Desde hace ya varios años las barberías se han transformado en el lugar elegido por muchos hombres para renovarse y cuidarse tanto el pelo como el rostro. Dichos espacios, que funcionan como centros de estética masculinos, son la evolución de las peluquerías para hombres. Se trata de un rubro que se ha reinventado y que ha vuelto a resurgir en pleno siglo XXI.
Si bien es verdad que cada barbería tiene un estilo, en la mayoría prevalece una mixtura de servicios, donde la tijera, la brocha y la navaja se combinan con charla, café y ronda de mates.
Maximiliano Crego, quien está al frente de La Barbería de Crego, ubicada en Avenida San Martín 781, sostiene que – a diferencia de otros espacios comerciales – las barberías “construyen un momento que el cliente disfruta mucho”.
“Acá en Argentina, cuando salieron las famosas prestobarba, hizo que muriera todo lo que es barbería; así que este resurgimiento significa volver el tiempo atrás, pero mejor”, aseguró.
Para el peluquero juninense, la barbería “siempre fue un espacio de encuentro de amigos, de charla; un momento que el hombre lo disfruta, porque además de compartir un rato, va a ponerse lindo, a emprolijarse”, sostuvo.
Y remarcó que se trata de un momento “pura y exclusivamente para uno, para el caballero; donde se relaja y se olvida de todos los problemas”. “En muchas barberías – de otros países - se filman películas, se hacen programas de televisión, se utilizan dichos espacios para hacer publicidad, tocan bandas. Es un espacio que tiene momentos infinitos, y que al hombre le encanta”, expresó.
Además, no solo la peluquería como tal cambió, sino que las tendencias y los cortes se han ido renovando: el famoso degradé o “fade” y los dibujos o líneas son los estilos más solicitados por algunos clientes, mientras que otros le dan mucha importancia al cuidado de la barba.
“En su momento arranqué con corte y barba, y después le fui agregando el servicio de perfilado de barba con toallas calientes; como se hacía antiguamente, toallas calientes y navaja”, relató.
Y agregó que “también vendemos productos de fijación, de hidratación – tanto para el pelo como para la barba; también pomadas y cera para el cabello; y aceite, jabón y bálsamo para la barba”.
Las barberías en Junín continúan conquistando clientes y pretenden convertir la moda en una tendencia que perdure. “Fue algo que se perdió, que luego se recuperó; y creo que no se va a volver a perder más”, indicó.
Profesión que se hereda
Alejandro Moreno tiene 22 años y hace un año atrás abría su barbería en Primera Junta 796, aunque su proyecto comenzó a tomar forma a partir de 2017.
“La idea empezó como un hobby porque tenía una máquina en casa y con mis amigos nos cortábamos el pelo; fue ahí que me di cuenta que realmente se trataba de un oficio que me gustaba”, contó.
Su papá también había ejercido la profesión de peluquero y fue él quien le consiguió sus primeras tijeras, capas y demás elementos para comenzar a trabajar. “Él hace varios años que abandonó el rubro”, indicó.
“El negocio lo tengo desde hace un año y me animé porque sentía que ya estaba listo para llegar a más clientes y prestar más servicios”, explicó, y agregó que actualmente ofrece “cortes – clásicos y modernos también -, corte con navaja, color y perfilado de barba”.
Respecto al rubro, aseguró que “se va actualizando todos los días”. “Cada semana tenés cortes nuevos y tendencias - tanto de colores, diseño y cortes -, entonces es una actividad donde no te podés dar el lujo de no seguir aprendiendo, perfeccionándote, porque es algo que todos los días se renueva”, remarcó.
Desde Agustín Roca
Joaquín Rosales es oriundo de Agustín Roca y su pasión por la peluquería comenzó allá y atendiendo “en la cocina de mi casa”, relató. “Ahí empecé a construir mi espacio; antes iba a domicilio”, agregó.
En la post pandemia ya se encontraba trabajando en Junín y junto con una compañera deciden abrir su primera peluquería. “Estuvimos juntos en ese proyecto durante todo 2021 hasta que decidí abrir mi propio espacio”, contó.
Actualmente está al frente de “The Barber – Joaquín Rosales”, en calle Jean Jaures 8. “Al momento de largarme solo tenía mucho miedo porque al no ser de esta ciudad, no conocía a mucha gente que pudiesen ser potenciales clientes. Pero siempre poniéndole ganas y hoy por hoy, tengo la mayoría de los turnos ocupados, siempre”, detalló.
Para él, el boom de las barberías se debe a que “el hombre se empezó a cuidar más y a prestarle más atención a su imagen y cuidado. También porque es un espacio muy visitado por jugadores de fútbol y streamers; es decir, por muchos famosos. Entonces, la gente consume todo eso y busca seguirlos, de alguna manera. Como pasó con el Dibu Martínez en el Mundial, que se había hecho la bandera argentina en la cabeza y después muchos lo querían también”, concluyó.
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