Democracia.

En cuanto a la detección de las necesidades de asistencia indicó que “las mamás ingresan al Centro por bajo peso o baja talla de los niños, o riesgo social. Puede ser por derivación del Hospital, del Servicio Local, de las Salitas (CAPS), de los jardines, o se acercan al centro por recomendación de alguna mamá”.

Al llegar, los primeros controles son pediátricos y nutricionales, según Quintana y “luego se realiza la entrevista con la trabajadora social, Lucia Piazza. También se realizan visitas al domicilio particular”.

“Mas allá de lo nutricional, existe un gran riesgo social. Encontramos mamás muy jóvenes, de 15 y 16 años, problemáticas habitacionales, laborales”, destacó sobre las demandas más comunes.

El Centro funciona un solo día a la semana, los días martes por la tarde. 

“Las mamás llegan, algunas por sus propios medios, y otras en el transporte que dispone Conin, gracias a la colaboración de la Municipalidad, haciendo un recorrido por distintos lugares de la ciudad”, destacó. 

Cuando las mamás ingresan, los niños, según la edad, concurren al maternal o al jardín, con sus respectivas maestras jardineras.

“Ellas, -las mamás- concurren a distintos talleres. El primero es el de cocina, donde les enseñamos a cocinar con los alimentos que reciben en las escuelas, en Conin y de los alimentos frescos que reciben de la Municipalidad”, indicó. 

Este taller lo llevan a cabo las voluntarias, con el seguimiento y asesoramiento de la nutricionista, Paula Busso. 

“Ese día se llevan lo que cocinan. Además, tanto las mamás como los niños reciben la merienda”.

Control y proyectos

También reciben charlas de educación, abordadas por profesionales, como de crianza, primeros auxilios, violencia, adicciones, asesoramiento legal, convivencia, accidentes domésticos. También se lleva a cabo un proyecto de huertas familiares, en conjunto con el INTA y el colegio San José. Las voluntarias dictan talleres de tejido, costura y manualidades.

“Se lleva un control pediátrico, a cargo de la Dra. Mercedes García, que no reemplaza el seguimiento de las Salitas. Es un seguimiento y control complementario”, aclara Quintana. 

De acuerdo a la edad, los niños son atendidos por la Psicopedagoga Daiana García o por la Estimuladora Temprana, Jaqueline González. 

“Las mamás firman un contrato de asistencia para poder abordar la problemática. Si no asisten, junto con la trabajadora social, nos acercamos al domicilio y también damos cuenta si fue derivada de algún lugar específico, para que las trabajadoras sociales también hagan hincapié en la asistencia. En la mayoría de los casos, los niños revierten su situación”, indicó. 

En ese sentido, para los egresos, “nos reunimos con los profesionales y evaluamos. Puede tener el alta nutricional, pero no pedagógica o por su vulnerabilidad social. En estas situaciones, se realiza un informe para ser presentado en el CAPS del barrio, o institución para que continúen con su tratamiento. Es importante destacar, que todos los profesionales deben considerar que esté en óptimas condiciones para poder egresar del centro”. 

Observatorio Nutricional

Dependiente de la Secretaría de Desarrollo Humano del Municipio, el Observatorio Nutricional surgió como ordenanza en 2016/17 “con el propósito fundamental de poder tener datos a nivel nutricional del partido de Junín que hasta el momento no había. Ese es el eje principal”, destacó a Democracia Julieta Pino, profesional nutricional, parte del equipo formado además por María Paula Busso, Rocío Salamone y Graciana Papa, que trabajan con grupos de jardín, primaria y secundaria.

“Como el programa del SAE pasa del Consejo Escolar a la Municipalidad, nos enfocamos mucho en lo que es esa gestión del programa y en conjunto todo lo que es charlas y talleres de educación alimentaria nutricional de cualquier índole. Pero el fin principal es la obtención de datos nutricionales”, señaló.

A su vez indicó que “como los beneficiarios del SAE los tenemos nosotros en nuestro radar, eso nos facilita mucho hacer el trabajo con esa población. Son los tres grupos etarios: jardín, primario y secundario, de las instituciones públicas”.

“Nos manejamos mucho a demanda, con clubes, organizaciones de la sociedad civil, sociedades de fomento”, detalló y aseguró que las charlas y talleres que se coordinan con Educación, también se llevan a cabo en instituciones privadas.

“La gestión del SAE es desayuno, almuerzo y merienda, según la institución. En ese sentido, recorremos semanal o quincenalmente las instituciones. Y estamos en contacto con las CAPS, si bien no se trabaja interdisciplinariamente”.

Sobrepeso, más dominante que el bajo peso

Según Pino, “la problemática principal es la malnutrición a expensas de sobrepeso y obesidad, más dominante que el bajo peso o riesgo de bajo peso”. 

Para recopilar datos “lo que hacemos es pesar y medir una vez al año a los chicos que asisten a los comedores escolares. Los datos se correlacionan a nivel nacional y mundial”.

En detalle del proceso, señaló: “Cuando detectamos un caso extremo contactamos a la directora para mencionar los niños que nos llaman la atención y se suele hacer contacto con la salita, trabajadores sociales, para ver entre otras cuestiones si están recibiendo el módulo MESA (asistencia alimentaria para la familia), si reciben programas, se trata de un abordaje particular”.

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