Cada 1° de agosto se realizan ofrendas y ceremonias para agradecer a la naturaleza.
Cada 1° de agosto se realizan ofrendas y ceremonias para agradecer a la naturaleza.
TRADICIÓN MILENARIA

La comunidad educativa de la Primaria 26 celebró el Día de la Pachamama en Junín

La actividad estuvo organizada por la Cátedra de Pueblos Originarios de la Unnoba, coordinada por Oscar Farías. En diálogo con TeleJunín, el integrante del Consejo Indígena de la provincia de Buenos Aires, destacó la importancia de esta fecha y de la propuesta intercultural, que se realiza cada 1° de agosto.

Este jueves, como cada 1° de agosto, se celebró el Día de la Pachamama, una festividad tradicional muy extendida en todo el país que homenajea a la Madre Tierra y celebra a la naturaleza. 

La Pachamama, - o Madre Tierra -, es la diosa femenina de la tierra y la fertilidad, una divinidad agrícola y ganadera concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos. En su homenaje se agradece por el buen tiempo, la protección y la generosidad y abundancia en las cosechas de las chacras y de los animales.

Como parte de la tradición, que se remonta a siglos atrás, se desarrollan distintas actividades, como rituales, ofrendas y ceremonias, para expresar respeto y gratitud a la naturaleza.

En nuestra ciudad se desarrolló una celebración en la Escuela Primaria N°26 Juan Pascual Pringles; ubicada frente al Campo La Cruz, y fue impulsada por la Cátedra de Pueblos Originarios de la Unnoba, la cual está coordinada por Oscar Farías.

Farías, quien es miembro del Consejo Indígena de la provincia de Buenos Aires, dialogó con TeleJunín y relató que dicha propuesta nace de un proyecto intercultural de la mencionada cátedra y la Escuela 26. “Todo el cuerpo directivo y docente nos ha abierto las puertas, también las inspectoras. De esta forma, todos los martes, - una vez por semana-, estamos dando las clases de este proyecto; y fue en ese contexto que surge la idea de la festividad de la Pachamama”, explicó. 

De la iniciativa participaron directivos de la Escuela 26, inspectoras de Jefatura de Educación, integrantes de la comunidad mapuche y tehuelche de La Barrancosa (Bragado), Los Toldos, Baigorrita, la Comunidad Nahuel Payun de Junín y público en general.

“Para nosotros es un día muy sagrado y es algo que nos gusta compartir con toda la comunidad. Por eso agradecemos a la Unnoba que nos da la posibilidad de ejercer estos programas que son interculturales, que están en la constitución nacional, en la constitución provincial, en las leyes pero que los gobiernos no lo llevan adelante”, señaló.

Durante dicha ceremonia, “se realiza un pozo en la tierra – que simboliza la apertura del vientre de la tierra”, detalló. “Se trata de un pozo de aproximadamente 40 centímetros de profundidad o menos, y alrededor se colocan – dentro de cuencos de barro – distintos alimentos. Hablamos de legumbres, hortalizas, de frutas, verduras, jugos, alcohol y también se le convida el tabaco”, relató.

Al respecto, indicó que el cigarro de tabaco se enciende “y se coloca enterrado en un montículo de tierra, boca arriba; para que la Pachamama fume y se lleve así nuestro pedido; como una ofrenda a la naturaleza”. 

Ante la consulta de porqué agosto es el mes elegido, explicó que en septiembre “es cuando la naturaleza se predispone, y octubre se utiliza para el sembrado”. “Entonces en agosto abrimos la tierra y le despertamos el apetito a la Madre Tierra”, indicó.

En tanto, el ritual de cierre incluye “arrojar – sobre la tierra - unas brasas encendidas y hierbas medicinales, que se utilizan para hacer un sahumo”. “Luego se lo tapa y a los cinco minutos se lo vuelve a destapar y es allí cuando los presentes comienzan a pasar de a dos y realizan ofrendas. Allí agradecen por el ciclo cumplido, y por la etapa que vendrá.

Cuando terminan de pasar todos, se tapa el pozo con unas piedras y así queda constituida la pacheta para que el próximo año se vuelva a abrir el vientre de la tierra”, expuso.

Caña con ruda

Otra parte fundamental de estos festejos sagrados consiste en la elaboración de bebidas típicas, como la caña con ruda.

“Se compra la caña común – no la saborizada – y se le agrega unos 15 centímetros de gajito de ruda macho, de ruda hembra o de ambos y se lo deja macerar unos cuatro o cinco días. Luego de ese tiempo ya se puede ingerir”, explicó Farías. “Se puede realizar el mismo primero de agosto o bien, hay mucha gente que utiliza la elaboración del año anterior”, agregó.

Entre sus principales beneficios, destacó que “al tratarse de un trago que alimenta el espíritu y el cuerpo, otorgándole vitalidad y energía, sana todos los procesos infecciosos del organismo”. Y añadió que “combate todo tipo de impurezas y parásitos en el cuerpo”.

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